SHAHRAZAD
La cocina del mundo árabe tiene tradición en Chile gracias a una gran inmigración proveniente de esos pueblos y que llegaron a Chile entre 1900 y 1930. Hoy se estima que cerca de un millón de chilenos tienen ascendencia árabe. Ese es el punto crucial para entender las razones del éxito de esta cocina en las ciudades y pueblos chilenos.
Los restaurantes árabes también tienen su historia. La mayoría se instaló en los sectores de la Avenida Perú, en Recoleta, ya que allí vivía gran parte de la comunidad palestina y libanesa que poseían tiendas en el sector de Patronato. Luego, con el advenimiento del mundo globalizado, chinos y coreanos se tomaron gran parte de este sector lo que obligo a los restaurantes árabes a emigrar a otras comunas de Santiago. Y la última apertura fue el Shahrazad, en pleno El Bosque Norte.
Calido lugar. Decorado a la usanza y con música ad hoc, el chef Izzeldeen trabaja una pulcra cocina los productos y recetas de su tierra. Así, y en pequeñas porciones, aprendemos algo más del hummus, moutabal de zapallitos italianos, papas picantes con cilantro, kubbeh frito y las clásicas hojitas de parra rellenas (entre 2.500 y 3.000). Para beber, ofrecen un aperitivo diferente a hombres y mujeres que no me convencieron para nada pero que amablemente me lo cambiaron por una copa de sauvignon blanc.
Aun no cumple un mes desde su apertura y la cocina se ve sólida y un servicio atento, gentil y conocedor de la maraña de platos que llegan a la mesa. Luego, en potes separados, tres sopas. Una de lentejas rojas (3.150), otra de cebolla, trigo y pollo (3.300) y una tercera que realmente superó todas mis aprensiones con el lugar: Herrera le llaman (3.400) y es una sopa de cebollas con carne de res, lentejas negras, garbanzos, zanahoria y tomate. ¡De vicio! Volvería sólo por ella.
Grandes fondos en calidad y porción: Filete de mero apanado con especias y arroz marinero (9.250); Tajin marroquí de pollo (8.350) y Tajin tunecino de pescado (9.500), entre una decena de variedades a elección. La carta de vinos aun cojea un poco, pero sin duda mejorará con el tiempo.
Budín de sémola, crema y pistachos (2.850) y Osmaleyeh –knafe con crema, masa crocante, nueces y jarabe (3.850) entre los postres más atractivos… y adictivos.
Buena presentación. Curiosamente abren desde las 8 de la mañana hasta medianoche. En la mañana ofrecen desayunos árabes para pasar a un almuerzo con opciones internacionales o propias (6.500 y 8.550) que incluye aperitivo, entrada, fondo, postre, una copa de vino y café. Ojalá que el Shahrazad se asiente de buena forma en El Bosque. Es novedoso y atractivo. Y si parte de ese millón de descendientes que gustan de esta comida los visita, el éxito lo tienen asegurado. (Juantonio Eymin)
Shahrazad: El Bosque Norte 083, Las Condes, fono 233 5871