miércoles, 3 de diciembre de 2008

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XX, 4 al 10 de diciembre, 2008

LA NOTA DE LA SEMANA: Guía de la cerveza 2009
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: Adra: brillante
LOS CONDUMIOS DE DON EXE: My name is Acklin... René Acklin
LOS APUNTES GASTRONÒMICOS DE LOBBY: Alma, la reina de las especias
DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES: Festival gastronómico de Singapur
BREBAJES: Amaretto sour debuta en el mercado chileno
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana

LA NOTA DE LA SEMANA


GUÍA DE LA CERVEZA 2009

Leslie García es una buenamoza y delgada muchacha que trabajó junto al sommelier Pascual Ibáñez y al químico Mario Ávila para sacar adelante una nueva versión de la Guía de la Cerveza en Chile 2009. En la ocasión degustaron 189 variedades de cerveza que se comercializan actualmente en el país. Industriales y artesanales; de pequeñas elaboradoras -casi de garaje-, hasta de grandes fábricas que producen esta ancestral y milenaria bebida.

Este año, dos cervezas nacionales y dos canadienses se llevaron los aplausos del panel de cata: Trois Pistoles, Unibroue (4.85); Kross Stout (4.80); Szot Imperial (4.80) y Terrible Unibroue (4.80), fueron las reconocidas. Pero la guía contiene mucho màs material que las simples notas o puntos. Historia, maridajes, descripciones y análisis de cada una de las cervezas disponibles en el mercado están reflejadas en las 240 páginas de esta Guía, una verdadera biblia de la cerveza en el país.

Contenta estaba Leslie García durante el lanzamiento de esta Guía. Fue un trabajo duro para ella. Leslie solo escuchaba los comentarios de los presentes ya que ella no puede ver. Es ciega de nacimiento y se está convirtiendo en todo un descubrimiento para esto de las catas y prueba de productos. Leslie estaba tan contenta como su profesor, Pascual Ibáñez, que logró traspasarle todos sus conocimientos. Varios motivos para adquirir esta nueva edición que se pone a la venta esta semana en las mejores librerías del país a un precio de referencia de $ 9.900.

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR



ADRA
Brillante

De Tomás Olivera se ha dicho todo. Su cocina es una de las más brillantes de las que se puede encontrar en el país. Ha recibido honores y premios. Él, sencillo y práctico, no se siente divo ni se le han subido los humos a la cabeza. Trabajador incansable, también se da tiempo para crear y buscar nuevas preparaciones. Se le “ocurren” platos y los lleva a la práctica y cada cambio de carta que realiza en su restaurante Adra es una oportunidad única para regocijarse y seguir “enamorado” de este comedor, uno de los más finos del país.

Una cocina de detalles podría llamarla. Como ocupar tres finas láminas de champiñón con azúcar y levemente rostizadas para resaltar una terrina de foie gras, o una “espuma” de pepinillo dill que esconde un pequeño trozo de foie gras que estaba sobre un pequeño lomito de atún crudo. Detalles para maravillar y encantar.

De la nueva carta, este escribidor degustó cuatro entradas, dos intermedios y cuatro fondos aparte de su estupenda repostería. De las entradas, imperdible es un tártaro de res con maní y menta, de intenso sabor y textura. Otra, tres finos camarones con sopa fría de tomate, “caviar” de naranja y ciboulette.

Los detalles y “ocurrencias” llagan a los fondos. Un “dúo de pescados con chapaleles” es una de las mejores opciones de esta nueva etapa. Dos trozos –reineta y salmón- con crema holandesa “sopleteada” y acompañada de un chapalele de centolla. Divino. Tanto como una versión comercial de nuestro común y vilipendiado tomaticán con papas doradas y una grandiosa sopa de almejas, de intenso sabor, propio de caletas y puertos.

Los postres, que llegaron en forma de trilogía (chocolate, maracuyá y banana), destacan por su sabor e innovación. La repostería del Ritz es una de las mejores de la capital y dignifican los postres que se elaboran en el país.
Los vinos, de una carta de 365 etiquetas, sobresalientes. Más que marcas o calidades, una gran armonía con los platos degustados.

