Sin disfraz ni antifaz


¿Cómo definirlo? Sus propietarios se encargan: “Nuestra cocina quiere ser un homenaje a los entrañables pueblos del Mediterráneo, a la sencillez de su gente y a la magia de sus preparaciones, donde cada ingrediente tiene la presencia justa, pues aquí no hay disfraz ni antifaz-. Y tienen razón ya que sus preparaciones son sencillas pero tremendamente sabrosas y con un toque de originalidad para una cocina con reminiscencias catalanas.”
Empanadas de costillar ahumado (4.500) fueron
parte de la carta de presentación. A su lado, pimientos del piquillo rellenos
de sobrasada y miel y gratinados con roquefort ($5.500) y pulpo a la parrilla
con alioli (7.200). Para beber, sendas copas de Sangría o Cava Freixenet Cordon
Negro en tamaño individual. Luego aparecen otras delicias como unos chipirones
adobados (3.500) y la tradicional tortilla de papas (3.000, que más bien
parecía omelette). Nada caro para la calidad del producto y su buena
preparación.

Nos cuentan que los primeros sábados de cada
mes realizan una actividad temática relacionada con algún plato de la
península. Puede que un sábado sea la fideuá y el siguiente las tapas. Así
logran tener un público cautivo en forma permanente.
Me gustó Carrer Nou. Buena mano en la cocina, un servicio algo inexperto pero que no incomoda y una cuenta nunca abultada es un buen resumen de esta tasca. Un lugar que sus propietarios definen como "un pequeño rincón de libertad donde queremos que la amistad vaya de plato en plato y de copa en copa". (Juantonio Eymin)
Carrer Nou: Av. Miguel Claro 1802, Providencia, fono 2727
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