Cocinas del Mundo
Hace
trece años:
Uno de los proyectos inmobiliarios y
gastronómicos más innovadores de Santiago, se convertía en realidad. BordeRío, en la comuna de Vitacura, rompía
los esquemas relacionados con la concentración de restaurantes y durante meses
se hizo realmente chico por la cantidad de visitantes que recibía. Entre los
restaurantes que vivieron esos primeros tiempos estaba el Zanzibar, una
creación gastronómica de la familia Schnell, la atractiva Susana y su padre
Roberto. Y como son gente culta y fina, que ha vivido en el mundo, se
plantearon desde la apertura del primero de sus negocios una opción de cocina
étnica, ese tan manoseado concepto que tratan de adoptar empresarios que no han
ido más allá de la esquina. La propuesta del Zanzíbar ha sido, y es de verdad,
seria, con preparaciones de distintos países, con énfasis en lo marroquí o en
general del norte africano, cerca del Mediterráneo. Su chef original fue el
francés Tomás Lecot, un profesional de muy alta calidad, y su segundo fue
Armando Méndez, un cocinero criollo y autodidacto, pero de muy buena mano y
disposición rigurosa al trabajo, que finalmente se quedó con la jefatura al
partir Lecot.
Trece
años después...
A pesar de que BordeRío ha tenido un desempeño
que se podría decir de dulce y agraz, el Zanzibar ha ido solidificando su
propuesta inicial y, a pesar que no ser un restaurante que llene páginas y
páginas de las revistas couché, su gastronomía y coctelería ha cautivado a
cientos o miles de personas que no cambian esta opción, donde en la actualidad
se han sumado platos iconos de la gastronomía peruana, italiana y francesa,
entre otras.
Una acogedora terraza me recibió a la hora del
crepúsculo en un caluroso día de marzo. Nunca es tarde para encontrarse con un
buen Bloody Mary, escogido entre una larga lista de cócteles con y sin alcohol.
Aun temprano escogimos una mesa cerca de la barra de la terraza, para luego
dedicarnos a beber plácidamente la pócima y revisar su extensa carta.
Lamenté no encontrarme con Susana Schnell, su
propietaria, para que me explicara esto de la nueva propuesta. Aun así, Carola
López, la sommelier del lugar, sabe tanto del Zanzibar como la dueña, ya que
lleva diez años ofreciendo sus vinos y coctelería. Vinos que ofrecen ya sea por
copas o botellas a precios bastante asequibles. Como botón, un Leyda Reserva
Sauvignon blanc, por módicos 13 mil pesos (y servido en excelente copería).
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Seguimos esta verdadera ruta de las especias
con un Congrio en costra de aceitunas y espuma de parmesano ($11.900), plato
estrella del lugar y merecidamente validado. Sabroso y rico, además de bien
preparado. Mi vecina de mesa estaba más que feliz con unos Ravioles rellenos
con ricotta y parmesano en salsa de pesto perfumado a la trufa ($9.200); platos
que acompañamos con un costero Pinot Noir de Leyda.
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Té verde con menta a la usanza marroquí para
terminar un verdadero paseo por las cocinas del mundo sin moverse de Santiago.
Como novedad y a la hora de almuerzo y dependiendo la semana, ofrecen un menú
completo con entrada, fondo y postre, copa de vino y café por $ 15.000. Una
excelente relación precio calidad por si desea conocer algo más de una cocina
que disfrutan hace miles de años en el oriente medio, cuna de nuestra
civilización. (Juantonio Eymin)
Zanzibar, BordeRío. San José María Escrivá de Balaguer 6400, local 6, Vitacura, fono 2218 0118