martes, 16 de abril de 2019

LOBBY MAG


 

LOBBY MAG

Año XXXI, 18 al 24 de abril, 2019
LA SEMANA: El hombre del piano
MIS APUNTES: Sarita Colonia: ¡verdaderamente atómico!
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: El Danés crece en forma lenta, pero segura

 

LA SEMANA


EL HOMBRE DEL PIANO
No es fácil encontrar en la capital un bar o restaurante donde el pianista sea parte importante del éxito del lugar. Poco a poco han ido desapareciendo estos personajes que le otorgaban un toque especial a una velada de romanticismo a las parejas, o una suerte de alegre contagio a los habitués y grupos. Hoy, contamos con los dedos de una mano los comedores donde el hombre del piano, a través de sus melodías, deja claro que la música es parte fundamental de nuestras vidas. Por ello y esta semana, les presentamos cinco lugares donde aún podemos encontrarlos.

 

LATIN GRILL
Debe ser uno de los comedores hoteleros más conocidos, elegantes y exclusivos del país. Una carta con reminiscencias chilenas y un ambiente cálido y amistoso, se juntan alrededor de un piano, con suaves melodías propicias para amalgamar todos los sentidos. Un placer que al menos merece una visita en la vida. (Hotel Santiago Marriott, Av. Kennedy 5741 / 22426 2000)

 

 
THE AUBREY
Romance, romance y romance es el sinónimo más adecuado para The Piano Lounge, este lindo bar ubicado en uno de los más emblemáticos hoteles boutiques de la capital. La vista, los efectos de las luces y el ambiente hacen de este bar un imperdible para enamorar y enamorarse. Discreto y quitado de bulla, es uno de los más novedosos de la capital (Constitución 317, Bellavista / 2 2940 2800

 

 

DON RODRIGO
Sólo falta el humo de los cigarrillos para que este céntrico espacio unido al hotel Foresta sea la imagen perfecta y potente de lo que debe ser un bar. Con cuadros antiguos, paredes de terciopelo y garzones con corbata humita, lo convierten en un fenómeno mediático, donde el pianista logra cautivar a todos sus parroquianos. Una amplia carta de tragos, desde simples piscolas y cervezas hasta whiskys de malta, hacen el resto. Un imperdible para los noctámbulos santiaguinos (Victoria Subercaseaux 355 / 2 2639 6261)

 

 
GIRATORIO
Al almuerzo, el pianista se contagia con ritmos populares y pedidos de clientes que vienen de todo el mundo a este restaurante que gira alrededor de la capital. De noche, la luz amaina y el repertorio gira al romanticismo, a los boleros y tangos, que disfrutan con ganas todos los que habitualmente repletan este clásico capitalino. (Av. Nueva Providencia 2250 / 22232 1827)

 

 
TRAFALGAR
En el Crowne Plaza todo es grande y su bar Trafalgar también. Aislado del ir y venir de sus huéspedes y clientes, al atardecer se transforma en guarida de clientes y huéspedes de todo el mundo que lo convierten en un espacio indispensable para el descanso a finales del día. Con piano –y cantante- en vivo y una gran variedad de bocadillos, es uno de los bares más cosmopolitas de la ciudad. (Alameda 136 / 2 2638 1042)

MIS APUNTES


 
SARITA COLONIA
¡Cautivador!
Cuando a las 8 de la tarde (en horario de verano) abren las puertas del Sarita Colonia, si bien no hay filas para ingresar, muchos esperan en las veredas aledañas para ingresar a este verdadero templo gastronómico que deja casi sin aire a los que aún no lo conocen, donde no han escatimado esfuerzos para convertirlo en el comedor más kitsch del circuito gastronómico capitalino.

Lo bautizaron como una versión travesti de la cocina peruana, una que confunde y encanta, pero a lo largo del tiempo ha consolidado una cocina peruana moderna, de base norteña, pero con productos chilenos y técnicas étnicas diferentes, algo que difiere totalmente de la clásica cocina peruana que hemos conocido estos últimos años.

Detrás de las viejas mamparas de una casona sin letrero alguno, se esconde la magia y el encanto que ofrece este restaurante que nunca ha dejado de impresionar. Por ello, cada cierto tiempo cambian su carta gastronómica y de alcoholes, con la finalidad de renovar la oferta para sus clientes frecuentes y también presentar nuevos cócteles, uno de los fuertes del lugar. No se puede dejar de probar el “Corazón Negro”, con licor Parfait Amour, pisco Sagrado Corazón especial, jugo de maqui y pomelo, o de conocer “Tu Media Naranja”, con Gin República Andina, jugo de zanahoria y naranja, syrup de mandarina y tónica, ambos grandes aperitivos que invitan a compartirlo junto a un sabroso (y difícil de encontrar) Ceviche de chochas, ostiones y pulpo ($13.900), marinado en jugo de limón de pica, cilantro, sal y ají limo, servido con cancha y puré de camote, que devuelve el alma al cuerpo, dada su calidad. Ahora, si el lector es amante de la palta, imperdible será la Palta Reina ($12.900) rellena con ostiones, calamares y camarones salteados, papas, salsa teriyaki y fideos de arroz crocante, que cautiva y enamora.

