martes, 30 de abril de 2019

LOBBY MAG


LOBBY MAG

Año XXXI, 2 al 8 de mayo, 2019
LA SEMANA: Más allá de un buen Crudo
MIS APUNTES: Las otras delicias del Rubaiyat
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: Almorzar en una viña
 

LA SEMANA


MÁS ALLÁ DE UN BUEN CRUDO
Dura faena. Si no es fácil decidir cuáles son los mejores crudos –o tártaros- que se pueden conseguir en estas comarcas, más difícil es encontrar aquellos que sean diferentes al normal de las preparaciones. Distintos, ya que en su ejecución se utilizan aderezos o productos de uso poco habitual y/o han logrado fama por ser únicos o diferentes. En esta edición le presentamos cinco Crudos que no dejan a nadie indiferente, razón suficiente para probarlos lo antes posible.  
 

 
LE BISTROT
El Tartare de boeuf que ofrece este lugar, sorprende por sus ingredientes y presentación. Una pirámide de carne magra cortada a cuchillo, con queso roquefort, trozos de manzana y nueces, todo integrado en un plato insospechadamente único. La manzana genera una suave acidez y las nueces una crocancia sin igual. Aparte, para que se convierta en soberbio, mostaza, salsa inglesa y tabasco, para darle el toque individual. Diferente, pero maravilloso. (Santa Magdalena 80 / 22232 1054)

 

 
BAR NACIONAL 2
Que es histórico, lo es. El Bar Nacional, el clásico de calle Huérfanos, parece estampa sobreviviente de aquella bohemia del centro que murió con el toque de queda de los años ‘80. Con harto espejo y formalita, con precios razonables, pero no gangas, cuentan con una cocina muy chilena de perfil casero. Acá siempre se come bien y uno de los favoritos es el Crudo al canapé, preparado frente al comensal –en la barra-, con carne molida, yema de huevo, cebolla en cuadritos, perejil, sal, aceite, salsa inglesa, merquen, limón, ají, pimienta y un golpe de salsa de soya, todo ello sobre tostadas de pan de molde. ¡Un imperdible!  (Huérfanos, 1151, Santiago Centro).

 

 
MUU STEAK
Esta nueva parrilla capitalina ha glorificado el Flat Iron, un corte gringo certificado, que más se conoce en Chile como punta paleta. La gracia del Crudo que ofrecen, que es elaborado con este corte –troceado a cuchillo-, se presenta aliñado con salsa de soya, salsa de ostras, vinagre y pimienta, acompañada de un aderezo a base de crema acida, sal, pimienta y queso parmesano. Un crudo sabroso, enviciante y diferente, que necesariamente hay que comerlo para evaluarlo como los dioses mandan.  (Distrito de Lujo, Parque Arauco / 22617 0876)

 

ORIGEN BISTRÓ
Para sibaritas acérrimos es el tártaro que ofrecen en este lindo lugar que poco a poco va consolidando su prestigio, gracias a la gestión de su chef Ignacio Ovalle. Carne angus cortada a cuchillo, con erizos de Caldera y foie gras rallado, es el epitome del sabor y, –a la vez- el plato estrella de este restaurante. Aderezado con vinagre de arroz, jengibre, limón y una mezcla de cinco pimientas, lo convierte en uno de los más extraordinarios crudos de la capital. (R. Cumming 94, Centro / 22699 3059) 

 
 
LILI MARLEEN
Alemán hasta la médula es este restaurante que ha logrado encantar a cientos de amantes de la cultura alemana con su comida y cerveza. La calidez se hace notar desde el minuto en que uno entra a este submundo marcado por miles de fotos, música prusiana y fervor por el régimen militar, que independiente de las preferencias políticas, ofrece una apuesta diferente, cuidando de todos los detalles para convertir una visita en algo inolvidable, tanto como sus sublimes -y legendarios- Crudos, con abundante carne y pepinillos, mostaza con eneldo y limón, todo acompañado con rebanadas de Pumpernickel, el gran pan negro alemán, como debe ser.

 

MIS APUNTES


 
RUBAIYAT
Las otras delicias

Pareciera digno de Ripley, pero el plato más famoso de esta tradicional parrilla capitalina, no es un trozo de carne, ya que el Carpaccio de setas portobello con piñones y aceite de trufas ($ 9.900), se ha llevado los elogios de todos los clientes desde su apertura, hace tres años.

Es cierto que, lo que llamamos increíble, no es un fenómeno, ya que en la gran mayoría de las buenas parrillas que existen en la capital, los entrantes no son mayoritariamente de carne, siendo los pescados y mariscos los más solicitados por sus clientes. Acá, en Rubaiyat, la oferta es grande y sabrosa, ya que aparte del ya famoso Carpaccio, ofrecen una buena serie de “adicionales” –por así llamarlos- que se han mantenido en el tiempo, como su sabrosa Fideuá de camarones al azafrán ($14.500), los siempre solicitados Locos a la parrilla (13.100) con papas confitadas, mayonesa de hierbas y hojas verdes, o su última novedad, un Tataki de salmón curado, con merengue de maracuyá y cremoso de palta ($ 9.200), de sabor sublime, pero una porción algo egoísta.
Por tanto, de todo y para todos. No por ser enemigo de las carnes rojas, este lugar está prohibido. Con un servicio que supera con creces lo conocido, la asistencia siempre amable del jefe de sala y del sommelier, acá el cliente se siente a sus anchas y no hay duda que disfrutará tanto o más que los idólatras de la carne, la razón de ser de este restaurante que nació en Sao Paulo hace 60 años.

