miércoles, 3 de junio de 2009

LAS CRONICAS DE LOBBY




CAFÉ TURRI
Valparaíso no sólo tiene cerros y gatos

El escudo de Valparaíso debería incluir un gato. Miles deambulan por sus cerros y no hay casa que se precie de no criar alguno. La ciudad de los gatos le llaman muchos. Cerros y gatos. Y entre los cerros destaca el Concepción, estratégicamente ubicado en las alturas del Valparaíso financiero. Allí viven y conviven una serie de restaurantes que estos últimos años han tenido un rol preponderante en el desarrollo de la gastronomía del Puerto. Antes, la cocina porteña se basaba en marisquerías ubicadas en el borde costero y el cambio fue fundamental para poner a la ciudad en el mapa grande de la gastronomía nacional.

Uno de los más tradicionales en el cerro Concepción es el Café Turri. Mal explotado los últimos años fue comprado por una sociedad que incluye al chef Erwan Salaün, originario de Bretaña (territorio Francés), que había llegado al país años antes para trabajar un tiempo en La Maison de France y luego abrir su propio restaurante, La Fourchette.

El Turri es de inspiración chileno-francesa. No faltan las machas a la parmesana, locos, ostiones y langostas. Tampoco las preparaciones del chef, platos franceses como la tradicional sopa de cebollas, la rillete de liebre, el foie gras y el pato a la naranja, entre otros.

Las porciones, abundantes, rememoran los antiguos clubes sociales que antaño era donde mejor se podía comer en el país. A decir verdad, el Turri tiene algo de club. Ese aire de compañerismo que solía vivirse en esos lugares sumado a un “calor de hogar”, casi imposible de encontrar en los actuales y modernos comedores.

Es difícil detallar la carta y las opciones que trabaja Erwan. Mal que mal su menú está impreso en una especie de diario donde aparece toda la oferta y sus precios. Desde aperitivos hasta bajativos. Desde entradas chilenas a las francesas; fondos tradicionales y los favoritos del chef; acompañamientos, cervezas y una carta colosal de vinos gracias a un convenio que tienen con El Mundo del Vino. Sin ser caro, no es precisamente una opción económica eso sí.

En fin. Aparte de ser un orgullo para la ciudad la recuperación de este importante espacio, la satisfacción de comer en este comedor es altamente grato y reconfortante. Hay que ir con tiempo eso sí. No tanto por la ubicación, ya que esta a pasos del plan de la ciudad, sino que hay que darse el tiempo para saborear cada una de las preparaciones. De atención ágil y sin quejas, el trabajo que han realizado en el café Turri para sacarlo de sus malos años ha sido más que bueno. Hoy, refaccionado y entretenido, es una opción más que recomendable si visita el Puerto. (Juantonio Eymin)

Café Turri: Templeman 147, Cerro Concepción, Valparaíso, fono 32- 225 2091