SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(Enero) TANINO (Viña Casas del Bosque, teléfono
(32) 3779431, Casablanca): “Como entradas, cuatro empanaditas triangulares en
excelente masa philo con picadillo de locos cuya cremosidad los perjudicaba
($5.800) y "tartar del mar" ($6.900), una trilogía -es allí la
presentación más frecuente- sobre base de madera, con tártaros de machas, el
mejor, de ostiones y de atún, menos bueno, aliñados a mi juicio con exceso de
crema con ciboulette. De fondo, tres filetes de mero dorado con camarones y
salsa quizás demasiado fuerte al curry anunciada con lemon grass, lima,
albahaca, cebollín y leche de coco, y pocillo de arroz basmati y sésamo negro,
que convenía mezclar con la salsa ($9.800), y trozos algo duros de entraña
grillada, rica pastelera y oscura salsa algo aceitosa que combinaba mostaza,
miel y merquén ($9.800), todo con verduras de adorno.” “Atención amable, pero
lenta, lo que el agrado del lugar hace olvidar. Ojalá sí, el chef Álvaro
Larraguibel suavizara en algunos casos la intensidad de sus sabores.
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(Enero) LA GREDA (Jorge Washington 111, local
115. Ñuñoa, fino 2274 8312): “Este es otro de los locales de la sub Plaza
Ñuñoa, el Boulevard que se construyó junto a los estacionamientos
subterráneos.” “De entrada, una entraña con tres pebres ($5.200), lo menos
logrado entre lo probado. No se preguntó por el punto de la carne (estaba a la
inglesa), al tener su membrana no estaba muy blanda y, he aquí un consejo: los
tres pebres no eran muy diferentes entre sí. Porque la base de tomate y cebolla
con mote, en un caso, y con sésamo, en el otro -aparte del clásico-, no
ofrecían real variedad de sabores.””De los segundos, grandes sorpresas. Una
presa mayúscula de mero en su punto ($8.200), sobre una salsa atomatada y con
pepinillos. Aplauso. Y de comparsa una ensalada de tomates rojísimos con
cebolla muy pluma, ají verde y con harto cilantro y albahaca ($2.400),
veraniega a morir. El otro plato fue una plateada blandísima ($5.800),
seminadando en su caldo. De compañía unas verduras salteadas ($2.000), en un
corte muy delgado, por lo que venían más lacias que al dente. Y el crunch debe
ser la música interior de los vegetales ¿o no?
YIN Y YANG (La Segunda)
(Enero) EL RINCON DE TOLEDO (Av. Príncipe de
Gales 6560, La Reina, fono 2403 8369): “… mantienen recetas típicamente
toledanas, como las perdices estofadas ($ 13.390), utilizando para prepararlas
no las de nuestros campos sino las que importan desde allá. Asimismo tienen
sopa de ajos castellana ($ 2.980) o la ensalada llamada mojete manchego ($
4.890), y por cierto también Queso manchego con denominación de origen.” “Ello
no impide que en su carta haya, por ejemplo, pulpo a la gallega ($ 7.00),
fideuá de pulpo y chipirones para compartir ($ 16.200 o $ 25.920, según el
número de porciones), suquet de rape, pescado que también importan ($
12.700) o crema igualmente catalana “de Sant Sadurni d’Aroia” ($ 3.950), junto
a numerosas especialidades elaboradas con productos que habitualmente se
utilizan en España, como tortilla de papas ($ 4.280), surtido de jamón de pata
negra, sobrasada, fuet y otros embutidos artesanales ($ 14.200), arroz caldoso
con setas y ciervo ($ 10.200), arroz negro con chipirones ($ 8.800) o cochinillo
asado al horno de leña con patatas panaderas ($ 13.990).” “Como puede
apreciarse por los ejemplos citados, los precios son altos, pero corresponden a
un nivel culinario superior al promedio y a la gran inversión realizada para
reacondicionar el local, que ahora cuenta con una amplia terraza interior, muy
adecuada a la temporada estival.
