LA MORDIDA
COLOR Y SABOR
Cuando supe que el cantautor español Joaquín Sabina estaba detrás de este experimento gastronómico, no me entusiasmo conocer la propuesta. Otra más de tantos restaurantes que ponen los famosos y que pronto quedan en el olvido. Además, la cocina mexicana nunca prendió en Chile y sólo quedan como recuerdo algunas copas azules para servir tequila Margarita en algunos hogares de familias que algún día viajaron a la tierra de Frida Kahlo.
Y de La Mordida, poco y nada se supo.
Es que cuando un restaurante no es un restaurante, o una taberna tampoco es una taberna y la personalidad del lugar no va acompañada de la estética, todo puede fallar. Y en este caso, Sabina y su socio, el español Julio Sánchez, no comprendieron la idiosincrasia del pueblo chileno. Por lo tanto, e inteligentemente, dieron vuelta atrás y crearon un nuevo concepto.
¿Dará resultados?
El lugar, la decoración y el ambiente merecen una segunda oportunidad. Charro por así decirlo. Esos colores fuertes típicos del pueblo mexicano y grabados por doquier que entretienen hasta al más aburrido de los comensales. Las mesas pintadas y decoradas con textos alusivos a la típica tradición mexicana de amores y desamores. Para mejorar la oferta gastronómica contrataron al chef Michael Bórquez, que anteriormente se había desempeñado como cocinero (en el Ópera) y como chef en el Puerto Pradera, un restaurante orgánico que pocos conocen. Pero Bórquez asumió el desafío con respeto a la cocina mexicana y está intentando cautivar a su público con recetas auténticas y de buen sabor.
Tiempo que no bebía un tequila Margarita en esos copones típicos de Jalisco. Es posible que aun falte reingeniería en el bar ya que estaba “aguadito” y eso no es de mexicanos.
¿Qué diría Sabina, que le gustan los tragos duros?
Todo lo salvó un Corralillo 2010 sauvignon blanc que acompañó un tiradito (auque ellos lo llamaban crudo) de lenguado del Golfo de México (¿?) con cebolla roja, cilantro y granadas con un dressing de ají tabasco. Sabroso y reconfortante. Luego, una sopa de cola de res cocinada al horno, con tomate y cebolla roja acompañada de un cabernet Sauvignon Gracia de Chile.
¿Vinos para la comida mexicana? Por lo menos para los platos que nos estaban presentando, sí.
Un estofado de Oaxaca de conejo sobre una masa brissé nos esperaba a continuación. Rico… moderno…pero lo tradicional mexicano se estaba perdiendo. Es el riesgo cuando el chef se quiere lucir con sus preparaciones. Pero cuando uno va por una cochinita pibil, un mole poblano o un pollo chiplote, las recetas de autor están de más. Aprendamos, primero, a saborear unos buenos tacos y un rico arroz picante antes de introducirnos en la variada comida mexicana de autor.
Me gustó el lugar y la oferta que tienen es grande. Es muy cierto que en Chile poco sabemos de comida mexicana, las que a veces se confunde con la tex-mex. Lo importante es que acá hay una intención verdadera para poder entender una cocina que poco conocemos. Es cierto que la gastronomía mexicana es hoy en día Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero hay que conocerla. Y aunque no se crea, la universal gastronomía de ese país pasa aun desapercibida en Chile.
La Mordida tiene un no-se-qué que encanta. Música mexicana de autores antiguos y modernos que hablan de amores idos y perdidos; colores rabiosos en su ambientación y cálidos ambientes. Dos pisos para recibir cómodamente a una centena de parroquianos y una extensa carta de especialidades que habrá que ir conociéndolas. Es tan acogedor que dan ganas de “robarse” algo de ellos para el recuerdo. Pero desgraciadamente sustraer (con o sin permiso) una mesa y cuatro sillas, seria como mucho.
Ya lo dice la canción: “México lindo y querido”.Y si hay un ejemplo de esa gastronomía, La Mordida es unos de los mejores lugares que podemos disfrutar. A decir verdad, por fin hay un exponente de la cocina mexicana que vale la pena conocer. (Juantonio Eymin)
Para reír... los amigos, para olvidar... la bebida, para ser feliz... contigo, para todo... 'La Mordida'. Joaquín Sabina
La Mordida: Dardignac 0143, Barrio Bellavista, fono 732 6227