PORTAL DEL ALTO XBRUT Y EL EUROPEO
Dos novedades de enero
Si bien la invitación era para conocer el nuevo XBrut de Alejandro Hernández, propietario de la viña Portal del Alto, la intencionalidad era doble ya que este lanzamiento se realizaría en el restaurante Europeo, que acaba de cambiar de manos. O sea, beberíamos este nuevo Sparkling Wine, como dice su etiqueta y conoceríamos algo de la cocina de Francisco Mandiola, el nuevo chef y socio del lugar.
Elaborado con un 95% de Chardonnay y un 5% de Moscatel de Alejandría, Alejandro nos entrega un producto seco y de fina burbuja, un vino de color amarillo pálido con ligeros reflejos verdosos, con notas a frutas blancas como piña y durazno verde y un tenue aroma a almendras tostadas. Diez mil botellas ya están en el mercado (de 50 mil previstas para su venta) y su precio rondará los ocho mil pesos la unidad.
La tarea de armonizar este espumoso con la gastronomía del Europeo no fue fácil. Cinco pequeños bocados para encontrar el mejor aliado. Para partir, una terrina de foie gras sobre una galleta dulce y lámina de mango de insuperable sabor. Luego, un sorbete de XBrut para pasar a dos pequeñas ostras con caviar de pepino, combinación exótica y genial. Sin embargo, ambos platillos superaron al espumoso.
El alma regresa al cuerpo cuando llega la tercera propuesta: un tortelli en masa de mandarina relleno con langosta. Posiblemente lo mejor de la tarde/noche y acá el vino se comportó a la altura del plato. Muy buena combinación. Al final de lo salado ¿…? ya que todo era agridulce, un pequeño dado de ciervo con unas bolitas de melón tuna. Un lujito que merece conocerse más en profundidad. Acá también se comportó el XBrut como un buen amante.
Amena charla y buena compañía. Alejandro Hernández nos cuenta que sus tierras estuvieron en peligro con el incendio de bosques de la semana pasada y que sólo se chamuscaron algunas hileras de sus plantaciones. ¿Tendremos una nueva variedad de vino ahumado?, pienso sonriente cuando degusto un pequeño cilindro crocante relleno con berries, el postre de esta genial (aunque pequeña) degustación.
Si bien es cierto que en gustos no hay nada escrito y hay de todo y para todos, las dos propuestas (XBrut y Europeo) me parecieron correctas. Alejandro lleva haciendo espumosos un montón de años pero este es su primer experimento personal. Lo mismo pasa con Francisco Mandiola, que lleva cocinando mucho tiempo y este es su primer emprendimiento. Ambos estarán este año en el ojo del huracán y ojalá salgan airosos con sus pretensiones.
Me despido de Alejandro deseándole éxito con su XBrut y me encuentro con Francisco Mandiola en la puerta del restaurante. Le pregunto por su vida y me cuenta que ya no la tiene. Pasa metido el día entero en el Europeo. Le respondo que hace meses se lo advertí y que tendrá que tener el cuero duro para salir adelante. ¿Vamos por un crudo al Starnberg?, -le pregunté.
- Lo siento, me responde. Estoy comenzando el servicio nocturno.
Yo estaba terminando mi día, él no. ¿Valdrá la pena el esfuerzo? ¿Será negocio entrar al mundo de los espumosos y de la gastronomía?
Ojalá. (Juantonio Eymin)
Dos novedades de enero
Si bien la invitación era para conocer el nuevo XBrut de Alejandro Hernández, propietario de la viña Portal del Alto, la intencionalidad era doble ya que este lanzamiento se realizaría en el restaurante Europeo, que acaba de cambiar de manos. O sea, beberíamos este nuevo Sparkling Wine, como dice su etiqueta y conoceríamos algo de la cocina de Francisco Mandiola, el nuevo chef y socio del lugar.
Elaborado con un 95% de Chardonnay y un 5% de Moscatel de Alejandría, Alejandro nos entrega un producto seco y de fina burbuja, un vino de color amarillo pálido con ligeros reflejos verdosos, con notas a frutas blancas como piña y durazno verde y un tenue aroma a almendras tostadas. Diez mil botellas ya están en el mercado (de 50 mil previstas para su venta) y su precio rondará los ocho mil pesos la unidad.
La tarea de armonizar este espumoso con la gastronomía del Europeo no fue fácil. Cinco pequeños bocados para encontrar el mejor aliado. Para partir, una terrina de foie gras sobre una galleta dulce y lámina de mango de insuperable sabor. Luego, un sorbete de XBrut para pasar a dos pequeñas ostras con caviar de pepino, combinación exótica y genial. Sin embargo, ambos platillos superaron al espumoso.
El alma regresa al cuerpo cuando llega la tercera propuesta: un tortelli en masa de mandarina relleno con langosta. Posiblemente lo mejor de la tarde/noche y acá el vino se comportó a la altura del plato. Muy buena combinación. Al final de lo salado ¿…? ya que todo era agridulce, un pequeño dado de ciervo con unas bolitas de melón tuna. Un lujito que merece conocerse más en profundidad. Acá también se comportó el XBrut como un buen amante.
Amena charla y buena compañía. Alejandro Hernández nos cuenta que sus tierras estuvieron en peligro con el incendio de bosques de la semana pasada y que sólo se chamuscaron algunas hileras de sus plantaciones. ¿Tendremos una nueva variedad de vino ahumado?, pienso sonriente cuando degusto un pequeño cilindro crocante relleno con berries, el postre de esta genial (aunque pequeña) degustación.
Si bien es cierto que en gustos no hay nada escrito y hay de todo y para todos, las dos propuestas (XBrut y Europeo) me parecieron correctas. Alejandro lleva haciendo espumosos un montón de años pero este es su primer experimento personal. Lo mismo pasa con Francisco Mandiola, que lleva cocinando mucho tiempo y este es su primer emprendimiento. Ambos estarán este año en el ojo del huracán y ojalá salgan airosos con sus pretensiones.
Me despido de Alejandro deseándole éxito con su XBrut y me encuentro con Francisco Mandiola en la puerta del restaurante. Le pregunto por su vida y me cuenta que ya no la tiene. Pasa metido el día entero en el Europeo. Le respondo que hace meses se lo advertí y que tendrá que tener el cuero duro para salir adelante. ¿Vamos por un crudo al Starnberg?, -le pregunté.
- Lo siento, me responde. Estoy comenzando el servicio nocturno.
Yo estaba terminando mi día, él no. ¿Valdrá la pena el esfuerzo? ¿Será negocio entrar al mundo de los espumosos y de la gastronomía?
Ojalá. (Juantonio Eymin)