Tomás Olivera sonríe satisfecho cuando finalizado el almuerzo lo abrazo y felicito. El sabe que a estas alturas de su carrera es cada día más difícil sorprender a sus comensales. Pero le gustan los desafíos y cuando se lo propone lo logra con creces. El acuñó el concepto de “Best sellers” para sus propuestas más conocidas y no cabe duda que a sus 35 años se ha convertido en uno de los mejores exponentes de la gastronomía en Chile.

Top. Incluso con los ojos cerrados (Juantonio Eymin. Fotos. Mariana Martínez)

Adra: Hotel Ritz Carlton. El Alcalde 15, Las Condes, fono 470 8500

LOS CONDUMIOS DE DON EXE



TERMAS DE CAUQUENES
MY NAME IS ACKLIN…RENÉ ACKLIN
Crónica gastronómica interpretativa

Tengo un par de diferencias con Bond. Lógico. A él le gusta el martini “shaken, not stirred” -batido, no revuelto-, y yo prefiero el vodka tónica. Él tiene licencia para matar, algo no muy bien visto este último tiempo en épocas de barbaries surtidas, y yo tengo licencia para ir donde se me plazca ya que vivo solo. Aparte de ello, creo que Bond y yo podríamos llegar a ser muy buenos compinches. El tiene buenas amigas y yo buenos contactos, así que podríamos formar una dupla de miedo.

En eso pensaba cuando Mathy me preguntó si en las Termas de Cauquenes hacía frío a finales de noviembre. Gracias a que el jefe sufrió una repentina indigestión debido a un exceso de oil fish que había comido dos días antes, me traspasó su invitación para degustar la cena de Año Nuevo que cada año organiza René & Sabine Acklin en sus termas ubicadas en la precordillera de Rancagua. Lógicamente invité a Mathy y ella, feliz, estuvo un día completo organizando un viaje que sería de antología.

La idea era ir, almorzar, ocupar las instalaciones, dormir, desayunar al día siguiente y regresar a la capital. Una muestra dedicada a James Bond era el enganche de ese domingo. El mismo tema que se repetirá a fin de año, en la cena de Año Nuevo que ya es tradicional en este hotel-tinelo que manejan los Acklin padre e hija.

Viajamos con otra pareja de invitados y “enllegando” como dicen en el campo, nos entregaron las llaves de la bonita y nueva habitación que nos correspondería. Como era pasado el mediodía, sólo una refrescadita por aquí y otra por allá ya que nos esperaban en el bar del hotel. ¿Habrá solamente martini?, preguntaba mi dulce Mathy pensando que Bond sólo tomaba este brebaje.

- No, preciosa. Acuérdate que Bond también alucina con el champagne
- ¿Y tendrán pisco sour?
- No creo –respondí-. Pero tendremos que averiguarlo rápidamente
- Vamos Exe, comentó cuando se ponía un par de gotitas de un suave perfume en su cuello. Estoy lista.

Alguien nos endilgó hasta un salón de conferencias donde estaba preparada la “mise en place”. Un salón de aperitivos con varias “estaciones” ambientadas en las películas de Bond. Por ahí, una mesa repleta de ostras de borde negro y champagne Brut de Torres (espumoso habría que llamarlo ahora); otra de caviar de salmón con blinis, huevo, crema ácida y vodka Stolichnaya; una tercera con centolla a granel; otras con camarones salteados, huevos benedictinos y tártaro de tacas patagónicas. Más que de Bond parecía parte de una bacanal romana. Una séptima estación abastecía de licores y preparaciones variadas a los invitados donde no faltaba el buen vino, los mejores vodkas, gines y piscos dispuestos para la ocasión.

- No doy más Exe, me comentó Mathy
- Cuídate perrita –repliqué- ahora viene el almuerzo…
- ¿Almuerzo? ¿Estás loco?
- Si. Almuerzo, y largo…
- Vamos a tener que dormir sentados Exe. ¿Te das cuenta?
- Preciosa, lo mejor que puedes hacer es dejar de lado ese huevo benedictino que tienes en la mano listo para engullirlo y nos vamos a fumar un puchito para después pasar a almorzar.

