CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI(JULIO) 040 RESTAURANTE (Antonia López de Bello 040, Bellavista / 22732 9214): “Con un ticket promedio de $35.000 por persona, pero el atractivo de la oferta es la degustación. Con un maridaje se agregan $15.000, $25.000 0 $35.000 según el rango de etiquetas elegidas. Sin mucho abracadabra ni costosos productos de lujo como caviar o trufas, pero con fogonazos de sabor que se agradecen. Partiendo con un dumpling (raviol oriental) de costilla de chancho más un intenso sorbo de cerdo ahumado. Gran comienzo. Le sigue plátano frito con ceviche de reineta. Tercero, como esas naves de las Guerra de las Galaxias, niguiri de lomo a la brasa; otro de albacora al ajillo. Todo diseñado para tragar de un bocado y agarrar con la mano.” “Chispazos sabrosos, con productos sencillos pero provocativos para una cena lúdica, para parejas o grupos que se entusiasmen con la experiencia de sabores, de combinaciones inesperadas.”
MUJER, LA TERCERA
PILAR HURTADO(JULIO) OPORTO (Isidora Goyenechea 3477 / 94283 8028): “Al revisar la carta, una de mis amigas quiso probar el menú. Las demás pedimos un trío de carnes y un eggroll de prietas para compartir antes de los fondos. El trío incluía tártaro, trocitos de wagyú con salsa de anguila y un carpaccio. Debo decir que no me gustan las trilogías, porque se mezclan los jugos de las preparaciones y, finalmente, los sabores, y esta no era la excepción. Las prietas venían envueltas en una masa que podría haber sido más delgada, en fuente que traía también trozos de chorizo clavados en pinchos verticales. Esta llamativa puesta en escena se repitió en los vegetales baby grillados -y cargaditos al aceite- que acompañaban la entraña, deliciosa y a punto.” “Otra pidió un ojo de bife con papas al horno y crema ácida.” “Debo decir que quedé decepcionada, ya que la teatralidad del restaurante y de la presentación de los platos, al igual que sus precios, hacían crecer las expectativas que esta vez no se vieron satisfechas.”
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS(JULIO) IZAKAYA YOKO (Monjitas 296-A / 2 26321954): “En esta ocasión fue casi pura felicidad. Unos tés verdes para acompañar y un par de nigiris de anguila ($3.500), servidos como se debe: con una bolita pequeña de arroz, no como lo hace tanto local ignorante (aprendan, por piedad). Al mismo tiempo, una tortilla de huevo agridulce con cebollín, una tamagoyaki ($3.550), y un sashimi surtido de doce cortes ($8.500), del tamaño adecuado para ser comidos de un puro bocado.” “Para seguir, un trozo de atún sellado (maguro tataki $9.800) servido sobre pepino cortado como fideo, y la única falla en esta experiencia: unos camarones tempura (ebi tendon $9.500) servidos sobre arroz, que no crujían al ser mordidos. Error. Esta técnica de fritura, que combina el calor del aceite y la frialdad de la mezcla de harina con agua con hielo, se despliega como una verdadera nube o flor. Fue el único momento en que el Kintaro reapareció en el lóbulo de la nostalgia. Aparte de lo probado en esta ocasión, se puede dar fe de que la sopa ramen y el sukiyaki, un maravilloso caldero con carne y verduras (y que sí es bien agridulce), se cocinan perfecto dentro de la oferta del Izakaya Yoko, que es un sitio sencillo en el que se respira permanentemente lo que debe ser un izakaya: un bar restaurante informal, bien atendido, hogareño, fiel.
WIKÉN
RUPERTO DE NOLA(JULIO) LO SALDES (Av. Luis Pasteur 6001, Vitacura): “Estupenda costumbre la de algunas panaderías de instalarse con un saloncito o pequeño restorán donde se puede disfrutar de algunos placeres simples, mientras se aspira ese embolismante aroma a pan caliente, y se topa uno con almas gemelas que piensan que el pan hay que comprarlo dos veces al día, mañana y tarde, para que esté tibio, fresco, crujiente, oloroso. Los peruanos llaman "pan frío" al pan añejo. Sí, frío como cadáver. Porque el pan es cosa viva.” “Encontramos también algunas tartaletitas de frutas: una de durazno, correcta, y una muy buena de frambuesa.” “Entre los panes, finalmente, encontramos uno muy agradable de almendras y damascos, con la particularidad de estar a medio camino entre los usos dulce y salado. Y el pan multigrano, ya claramente en el orden de los panes, muy bueno. Pero las baguettes no son tales: siendo un buen pan, carecen de esa liviandad y fragilidad existencial de las auténticas que, partidas, parecen irse en aire y cascarita crujiente.”