SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(Marzo) DONDE MARCELINO (Av. Ambrosio O'Higgins
1880, Curacaví, fono 2835 2927): “Aquí el comedor tenía un anexo abierto hacia
la calle, adornado con madera y colgajos de colores, y apenas tres mesas
ocupadas, pese a lo cual la atención, a cargo de dos personas, fue demorosa.
Signo de una lenta adaptación, para aliñar había aceites corriente y de oliva.
Con poquísimo para escoger, optamos por el pastel de choclo (muy rico) en paila
de greda, bien dorado, con gran presa de pollo y pino jugoso ($5.000), y un
lomo a lo pobre, éste pasado de la cocción pedida, escaso de cebolla, con los
dos huevos reventados y una enorme cantidad de papas que habrían sido buenas si
las hubieran vuelto a freír ($8.000). De postre, allí y en pleno verano, sólo
ofrecieron duraznos al jugo. Vino en copa Santa Rita 120 ($2.000) y bebida
($1.000). Quizás los clientes no piden más, pero por ellos y por el turismo,
ojalá se generalice en Chile una cocina callejera y popular que nos
enorgullezca.”
ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(Marzo) SAN REMO (Miguel Claro 2220, Ñuñoa): “A
todo el mundo le gustan las historias trágicas con finales felices. Y al que
no, que vea más cine europeo. Pero en el caso del San Remo, una picada que fue
removida de su barrio madre, el de avenida Matta, las cosas le han ido bien.
Tal vez demasiado bien. Apenas abrió sus puertas el pasado lunes en un nuevo local,
en Miguel Claro -entre Sucre y Rengo- no dan abasto.” “Con la mesa descubierta,
llega la panera (y siguen sacando las marraquetas frescas del mismo e histórico
canasto de mimbre). Pasta de ají y los platos: una gran ensalada de
tomate-palta ($3.400), dos escalopas tamaño King size con papas cocidas
($5.700), unas fricandelas sequitas y bien aliñadas con esas papas fritas gloriosas
($6.900) y, para cerrar la razón de cualquier peregrinación al San Remo, el
mejor arrollado de Santiago ($6.000), blandito, jugoso, con un cuero que se
puede comer. Uno de esos platos que, en un país respetuoso como Japón,
elevarían a la categoría de tesoro viviente a su creador.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(Marzo) CEBICHELA (Manquehue norte 1732,
Vitacura, fono 2219 0213): “La carta está compuesta por varios tipos de ceviche
y otras entradas peruanas, platos de fondo de carne y del mar. Elegimos unos
tequeños de jaiba, masas tipo wantán, rellenas con carne de jaiba en forma
rectangular y fritas, acompañadas con correcta salsa huancaína de la cual nos
trajeron más cuando se acabó. Luego un dúo de tiraditos, uno de salmón al maracuyá
-curioso aunque le faltaba un pelín de acidez-, y el otro de atún con una salsa
oriental con base de soya, más fomecito. El Ceviche Limeño es de pescado con
cebolla morada y lleva ají amarillo, acompañado con camote, choclo y canchita
peruanos. El Ceviche Levanta Muertos, ideal para después de una resaca y con
los mismos acompañamientos, está hecho solamente con camarones y ostiones.
Todos estaban sabrosos y bien aliñados, especiales para un día de calor. Mi
amiga pidió micheladas que también estaban sabrosas. Cada preparación venía
decorada al detalle -platos con una pincelada de color, polvito de distintos
sabores-, se notaba un cuidado en eso.”
RODOLFO
GAMBETTI (LUN)
(Marzo) MADDAM SOPHIE
(Mallinkrodt 180, Providencia, fono 2777 6127): “A cargo
de Tito Garretón, conocido porque convirtió el piso superior de los bomberos de
La Dehesa en el cotizado “Déjate besar”, ahora quiere replicar esta fórmula
ganadora en Bellavista, barrio algo saturado de chelas por litro y vienesas
alternativas” “Para tener una idea de esta flamante propuesta, ahí se puede
encontrar desde un sabrosísimo y ligero picoteo de láminas de berenjenas fritas
en oliva, con ricota y pomodoro ($6.800), llamada “Ximena la berenjena”, hasta
un contundente prime ribe de 650 gr. de excelente carne, que incluye su
apetitoso acompañamiento. Por lo demás,
toda la carta está contada con buen humor, donde la trucha salmonada
origina un plato titulado “Trutrú chachá”, grillada con aceitunas y alcaparras;
una renovada provoleta se bautizó como “Pruevaletta”, y su “Tártaro de atún”
está pichicateado con vodka Finlandia. ¿O prefiere Pulpo Olivio, Paté Franchute
o Pica la Picaña? Esa es la clave del lugar: tómese la vida con una copa de
espumante, apague el condenado celular y dedíquese a parlotear con los amigos,
a seducir a su pareja o a dibujarle una sonrisa al planeta.”