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(Enero) PITA HOUSE (Vitacura 5480, local. 80,
fono 2218 5484): “Luego de un intenso Año Nuevo, con la alegría y kilos que
esta celebración (en mi caso, con familión de más de 50 personas incluido)
reporta, de lo que menos ganas tenía era de salir a comer. Es por eso que elegí
Pita House, un delivery árabe que me recomendó una colega. Visité su web
(pitahouse.cl), revisé la oferta y llamé para hacer el pedido (el delivery
online estaba desactivado). Lo primero a destacar: tenían todo lo que aparecía
en la carta. Luego el pedido llegó en el tiempo indicado por ellos (40 a 50
minutos); venía caliente y debidamente identificados tres de los cuatro
sándwiches (el quinto se sacaba por descarte). Yo tenía la mesa puesta, así que
nos sentamos con mi familia a comer. Cuando mis hijos ven un paquete de
delivery se ponen contentos, pues piensan que es comida china o japonesa, que
les encanta. Cuando les dije que era árabe me miraron extrañados. Y aunque
probaron todo no les gustó mucho. A mi marido y a mí sí, desde las hojitas de
parra, a punto y bien aliñadas, hasta la salsa lavan, de yogur acidito con
hierbas. El resto fueron sándwiches en pan pita: un sabroso y enjundioso
shawarma (esa carne cocida en una suerte de espada vertical rotativa) con
fresca lechuga y tomate. Mi favorito fue el de falafel (bolas de pasta de
garbanzos aliñados y fritas), también con verduras, que estaba exquisito. También
probamos uno llamado med, con pavo asado en tajadas (en la carta decía jamón de
pavo), tomate, espinaca, albahaca y aceite de oliva. El cuarto fue el cheese
burger, en pita, con palta, tomate, pepinillo y queso fundido. A los niños no
les gustaron las hojas de parra (no las supieron apreciar, digo yo), y
mordisquearon algunos de los sándwiches. A nosotros nos quedó la sensación de
una comida muy sana y fresca, con hartas verduras, y de aliños leves (yo eché
de menos un poco más de sabor, la verdad). En general, bien rico y como para
repetirlo. Con los delivery lo que se puede evaluar del servicio es prontitud,
temperatura, identificación de los platos, y en ese aspecto Pita House pasó la
prueba.”
CARLOS REYES (Unocome.cl)
(Enero) EL RINCÓN DE TOLEDO (Príncipe de Gales
6560, La Reina, fono 2403 8369): “La oferta del Rincón de Toledo es la del
típico restaurante español afincado en Santiago. Cochinillo asado, Garrón de
cordero, Pulpo a la gallega, entre otros, se suceden como casi en todos lados,
y donde la presencia de una lista de tapas aporta visos de novedad a su
recetario. Pero en todo caso, para vanguardias mejor Adrià (o Arola de
Ritz-Carlton), porque no posan de modernos, y el lugar en términos de ambiente
resulta amplio, cómodo y con una terraza envidiable. De su carta, aparte de
unos excelentes Pimientos de piquillo rellenos y una correcta Tortilla de
papas, destaca como plato de fondo su Corvina cocinada al horno y bajo una capa
de sal. Un toque de limón acentúa el sabor de una carne blanca y suave –y en
realidad un poco seca-, que en estos casos puede ir de la mano con un espumoso
con personalidad hispana como el cava de Freixenet, en versión Cordón Negro. Un
vino de refrescante perfil cítrico para un pescado ad-hoc y alianza digna de
compartir para capear el verano.”
RODOLFO GAMBETTI (LUN)
(Enero) LATIN GRILL (Av. Kennedy 5741, Las
Condes, fono 2426 2064): “… el prolijo y talentoso chef Luis Cruzat propone una notable carta que
experimenta y rescata elementos ignorados o poco usados en la capital, como el
ruibarbo austral o los deliciosos peces de roca de la zona centro-norte. Un
viaje de sensaciones gustativas por Chile; un lujito, en un restaurante muy
bien puesto.” “En la grata atmósfera de aire acondicionado aparecieron centolla
y langosta en láminas de mango, con refrescante pebre de mote y ulte ($13.500);
láminas de cabrilla marinada sobre tártaro de lapas y cochayuyo; triturado de
lapas en crema de papas. Carpaccio de ciervo, y dúo de salmón, en jugo de
betarraga y en ceviche con frutillas.” “Como platos camperos, un notable ciervo
con strudel de ruibarbo y apio en salsa de murtillas y compota de brevas
($15.500); mostró un buen filete de
vacuno con puré rústico al romero y luche ($13.500) y también una ensalada de hojas verdes y conejo aliñado con
murta y crutones de durazno. Para culminar con una aventura de ravioles de pato
en crema de lentejas y la aún poco
conocida pimienta de canelo ($10.900).”