La paleta de cortes de carne en el Rubaiyat es significativa y la preparan a gusto del comensal. Pero como esta crónica va más allá de sus carnes, la Merluza austral (15.000), el Spaguetti mediterráneo (11.900) o el pulpo al horno con pimentón dulce (15.000), son otras alternativas que no se pueden dejar pasar, más aún cuando las guarniciones que ofrecen son verdaderas joyitas que hay que degustar, como un maravilloso Quinoto con queso de cabra y tomate deshidratado ($ 5.800), una suave Pastelera de choclo ($ 6.500), el Mix de fungis ($ 6.500) o su espectaculares Espinacas a la crema ($ 5.900). Todo esto, sin tomar en cuenta sus invernales y sabatinas Feijoadas, que pronto regresan para felicidad de muchos.
Los postres también sacan suspiros. Si a todo esto le sumamos una atractiva carta de cócteles y una generosa y variada gama de vinos, el placer está asegurado.

Si el lector no es amante de las carnes, piérdale el miedo a las parrillas, ya que hay bastante más de lo que generalmente se puede pensar. Rubaiyat no es solo carne y fuego. Su chef y cocineros no lo defraudarán. (JAE)

Rubaiyat / Av. Nueva Costanera 4031 / 22617 9800

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


ALMORZAR EN UNA VIÑA
El boom del enoturismo ha estimulado a las viñas a abrir restaurantes en sus bodegas. Una iniciativa que capta muchísimos visitantes y ensalzan nuestras raíces. En otoño, los viñedos se tiñen de colores alucinantes y le aseguramos momentos inolvidables. A continuación, los ocho mejores comedores entre Casablanca y Curicó. ¡Salud!

 
 
TORRES
La Viña Miguel Torres guarda uno de los mejores secretos del Maule. Este restaurante, pionero en esto de llevar la gastronomía a sus viñedos, y que está ubicado entre los viñedos del campo Maquehua, recupera los sabores tradicionales de la cocina chilena, con sofisticados platos en los que destacan productos orgánicos y de la zona. Con una decoración minimalista y refinada, hacen de un almuerzo una experiencia inolvidable. (Ruta 5 Sur, Km 195, Curicó / 75256 4110)

 

VIK
El Pavilion, con paredes vidriadas y una vista impresionante, tiene una propuesta que se centra en los productos locales y de temporada. Una cocina honesta, fina y sabrosa, con elaboraciones bien cuidadas, las que se pueden disfrutar mientas se visita la bodega más moderna e impactante del país. (Millahue, San Vicente de Tagua Tagua / 95668 4853)

 

MONTES
Francis Mallmann fue el socio elegido por Viña Montes para dar vida a “Fuegos de Apalta”, donde, con una cocina basada en la sencillez y un domo de fuego de 3 metros, se cocinan carnes premium, cordero patagónico y pescados de la costa Colchagüina. Emplazado en medio de los viñedos, los comensales disfrutan un maravilloso ambiente. (Millahue de Apalta, Santa Cruz / 72260 5190)

 

CASAS DEL BOSQUE
Elegido como uno de los mejores del mundo por la revista Wine Access, el Tanino de la Viña Casas del Bosque ofrece una exclusiva carta, en un entorno agradable y con mucho estilo. Además, el lugar propone un menú gourmet de 5 tiempos, en armonía con las cepas más emblemáticas de la viña. ¡Un must¡ (Hijuelas Nº 2 Ex Fundo Santa Rosa, Casablanca /22480 6940)

 

SANTA RITA
El restaurante Doña Paula, en honor a Paula Jaraquemada y considerado monumento nacional, tiene la apariencia de un comedor patronal, donde brilla la cocina chilena. Visitar la viña Santa Rita es conocer la tradición vitivinícola y parte importante de la historia del país. Una cocina premium que recoge preparaciones de gran calidad. (Camino Padre Hurtado 0695, Alto Jahuel / 22362 2520)

 

CASA SILVA
Ubicado en el Club House de Casa Silva y con una atractiva carta en base a una cocina criolla y burguesa, su comedor ofrece los mejores cortes de carnes y pescados de la zona, con ingredientes especialmente seleccionados dentro de Colchagua. Un espléndido lugar con un comedor de gran estilo. (Hijuelas Norte s/n, San Fernando / 72716 519)

 

VIÑAMAR
Intensidad, originalidad y cariño definen al restaurante Macerado en Viñamar. La idea es ofrecer una armonía intensa y entretenida entre cocina y burbujas; un cuidadoso trabajo que interpreta el espíritu Viñamar, manteniendo el concepto de cocina de origen, en un comedor –y edificio- asombroso, que es imprescindible conocer. (Ruta 68, Km 72, Casablanca / 32275 4300)

 

FOOD & WINE STUDIO
Al interior de la viña Viu Manent se encuentra un pequeño espacio que se ha transformado en objeto de deseo de los conocedores del vino y la gastronomía. Un atractivo entorno, donde la chef Pilar Rodríguez propone una cocina de territorio, sutil, delicada y tradicional, pero creativa y moderna a la vez. En este lugar se realizan sus memorables almuerzos, catas y clases de cocina. (Carretera del vino km. 37, Cunaco / 99999 2751)