Dicho y hecho. Tras un cigarrillo la mesa ya estaba dispuesta. Un almuerzo de nueve tiempos nos esperaba. Será, junto al aperitivo, la cena de fin de año que ofrecerá el hotel a sus comensales. Mathy pensó que no sobreviviría ante tanta comida. -Ándate con calma, alcancé a aconsejarle cuando llegaban a la mesa “grosas” lonjas de salmón ahumado con espuma de raíz picante. Parsimoniosamente comencé a degustar mi plato y ella lo terminó antes que yo. “Que maravilla” comentaba mientras bebía un chardonnay muy adecuado para la ocasión. Una sopa de abalones peruanos con trufas negras frescas llegó a continuación. Mathy, que nunca las había comido me preguntó por el delicioso aroma que desprendía esa pequeña lámina de trufa. ¡Esto es un orgasmo gastronómico! me comentó al oído con esa mirada lujuriosa que pone de vez en cuando. No le respondí ya que pensaba que comer sería el único placer de este viaje ya que lo demás… estaría de más…

Y seguirían las sorpresas: un gran trozo de foie gras fresco con morillas y champiñones pondría a prueba a los paladares más exigentes del país (nótese que ese día estaban presente gran parte de los especialistas gastronómicos). Notable y único. No sólo el foie gras. Las morillas, las más grandes que he visto en años y de un sabor irremplazable.

Tras un adecuado sorbete de mojito, útil para refrescar las achuras y hacer un alto en este aquelarre gastronómico, el cordero se hizo presente en un perfecto “koeftede”, un pastel de cordero elaborado con pan pita y yogurt. Al lado (y por si acaso alguien aun continuaba con hambre), varios trozos de suprema de pato al anís estrella.

Un queso de nuez francés, de rica consistencia y sabor comenzó a despedir este largo acontecimiento. De ahí, un postre que encantó a todos: frutillas a la albahaca con galleta de mantequilla con almendras y helado de chocolate para finalizar con café café y trufas de chocolate blanco. No podíamos pararnos de la mesa. El evento había comenzado a mediodía y poniéndose el sol aun estábamos comiendo. Un cognac en la terraza sería nuestro próximo destino mientras el personal de servicio aprovechaba de limpiar las mesas para recibir nuevamente a los viajeros que dormirían en el hotel.

De hecho, parece que este veterano con un tenedor y un cuchillo es tan peligroso como Bond y su Walther PPK. Mathy tampoco lo hace mal ya que rato después estábamos cenando en los comedores de este complejo hotelero y gastronómico.

Dormimos prácticamente sentados en la cama. Tras caer en un profundo letargo, soñé con Bond. Miraba mi barriga y se reía. Me cae bien el tipo ese, aunque ande matando a medio mundo cada vez que se le ocurre. Pero hay cosas que él aún no puede hacer. El tiene licencia para matar. Yo para comer. ¡Buen equipo podríamos armar!

Exequiel Quintanilla

Cena de Año Nuevo
Hotel Termas de Cauquenes, Camino Termas s/n, Machalí, Rancagua
Valor $ 78.000 p.p (IVA incluido)
Reservas:
Fonos 72-899 011 / 72-899012
Celular 7-707 7212
E Mail: ventas@termasdecauquenes.cl

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY



ALMA
LA REINA DE LAS ESPECIAS

Llenas de ideas y proyectos están las socias mayoritarias del Alma. Tanto Pamela Fidalgo, la chef e Imara Castagnoni, su sombra y cable a tierra, admiten que los comentarios de la venta de su restaurante son verdaderos. Verdaderos pero inexactos me recalca Imara. “Todos los restaurantes del país están a la venta”, me comenta. El problema es el precio.

Cierto. Y lógico. En épocas de turbulencias económicas los buenos restaurantes bajan sus índices de ventas lo que provoca un cierto nerviosismo en sus propietarios. Sin embargo y a pesar de las vicisitudes, Pamela se da el lujo de preparar una carta nueva, de verano, platos llenos de colores y aromas que degusté la semana pasada en esta hermosa casa de estilo mediterráneo del Paseo El Mañío.

La reina de las especias y de los dressings podríamos llamar a Pamela. Juega y se divierte con mil y un productos provenientes de su huerta y de sus combinaciones de especias. Como probar sus ensaladas, todas diferentes y de exóticos sabores. Por un lado de albahaca morada con endivias, queso azul y dressing de vino seco, a otra con espinacas, arroz integral, champiñones y dressing de soya al limón de pica y jengibre. Un poema para el paladar y para reconocer que no sólo de aceite y vinagre se aderezan las hojas verdes.

