Sin disfraz ni antifaz
Una antigua casona enclavada en el Providencia antiguo,
alberga hace dos años al Carrer Nou, un restaurante de especialidades españolas
y catalanas, donde sus socios, Cristóbal Pérez, quien por nueve años estuvo a
cargo del Mesón Nerudiano, y Amalia Pesutic, con estudios profesionales en la
Escuela Hoffman de Barcelona, han logrado darle personalidad a este simpático
lugar apartado de cualquier enclave gastronómico.
Una pesa antigua con su poruña llena de maní
con cáscara es parte de la singular bienvenida que nos brinda esta tasca de
barrio. Y la llamo de barrio ya que no está en ningún circuito gastronómico y
si bien es facilísimo llegar, para muchos el lugar está a trasmano de sus
lugares predilectos.
¿Cómo definirlo? Sus propietarios se encargan: “Nuestra cocina quiere ser un homenaje a los entrañables pueblos del Mediterráneo, a la sencillez de su gente y a la magia de sus preparaciones, donde cada ingrediente tiene la presencia justa, pues aquí no hay disfraz ni antifaz-. Y tienen razón ya que sus preparaciones son sencillas pero tremendamente sabrosas y con un toque de originalidad para una cocina con reminiscencias catalanas.”
Empanadas de costillar ahumado (4.500) fueron
parte de la carta de presentación. A su lado, pimientos del piquillo rellenos
de sobrasada y miel y gratinados con roquefort ($5.500) y pulpo a la parrilla
con alioli (7.200). Para beber, sendas copas de Sangría o Cava Freixenet Cordon
Negro en tamaño individual. Luego aparecen otras delicias como unos chipirones
adobados (3.500) y la tradicional tortilla de papas (3.000, que más bien
parecía omelette). Nada caro para la calidad del producto y su buena
preparación.
El lugar es sencillo y acogedor. No peca de
esnobismo ya que lo que intentan sus propietarios es que este sea un lugar para
conversar, de largas tertulias con una cocina que merece la atención. De fondo,
dos especialidades: Bacalao a la Vizcaína (10.500) con unas papas fritas algo
duras y unos buenísimos ravioles San Giminiano, rellenos con jamón serrano,
mozzarella y mantequilla de albahaca (5.900).
Nos cuentan que los primeros sábados de cada
mes realizan una actividad temática relacionada con algún plato de la
península. Puede que un sábado sea la fideuá y el siguiente las tapas. Así
logran tener un público cautivo en forma permanente.
Me gustó Carrer Nou. Buena mano en la cocina, un servicio algo inexperto pero que no incomoda y una cuenta nunca abultada es un buen resumen de esta tasca. Un lugar que sus propietarios definen como "un pequeño rincón de libertad donde queremos que la amistad vaya de plato en plato y de copa en copa". (Juantonio Eymin)
Carrer Nou: Av. Miguel Claro 1802, Providencia, fono 2727
1161