martes, 29 de octubre de 2013

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

MUJER                           
PILAR HURTADO
(OCTUBRE) LOMIT’S (Avenida Providencia 1980, fono 2233 1897): “La carta es amplia y bien tradicional; hay hasta variedad de tortillas, algo delicioso y que lamentablemente constituye casi una rareza en una carta. Tomamos dos bebidas y una cerveza belga Bruegel que estaba heladita y muy rica. Eso llegó pronto, pero los platos se demoraron demasiado (más de 35 minutos), así como la cuenta al final. Mi cuñado pidió un lomo a lo pobre con harta cebolla frita que le robé, sendos huevos y papas (las chanchas pedimos una porción extra de papas fritas, que tampoco trajeron antes). La carne estaba un tanto recocida, si bien es cierto que él no especificó el punto, pero se despachó el plato con el mayor gusto. Mi hermana hizo lo propio con su gran escalopa de carne rellena de gruesa capa de jamón y buen queso. Muy buena. Además elegimos una ensalada pebre (así está en la carta) que nos encantó como idea, no solo para el pan ¡sino para comérsela toda! Yo no me perdí el sándwich de pernil como me gustan los sánguches (sí, vieja y mañosa, pero qué se le hace): con tomate, mayo y ají verde. El pernil estaba rojito, tan bueno y sabroso que hasta soñé con él la noche siguiente. ¡Excelente!”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(OCTUBRE) LA CASA VIEJA – BELLAVISTA (Antonia López de Bello 53, fono 2777 3059): “La carta advierte que es provisoria, pero ojalá que nunca saquen los locos al olivar ($8.990) como uno de sus picoteos. En cambio, vaya una dura crítica a sus machas a la parmesana ($6.490): eran chicas, casi para la risa, y una de ellas venía con arena. ¡Ya, pues!” “El resto, perfecto en el tono chileno que es marca de fábrica. Unas plateadas blandísimas ($6.190 cada una), un plato de erizos limpio y bien servido ($8.690), un lomo liso en su punto ($6.190), con papas fritas recién hechas ($2.290). Un trozo abundante de costillar de chancho ($6.290) tampoco destiñó, con su puré de papas de guarnición ($2.290). Y, para rematar en este almuerzo variado y regado, aplauso sacó un pastel de jaiba ($6.190), bien equilibrado entre sus ingredientes. De postre, una notable leche asada ($2.390). En fin. Un clásico de la cocina llenadora para los paladares chilenos.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(OCTUBRE) CARROUSEL (Los Conquistadores 1972, fono 2232 1728): “No tenían uno de sus platos insignia: los erizos al cajón. "Se habían acabado los erizos; hubo muchísima gente al almuerzo"... No puede ser que no esté disponible algo que es ahí tradicional. En fin. Nos consolamos con una lengua nogada ($8.400), cortada demasiado delgada como para saber que era lengua, con mucha crema y no demasiadas nueces, pero con el bonito color de la antigua salsa de harina tostada. Acompañado ($2.100): papas duquesa (cilindros larguitos, su forma original); muy buenas, perfumadas con nuez moscada.” “Esperábamos también "memorizar" con el fricassé (esta vez de filete: $10.800), otro plato emblema del restorán. Pero no fue como debe ser: debe traer cubos de pan frito y no daditos minúsculos (remojados), y las papas fritas, que deben ser en cubos, eran delgadísimas láminas. No: eso no es fricassé chileno. Corrección fácil: desechen la idea de que lo chiquitito y delgadito es siempre fino.” “Resumen: carta rica en platos franceses y afrancesados, que incluye criadillas, riñones y otras cosas recién aparecidas en restoranes "actuales"; tortillas (bendita sea); antiguas tostadas (canapés) con champiñones u otras cosas. Carta algo larga (peligro): cuiden la ortografía francesa y no digan Appetizers (gracias). Servicio algo errático. Pocos estacionamientos. Bonito lugar.”