martes, 19 de marzo de 2013

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(Marzo) PASTAMORE (Las Tranqueras 1352-A, Vitacura, fono 2886 2236): “Ennio Carota ha regresado -ojalá en definitiva- para instalar con su mujer su propia trattoria en un espacio sencillo, no muy grande pero acogedor” “Probamos como entradas ensalada caprese de su rica mozzarella con tomates confitados y rúcula, abundante como todo ($7.600); finas tajadas de lengua de vacuno, algo enrojecidas por su preparación, con puré de palta (que no estaban en la carta), y "uovo del Purgatorio", una cazuelita de loza con un huevo, tomate fresco, crema, aliño de trufa y queso parmesano gratinado ($5.900). Los platos de fondo fueron tagliolini al pomodoro con albondiguilllas de carne y albahaca ($6.700); fettuccine Alfredo, ancha pasta casera al huevo, de perfecta cocción al dente, con crema fresca, pimienta, prosciutto crudo y queso parmesano ($7.400), y spaghetti con langostinos (para nosotros, camarones) del Atlántico, de muy buen tamaño y mucho más sabrosos que los ecuatorianos, y tomate fresco ($8.900). Pannacotta ($2.400) y dulce de zapallo camote con lonjas de queso. Buen café ($ 1.200). No me cabe duda de que esta nueva aventura de Ennio, ya bien encaminada, culminará en un éxito total."

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(Marzo) KARASHI SPICE (Bellavista 0868): “De la cocina paquistaní se sabe poco, pero resumiéndola un poco a lo bruto es como aquella que se encuentra en los restaurantes indios, con menor intensidad en las especias y la incorporación de la carne de vacuno.” “El local es de tamaño medio y la joven que atiende es risueña. La música no es muy oriental. Aparte de atender a la carta, cuentan con ofertas diarias que incluyen entrada, jugo natural y postre. En esta ocasión se partió con unas samosas de carne molida ($2.200), ya que no tenían de vegetales. Sabrosas y especiadas. Y unos "dedos de pescado" ($2.800), muy fritos y que habían pasado previamente por el frío más de lo recomendable. De segundos, junto con un pan (nan, $1.000), un pollo con curry y maní ($5.000) y un Nahari ($5.300), que se explica como "carne mechada con salsa estilo paquistaní". El pollo estaba un poco soso y seco, mientras la carne era blanda y sabrosa, aunque algo escasa. Ambos platos venían con arroz.” “La idea era terminar con algo dulce, pero no tenían postres.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(Marzo) LA BURGUESÍA (Santa Magdalena 99, local 3, Providencia. Cel: 9731 9389): “La carta ofrece algunos picoteos, como tártaro aliñado con aceite de sésamo, y hamburguesas clásicas -como la Juicy Lucy, rellena con queso cheddar, o la Grillada, servida entre dos tajadas de cheddar- y hamburguesas gourmet, con provocativas opciones como la Camarona -queso crema, tomates confitados, camarón grillado y mayo al ciboulette- o la Blue Pear, con salsa de queso azul, tocino y peras caramelizadas. Por suerte no pedimos nada para comenzar, porque los emparedados son tremendos, y vienen con exquisitas papas fritas con su cáscara, o con ensalada con ingredientes fresquísimos. Probamos la hamburguesa Avocado, con rúcula, mozzarella, carne (todas las hamburguesas se sirven en punto ¾, a menos que el cliente pida otra cosa), tocino, palta en su punto y en la carta decía mayonesa de camarones; en realidad era una mayo rica, pero verde y sin sabor a camarones. El pan viene con el tradicional sésamo encima y tiene la suficiente firmeza para no desarmarse al primer corte. También degustamos la opción vegetariana: hamburguesa de falafel (pasta de garbanzos frita, moldeada en este caso, no como bolitas sino como una fricandela) con berenjenas grilladas, tomates confitados y salsa de yogur y sésamo, que me pareció superrica. Para tomar, elegimos las limonadas con maracuyá y con menta, ambas ricas y con poca azúcar. Para compartir pedimos un postre, sin ninguna expectativa: brownie con helado de vainilla. ¡Estaba extraordinario!”

CÉSAR FREDES (La Nación Internet)
(Marzo) COSTAMIA (Costanera Center, Andrés Bello 2447, local 5168): “La verdad es que sólo ingresamos a este templo de la alienación contemporánea para comernos un pescado y algo más de la mano de “Alex” Dioses. El pescadito, un poco chicón eso sí, estaba muy bueno y la fritura fragante, como la de las empanaditas de queso y jibia (nota original en la utilización de productos del mar en la nueva cocina chilena).” “Muy bueno también el cebiche “raspado”, aderezado con limón, cebolla, cilantro y poco ají, diferente a las otras dos opciones de “a la peruana”, con camote y dientes de choclo y ·”a la chilena”, en trozos rectangulares y sin choclo ni camote, como los ofrece personalmente el chef.” “Nosotros fuimos por los pescados de Alexander Dioses y salimos contentos. No es caro: se puede comer por $12.000 con cerveza o vino.”