NESPRESSO
Más vale tarde que nunca
Conocí Nespresso hace bastante tiempo y mucho antes que la marca llegara al país. Un conocido chef y empresario gastronómico se trajo una máquina Nespresso de uno de sus viajes y se conseguía las cápsulas con un contacto de alto nivel que tenía en Nestlé. Pasó el tiempo y en Nestlé se dieron el placer de estudiar el mercado bastante bien para entrar al país cuando se dieran todas las condiciones para ello. Demás esta decir que tomar buen café tiene su precio.
Cuando el mercado del café en Chile estaba maduro y posiblemente saturado, entraron con sus máquinas y cápsulas para atraer al consumidor final. Se posicionaron en el sector A1 de nuestra población y cambió la forma (y el lugar) donde tomar un buen expresso. Mi último encuentro agradable con Nespresso fue en un logde de pesca perdido en nuestro sur, donde el frió reinante se calmaba con una grata y aromática taza de café.
Y siguen innovando. Cuando en Nestlé se percataron que el café con leche era de gran consumo en nuestro país, trajeron una nueva máquina: Lattissima +, cuya doble función permite a los amantes del café con leche puedan crear en sus hogares espressos, capuccinos, lattes y machiattos perfectos de manera práctica y rápida; con solo apretar un botón. Bueno, el botón tiene su precio también y parte desde los 315 mil pesos. Sin embargo el disfrutar de un buen café en casa o en la oficina, no tiene precio.
Y la variedad en cápsulas también es grande. A un gran surtido de diferentes sabores y fuerza, recién lanzaron al mercado Naora ($ 5.000 las 10 cápsulas), un café de cuerpo medio con un suave amargor, acidez jugosa y una intensidad de 5 en una escala de 1 a 10. El blend surge de la combinación de granos arábica puros de alta calidad provenientes de distintas regiones de Colombia. El clima ideal de la zona aumenta los componentes aromáticos de Naora, otorgándole un sabor más delicado y equilibrado y una textura más fina.
Si el lector está buscándole algún parecido al Nescafé y el Nespresso, nunca lo encontrará ya que son dos productos diferentes. Como una citroneta y un Maserati: los dos tienen cuatro ruedas, pero son diametralmente distintos. (JAE)