Pero la idea era conocer lo más granado de la nueva oferta. De sus cinco entradas aluciné –y anótelo ya que le podrá servir este consejo- con un Springroll de cangrejo dorado con queso crema y palta y salsas teriyaki y picante. Otra, tanto o más sabroso es el tataki de atún rojo y filete sellado en especias con emulsión de limón de pica y aceite de vainilla. Ambas propuestas, excepcionales y para lucirse si usted es el anfitrión.

Pamela siente un gran amor por lo thai. Por ello separa los fondos en dos: por un lado sus creaciones y por el otro parte de la clásica comida thai como sus fideos Pad Thai o platos con curries y arroces orientales. De su cosecha para este verano, imperdible es el enrolladitro de mero en masa philo con pesto de jalapeño y un dúo de purés de zanahoria y de papa negra. Otro plato brillante es el atún rojo con tartar de tomates y camarones con salsa de yogurt al eneldo y arroz salteado. Aparte de los ya nombrados, lomo de res y pato son parte de sus nuevas preparaciones.

Los postres también son especiales (y especiados). Una muestra: Cheese cake de pera y piña con chutney de especias y salsa ácida. Un fresco y original postre lleno de sabores nuevos y muy adecuado para finalizar un almuerzo o cena de magnitud. Otro como el aspic de piña sobre sopa de chirimoya y frutos rojos y la tradicional variación de chocolates, son opciones más que validas para un fin de fiesta atractivo y de calidad.

En fin. El Alma goza de buena salud y un inmejorable estado de ánimo. Rico y muy bien atendido se podría decir. Y mientras no llegue un mecenas a comprarlo, podremos seguir comiendo esta original propuesta, que no me cansare de recomendar. (Juantonio Eymin)

Alma: El Coihue 3886, Paseo El Mañío, Vitacura, fono 208 6095

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES




FESTIVAL GASTRONÓMICO DE SINGAPUR:
SINFONÍA EXÓTICA PARA LOS SENTIDOS

Karla Berndt


Si usted no tuvo la oportunidad de participar entre el 27 y 30 de noviembre del festival gastronómico de Singapur, ahora al menos podrá enterarse de algunas de las auténticas y sofisticadas preparaciones que el chef Mark Tay ofreció en esta oportunidad al público chileno en el restaurante Anakena de Grand Hyatt Santiago.

Para poder entender la tradición gastronómica de esta antigua colonia inglesa, isla-ciudad-país de tan sólo 700 kilómetros cuadrados ubicada en el sudeste asiático, hay que saber que su población – que no alcanza los 5 millones de habitantes – es una impactante mezcla de las culturas china, india y malaya, además, con influencias árabes. Un verdadero ejemplo de cosmopolitismo gastronómico.

Así de multifacética también se presentó la mesa aquel mediodía en la agradable terraza del Anakena, con vista privilegiada a la piscina y los jardines del Grand Hyatt.
Para comenzar, llenamos nuestros platos en el nutrido buffet de entradas, donde - entre alitas de pollo con salsa chili, fideos de huevo con camarones y curry, merluza austral con salsa de soya dulce y jengibre y ensalada de mariscos mixtos - destacan unos deliciosos rollos de pollo frito en masa de tofu especiados con anís y canela. Una verdadera sorpresa y me recuerdan un poco al sabor de las navideñas “Pfefferkuchen” de mi lejana tierra alemana.

Seguimos con brochetas de pollo, cordero y vacuno, marinados y grillados, servidos con una salsa espesa de maní, pepino, jengibre azul, cúrcuma y curry. La sopa Bak Kut Teh, preparada con hierbas chinas, pimienta y costillas de cerdo cocidas a fuego lento y de envidiable blandura, resulta muy aromática y reponedora.

Para degustar, sirven una bebida llamada Bandung, de color rosada, preparada con sirup de rosas, leche y agua, un refrescante cocktail sin alcohol que en Singapur es un típico acompañamiento a los bien especiados platos.

De todas maneras, para el próximo me quedo con el Chardonnay Reserva Santa Digna:
jaiba y carne desmenuzada de centolla en salsa de chili, jengibre, ajo y huevo, cocinada en wok y servida con arroz blanco al vapor. ¡Un verdadero acierto!

