LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA
CARLOS REYES (La Tercera)
(28 agosto) SUSHI HOME (5 norte 490, esquina.2 Poniente, Viña del Mar, fono 32 – 269 3855): “…el lugar, afincado en una estratégica esquina desde hace cuatro años, posee reputación en tal sentido, en un espacio de guiños japoneses evidentes, pero donde pesa más el lúdico juego de decenas de rolls de estilo internacional, sumado a creaciones de la casa. Dos pisos donde el entretenimiento culinario supera a la tradición, en un entorno (el plan viñamarino) donde aquel ideario es pertinente y necesario para destacar. Ejemplo: la Tataki Tuna Salad ($ 7.500) es una pequeña cantidad de hojas de lechuga y berros, que en realidad eran una excusa en tono verde para que gruesas y muy bien selladas lonjas de atún se lucieran en un plato de aderezo pronunciado y elegante.” “De tener más cuidado en la cocina caliente, la noche culinaria hubiese subido otros tantos puntos. La falta de cocción en la masa de las Gyosas Vegetarianas ($ 2.500), en absoluto blandengues, fue un paso en falso digno de cuidado. Un lado flaco bien disimulado por otro tipo de detalles que alivianan cualquier yerro desde la vaporera: un servicio preciso y de marcado acento transandino que recordó de memoria cada uno de los platos, fluidez en pedidos preparados a la minuta, espacios cómodos y una sensación de estar parados en un propuesta culinaria efectista y efectiva, que a la larga dio buenas razones para pensar que en términos de cocina fría con aire nipón, en la Quinta Región se tiene donde recalar de lunes a domingo.”
RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(28 agosto) LATIN GRILL (Hotel Santiago Marriott, Av. Kennedy 5741, Las Condes, fono 426 2000): “Por una noche el chef del Marriott, Luis Cruzat, dio las cinco estrellas que se merece al legendario local de la familia Valenzuela. Frente a la avenida Kennedy se brindó con chicha y “terremotos” (pipeño con helado de piña). Se partió con una empanadita de pino, la entrada se volvió trilogía de crudo, lengua y pichanga. Como plato principal se mostró en conjunto el suculento arrollado y las cremosas prietas, además del pernil y la plateada mítica. Los vinos fueron clásicos Antiguas Reservas, de Cousiño Macul, y Santa Rita Casa Real. Y el postre, mote con huesillos, chirimoya alegre, torta de hojarasca, con chicha dulce. O Late Harvest de Errázuriz, para los más fruncidos. La atmósfera se completó con el afinado trío Los Forasteros, el sonido de El Hoyo, que rescataron incitantes canciones de tiempos de Juan Legido y Los Churumbeles de España.”
BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(29 agosto) PATA NEGRA (La Concepción 104, Providencia, fono 235 4828): “Un local sencillo pero con onda, con buena música, para conversar sin grandes distracciones y donde lo importante es la comida.” “La carta está dividida en 28 pinxtos, ensaladitas, brotxetas, 26 tapas, picotinis, txupitos, sándwiches y postres. Todo pequeño. Como el pinxto Donosti, un trozo de blandísimo solomillo con queso azul, sobre una torreja de pan crujiente, sencillamente espectacular. Las croquetas de jamón, lejos, y con conocimiento de causa, las mejores de la capital. Un poco grandes quizás, pero deliciosas.” “Definitivamente aquí se sabe de cocina. De la buena. De esa que no les teme a los aliños y que conlleva toda la tradición de la cocina del norte de España.”
PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(30 agosto) LA ROTONDA (Av. Nueva Costanera 3333, Vitacura, fono 918 6500): “Partimos pidiendo unas empanadas fritas con el espectacular queso Tinguiririca y varias combinaciones: loco-queso, jamón-queso y pino de locos. Rica la masa, OK la fritura. Después, probamos los sándwiches. Yo, fiel a mi churrasco en marraqueta con mayo, tomate y ají verde, no pude dejarlo pasar. El pan estaba bien bueno; la mayonesa casera, rica, liviana; y el resultado, sabroso. Mi amigo probó un club sándwich que venía con papas, y también estaba disfrutable. Los dos tomamos agua Socos de manzana, que no participa en los combos, pero se puede agregar con un pequeño suplemento en el precio. El lugar es pequeñito, con una barra larga pegada a la pared, muy minimal, y en la pared del fondo una gran pizarra negra con la oferta escrita con las viejas y fieles tizas.”
CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(30 agosto) NORMANDIE (Av. Providencia 1234, Providencia, fono 236 3011): “Todo bien desde el principio y la mirada a la carta nos dijo que los precios de las entradas no sobrepasaban los $3.500 y a los platos de fondo habría que sumarle, pesos más, pesos menos, otros $2.000.” “Nos llamó la atención las tres preparaciones de pato: en magret, a la naranja y a las aceitunas verdes, la media docenas de ensaladas de gran tamaño, incluyendo la clásica Nicôise y la llamada Estocolmo, obviamente con salmón ahumado.” “Entre los tres comensales ordenamos un pato a la naranja, un magret muy abundante y con poca grasa, un boeuf bourguignon y unas codornices con berenjenas guisadas, oscuras, suculentas y caramelizadas. También un arroz blanco para el boeuf y, obvio, papas fritas, que son un test para cualquier restaurante, francés o no.” “El actual Normandie ha sido para nosotros una sorpresa y no cabe duda que está en su mejor momento.”