miércoles, 27 de abril de 2011

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

SAN PELLEGRINO Y LA REALIDAD LATINA

¿Se come tan, pero tan bien en los mejores restaurantes del mundo, o sólo es una versión internacional de cualquier guía gastronómica local?

Me hago esta pregunta luego de conocer los mejores restaurantes según San Pellegrino en la revista británica Restaurant.

“Araund the world” reza su slogan. Como para pensar que los críticos gastronómicos que votan en esa revista son unos millonarios que lo único que hacen es comer y viajar por los destinos más exóticos del planeta. A lo más, los grandes críticos europeos o norteamericanos, donde se concentra el mayor PIB del mundo, son capaces de visitar seis o más países al año, cosa que dudo.

Entonces ¿Dónde esta la trampa (si es que existe)? ¿Cuántos de los jurados (que no son precisamente miembros permanentes de Michelin, una de las guías más creíbles de Europa) visitaron este año el Noma, allá en la lejana Dinamarca y ganador de este premio por segundo año consecutivo? ¿Visitó nuestro país algún critico o chef (ya que votan las dos partes) para darse una vuelta por nuestros restaurantes? ¿Política barata?

La semana pasada publicamos el ranking ya que era una noticia mundial. Pero ahora reflexionamos y tenemos la obligación de traspasar a nuestros lectores la incomodidad que nos produce el tema. Cierto y muy merecidos son los galardones. No me cabe duda que los peruanos Astrid y Gastón tanto como Malabar están gozando estos reconocimientos y que Alex Atala, allá en Sao Paulo, se soba las manos ya que un premio así le permite grandes satisfacciones. Pero como siempre, algo falla.

A nivel latinoamericano falla ya que grandes cocinas quedan fuera del ranking mundial. Tuve la suerte de cenar al año pasado en el limeño Astrid y Gastón (42 a nivel mundial) según San Pellegrino) y su propuesta, si bien es maravillosa, no desmerece otros tremendos comedores latinos. ¿Será posible que Brasil tenga sólo un restaurante en la nómina y aparte del Perú, Latinoamérica no sea considerada?

Política, me comentaron por ahí. Política y lejanía de los grandes centros gastronómicos del mundo. No estamos donde se cocinan los premios y eso nos afecta. En letra chica, no somos buenos bebedores de agua mineral San Pellegrino.

Incluso Ferrán Adrià dijo que la lista de San Pellegrino no marca tendencias, sino que, en realidad, mide y refleja capacidad de influencia, entre otros factores. “Como todos los ranking, es una lista asesina”, -comentó.

Y ante políticas comerciales, no tenemos nada que hacer. (Juantonio Eymin)