Los fondos son adictivos. El “cremoso de mote al ají amarillo” es una guarnición que en este caso acompaña a una sobrecostilla glaseada ($ 14.900), pero a muchos les sobrará la carne ya que el acompañamiento es apoteósico. Una preparación tan brillante como sus Ajíes verdes rellenos de mariscos en salsa blanca, salsa de mariscos (ají amarillo, vino blanco, fondo de mariscos), láminas de palta y chalaquita de ajíes blanqueados. ($12.900), que, a pesar de parecer un plato picante, no lo es y se ha convertido en uno de los más solicitados de la nueva carta de este lugar.

A la hora del postre, y para valientes (y valientas –si me perdona la RAE-) no hay que perderse el Princesa 2.0 ($ 6.900), una mousse de maní, brownie de chocolate, helado de chocolate, maní garrapiñado y salsa butterscotch. Todo un fin de fiesta.

Si el lector conoce el Sarita Colonia, regrese pronto ya que la nueva carta merece otra visita. Si, por el contrario, aún no ha tenido la oportunidad de conocerlo, hágase un tiempo lo más pronto posible, reserve una mesa y no se pierda uno de los restaurantes más exóticos de la capital (y del país). Nada se le puede comparar y nadie, en su sano juicio, podría imitarlo. Es único y exclusivo.

Verdaderamente atómico.

Sarita Colonia: Loreto 40, Recoleta / 22881 3937


LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


 
DANÉS
Ubicación, calidad, diseño y servicio son los pilares fundamentales de esta cadena de comida casual y familiar que crece en forma lenta, pero segura.
Hace cinco años entré por primera vez al Danés de Vitacura, una fuente de soda – bar – restaurante, que ciertamente le guiñaba un ojo a los Tip y Tap de aquella época. El local, con barra en su primer piso y mesas en el segundo, ofrecía una gran variedad de platos y sánguches, donde el servicio destacaba por lo ineficiente y algunos “best sellers” -como ellos pregonaban-, no cumplían su misión. Un primer intento que ha sido poco a poco corregido y que me ha permitido –con el tiempo- cerciorarme que, tras la inauguración de su último local, en Tobalaba, a pasos de la Av. Providencia, se han tomado todas las medidas necesarias para que cada visita sea una buena experiencia.

Si bien la carta sugiere varios productos y formatos, el sánguche es por lejos lo más solicitado. Personalmente no me agradan los que son demasiado altos y se deben comer con tenedor y cuchillo, con babero o servilleta en el cuello, o con manga corta para evitar mancharse con los jugos; aun así –y mientras más altos (y supuestamente incómodos de comer), son los caballitos de batalla de esta familiar fuente de soda, con aires de restaurante casual.

Y allá voy con este nuevo Danés ubicado en Tobalaba. Una buena copa de un frío sauvignon blanc para acompañarlo con un increíble Crudo ($ 6.900), aliñado en la cocina, con papas fritas y tostadas en pan de molde. Aparte, unas deliciosas Costillitas BBQ ($ 7.900), preparadas con sésamo, cebollín, apio, zanahoria y su correspondiente salsa, de rico sabor y consistencia.

Frica y molde, en versiones normal o integral, son las bases de los sánguches (que promedian los $ 7.000 c/u) ya sean lomitos, churrascos, hamburguesas, mechada, pollo o completos, ocupando en general cerca del 60 % de la carta y posiblemente el 90 % de los pedidos. Definitivamente comer sánguches es un arte que supone mucha experiencia en el área y manejo experto de las herramientas –léase tenedor y cuchillo-. Sin ser un maestro en esta técnica, opté por la carne mechada, que ya es obligatoria en cualquier sanguchería que se precie de tal, y que acá la sirven con una porción generosa de carne, dueña de una leve resistencia al mascar, y acompañada por un mix de pimientos rojos asados que le aportan dulzor, rúcula para la crocancia, abundante palta y la mayo casera del local.

Los fondos, desde $ 6.900 (salmón a la plancha) a los $ 12.900 (filete 250 grs.) no dan para muchos comentarios, al igual que los postres, ya que acá la tendencia es el pan.

Cócteles y cervezas a destajo. La carta de vinos es más prudente ya que la gran mayoría de sus clientes son bebedores de cerveza. En servicio –extranjero- es muy bueno y eficiente. Excluyo de esta crónica al local del Aeropuerto, ya que es una franquicia y dudo que los precios y calidades sean similares. Al menos en la capital, no transan en ello.

Definitivamente, el Danés le cumple al target para el cual fue creado.

Danés:
- Vitacura 4607, local 2
- Colón 4405, local E
- Alto Las Condes
- Coronel Pereira 84, Las Condes
- Tobalaba 201