La siguiente sopa es ejemplo fiel para una de las preparaciones spicy de la cocina asiática en general y de Singapur en particular: Laksa, camarones y ostiones cocidos en una salsa de leche de coco y curry con especies fragantes.

Los postres del lejano oriente siempre sorprenden por su originalidad y poco parentesco con las recetas acostumbradas por nuestros paladares. El budín de perla de sago gratinado con azúcar de palma y salsa de leche de coco resulta muy sabroso y agradable en conjunto con un tibio té con leche condensada, agitado por el chef hasta tener la capa correcta de espuma.

Otras alternativas ofreció el buffet de postres donde la gama de tentativas alternativas abarcó desde frutas frescas hasta torta de arándanos y Lapis, una especie de biscocho típico del exótico país y que se disfrutan junto con el café. (Karla Berndt)

BREBAJES


AMARETTO SOUR DEBUTA EN MERCADO CHILENO

Furore, un amaretto sour importado desde Verona, debuta en el mercado chileno para satisfacer la necesidad latente de los consumidores de contar con una alternativa diferente e única acorde a sus aspiraciones de gran lujo, dedicado a quienes se distinguen por su buen gusto y elegancia.

Derivado de la mezcla del Amaretto di Venezia, uno de los más apetecidos licores italianos, y el toque de los limones de la costa amalfitana, este licor se caracteriza por su gran aroma y sabor. Se puede tomar muy helado o con hielo y es el complemento ideal para el aperitivo.

Importado y distribuido por Furore Chile S.A. se encuentra disponible en supermercados Jumbo a un precio de lanzamiento de $2.980. Su graduación alcohólica es de 15 % vol y su presentación es en botella de vidrio de 700ml.

BUENOS PALADARES


LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

RODOLFO GAMBETTI
(Las Últimas Noticias)
(28 Noviembre) PECCATORE (Borde Río, Mons. E. de Balaguer 6400, fono 247 8130): “…26 pizzas, entre las que cada cual encontrará sus productos favoritos. Además, platos cuadrados y profundos encierran bien aderezadas ensaladas, que tientan a las chicas que van o vienen al gimnasio. Hay también bruschetas, gran surtido de pastas (gnochi, linguini, lasagne) con otras tantas salsas. En estos días cálidos un schop es lo indicado, frente al pedregoso paisaje del Mapocho. Pero la barra dispone también de un arsenal interminable de vinos y licores. El Peccatore tienen infinidad de promociones: para mujeres, en horarios, para reuniones, del maestro y el alumno.” “Los precios no son para asustarse y las posibilidades de combinación, de armar plato según las preferencias personales, casi infinitas.”


ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(28 noviembre) MANCINI (Paseo El Manío 1632, Vitacura, fono 953 6044): “De dos visitas, en la primera un espumoso Cruzat rosé que no estaba frío (hubo que esperarlo), un Fruto di mare al grill ($5.900) algo escueto, una pasta negra demasiado al dente (costaba enrollarla en el tenedor) y unos abundantes fideos finos - "cuerda de guitarra" ($7.600)- con una salsa muy sabrosa de tomate, aceitunas y vino. Y de postre, esa espuma de huevo licorosa, riquísima, el zabaglione ($2.900).” “Aparte de la mezquina relación calidad–precios (ok: esto es libremercado), a la cocina le falta en Mancini. Y también algo de otro tipo de cuidado: si un cliente llega por segunda vez a un restaurante, acompañado de una señora que NO fue la de la primera visita, es mejor no decirlo, no comentarlo ni menos insistir en ello. Se puede perder un cliente así (y por traumatismo). 3 tenedores


SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(28 noviembre) EL HÓRREO (Av. Vitacura 7482, Vitacura, fono 219 9331): “Paso a paso he ido señalando el avance culinario de este local, y ahora sólo me cabe confirmar que mantiene la excelencia que logró hace ya bastante tiempo. No ha cambiado el estilo asturiano, abierto sí a otras especialidades regionales, que le dio la familia Padruno, cuyo hijo Fernando lo dirige con la colaboración del chef Philippe Gauguirand.” “También me repetí el bacalao a la vizcaína y la merluza con angulas (puyes) al ajillo, que esta vez los hallé superiores, tanto por la calidad y el punto exacto de los pescados, incluyendo los puyes, como por la perfección de la salsa a la par suave y fuerte del bacalao.” 7 tenedores


BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(29 noviembre) OLIVIÉ (Rancagua 0396, Providencia, fono 785 5849): “Instalados en las puertas de Avenida Italia, la antigua casona que alberga al Olivié, el nuevo establecimiento ruso, no presagia lo bonito y cuidado de su interior.” “La carta, como debe ser, breve pero una completa muestra. Para empezar, una invitación de la casa: dos vasitos de vodka, acompañados de cebolla frita con algún secreto y una zanahoria frita en el aceite de la cebolla, realmente increíbles. Ni pesados ni fuertes, exquisitos en su sencillez con el licor. Luego, unos deliciosos blinis con crema ácida y caviar de salmón, junto a una sustanciosa ¿uno de los amores rusos? sopa Solyanka: con varios tipos de carne, caldo de vacuno, pasta de tomate y limón.” “El servicio es encantador, amable, distendido y acogedor, como que les encanta recibir y atender gente: ¡que dure! Sin estacionamiento, es definitivamente un lugar para conocer. Diferente. Toda una experiencia.”


PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(30 noviembre) A PINCH OF PANCHO (General del Canto 45, Providencia, fono 235 1700): “Partimos con un buen jerez sour (hecho con Tío Pepe) y copa de espumoso, mientras picoteábamos un steak tartar, tártaro en el que la carne era casi una crema de lo molida que estaba, aliñada con salsa tártara y con tostadas; y también una ensalada de pimientos, espinaca, zapallitos y cebolla a la parrilla (hay que comer ensaladas, chiquillos, ¡es muy sano!), que estaba original y rica. De fondo, unas clásicas ribs BBQ, las costillitas gringas que, en este caso, tenían bastante carne (tanta, que no pude terminarlas), con su salsa de exacto aliño y papa asada con sour cream. Muy buenas” “Vale la pena recordar que el Pinch sigue ahí y darse una vuelta por esta clásica cocina gringa tratada con honestidad.”Calificación: Muy Bueno.

CESAR FREDES (La Nación Domingo)
(30 noviembre) CLEMENTINA (Plaza Padre Letelier 2242, Pedro de Valdivia Norte, Providencia, fono 231 6832): “Hay que hacer una pequeña cola para obtener un sándwich contundente y sabroso, una ensalada fresca y abundante o una quiche el día que fuimos era de champiñones sencillamente gloriosa. Nuestro guía y también diseñador, Loren, tomó la quiche (de 1.800 pesos) y se hizo cargo de los cubiertos y las servilletas que Pilar nos proporcionó. Quien escribe se tentó con un pastel de choclo nada pequeño y bien bueno, servido en un contenedor de alusa recién salido del horno, que costó sólo 2.500 pesos, y salimos, como hacen todos, hacia la placita. Se buscó un banco de los varios que hay a la sombra y se comió conversando de la vida, del tiempo y de lo grato que puede ser un rincón de Providencia donde impera, como antes, el respeto, los buenos modales, la amabilidad y el buen gusto por poco dinero.” “Buena comida, barata y en un ambiente casi de picnic. Pero un picnic educado, sin radios, perros, ni pelotas de fútbol.”

HARRIET NAHRWOLD (Chilevinos)
(1 diciembre) MANOLO’S (La Concepción 147, Providencia, fono 236 4655): “Entre las tapas, es imposible no sucumbir a la tentación del pan de costra crujiente con alioli o tumaca (ajo rallado con tomates y aceite de oliva).” “Entre las entradas, probé una ensalada de verduras con conejo que estaba muy sabrosa, aunque a algunos comensales les tocó algo salada. Eso sí, imperdibles resultan aquí los pimientos de piquillo rellenos con rabo de toro al tempranillo y acompañados con una suave salsa de tomate. Este es sin duda un plato delicioso, que mezcla los sabores dulces y herbáceos con la untuosidad y sabrosura del relleno. Y si quiere prolongar el placer, sepa que el rabo de toro al tempranillo también se ofrece aquí como plato principal.” “Un arroz meloso de pulpo fue el plato de fondo escogido para terminar este almuerzo tan mediterráneo. El arroz meloso es uno de los tantos platos oriundos de Valencia, y su nombre hace referencia a una preparación semi caldosa, ni muy seca ni muy húmeda.”