miércoles, 30 de diciembre de 2009

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XXI, 31 diciembre 2009 al 06 de enero 2010

LA NOTA DE LA SEMANA: Feliz 2010
LAS CRÓNICAS DE LOBBY: ¡Y se fue el 2009!
LOS CONDUMIOS DE DON EXE: Decálogo de la resaca
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana

LA NOTA DE LA SEMANA

¡FELIZ 2010!

Esta vez, sólo para saludarlos. Para enviarles un cariñoso saludo de Año Nuevo, con la esperanza de que lo que se viene sea mejor que lo que se va.

Como nunca, cuatro días de fiesta darán inicio a este 2010 que esperamos promisorio y desde ya, deseando la mejor de las suertes para todos nuestros lectores.

Cuando regresemos el 7 de enero a nuestras crónicas normales -ya que los hemos dejado tranquilos en este período de fiestas-, volveremos renovados espiritualmente (algo es algo) y con la misma seriedad de siempre escribiremos comentarios del mundo de la gastronomía tal como son, ya que nos debemos a ustedes y por ello fuimos el medio de comunicación más fértil del país, con cerca de 400 artículos escritos durante el 2009.

Un gran abrazo y un 2010 lleno de prosperidad.

LAS CRÓNICAS DE LOBBY


¡Y SE FUE EL 2009!

¡Y se fue el 2009! El año comenzó sombrío. La crisis económica comenzaba a golpear las puertas del mundo y de Chile. Aun así, miles de chilenos decidieron gastar parte de sus ahorros en unas buenas vacaciones. Reemplazaron Punta Cana por La Serena, Nueva York por Iquique y Europa por la carretera austral. Aun así, el pronóstico era negativo. Las sonrisas cada día eran menos y las caras apesadumbradas eran mayores a las que acostumbramos a ver diariamente en las calles de nuestro país.

2009 partió lento. También se veía venir un remezón fuerte en nuestra gastronomía. Las cartas de los restaurantes se adaptaron a la realidad y desaparecieron delicatessen normales como las trufas, el foie, el wagyu y otros productos de alto valor. Se reemplazaron por asado de tira cocinado lentamente (el mejor aporte que dejó la crisis en los restaurantes), y el jurel en lugares insospechados. Para rematarla, los primeros indicios de listeria ponen una voz de alerta a los fabricantes de quesos y cecinas. O sea, más restricciones gastronómicas.

Y terminó el verano. El invierno demoró en llegar en un país donde creíamos que aun podíamos tener cuatro estaciones muy marcadas. El calentamiento global nos predecía un año seco (lo que no sucedió) y miles de plagas. Sólo llegó una, pero no fue bien recibida. La influenza humana o gripe porcina que dejó vacíos los hospedajes en la nieve y casi todos los hoteles de la capital que viven el invierno gracias a los turistas brasileños. Ellos huyeron y las voces de alerta aumentaron. Los restaurantes seguían sufriendo aunque algo raro en estos tiempos, con pocas bajas.

Definitivamente tenemos poca memoria. Todo lo que les escribí en los tres párrafos anteriores fueron parte del 2009. Hoy, vemos tan lejos esa realidad que es posible que el lector crea que sucedió hace mucho tiempo. De la noche a la mañana las expectativas económicas se revirtieron y ya se vislumbra nuevamente un periodo de vacas gordas.

Por lo menos terminamos este año con un sentimiento de prosperidad. Es posible que sea solo una ilusión, pero algo es algo. Los índices económicos están por allá arriba igual que el cobre… y el dólar por allá abajo. Personalmente no me creo tanta felicidad. La encuentro media “plástica” ya que los bancos volvieron a pasarnos un paraguas… que nos lo quitarán apenas comience nuevamente a llover. (Juantonio Eymin)

LOS CONDUMIOS DE DON EXE


DECÁLOGO DE LA RESACA
La mordida de un perro se cura con la saliva del mismo perro

- ¿Vacaciones esta semana?
- Si jefe. A Mendoza, con la Mathy.
- ¡Pero eso no puede ser!
- ¿Por?

Así comenzó el intercambio de opiniones con mi jefe cuando le avise que iría de vacaciones con Mathy una semana a Mendoza. Explotador y todo, me las concedió con una condición: que escribiera sobre la resaca, esa misma que tendrán ustedes la mañana del 1 de enero del 2010, o sea, ahorita y ya.

- Yo no soy médico, protesté.
- Pero eres el indicado, replicó
- Jefe: yo puedo entregarle mis pócimas contra la resaca, pero que quede en claro que es una opinión absolutamente personal y que no es precisamente la que recetan los médicos.
- No importa Exe. Necesito tu expertise. Mándame tus remedios contra la caña y te vas tranquilo al otro lado de la cordillera. ¿Hecho?
- Esta bien jefe. Se lo mandaré. Pero con una condición. Que ponga en alguna parte del artículo que son “mis” consejos y no el de los expertos.
- Vale. Me responde como si hubiese nacido en la Madre Patria.

Resaca, caña, curda, borrachera… como quera llamársele, el 1 de enero amaneceremos destrozados. Para más encima no podremos ni dormir. Hace calor y se nota. Traspiramos más de lo costumbre y una boca pastosa nos recuerda todo lo que bebimos la noche anterior. Partimos con un inocente pisco sour, pero de ahí pasamos al campari, al vino con chirimoya, al vino blanco y del otro, el champagne de medianoche de rigor, luego el ron centroamericano para terminar bebiendo tres piscolas de bajativo y rematar con un whisky antes de acostarnos. Anclados, obvio. Con una patita en el suelo para engañar al mareo que nos dejó la ingesta del año. ¡Mañana dormiré hasta tarde! Es el último pensamiento de la noche mágica. Sin embargo y como nunca, despertamos temprano. Y todo nos molesta. El ruido, el teléfono que suena a media mañana, la aspiradora, el estómago y un insistente dolor que se aloja en la frente.

Según los facultativos (y a veces hay que creerles), la resaca es el resultado de la intoxicación del organismo provocada por la ingesta de una dosis excesiva del alcohol. El cuerpo se protege de la intoxicación y segrega enzimas que metabolizan y desechan las toxinas. Sin embargo, cuando la ingesta de alcohol es mayor a la normal, la capacidad del organismo para metabolizarlo es menor y se presentan los síntomas de la resaca.

¡Güen dar! Esta explicación matutina y sin siquiera con ganas de mirarse al espejo no sirve. Usted necesita soluciones. (Y ojo que los médicos hacen lo mismo, la única gracia es que ellos se hidratan poniéndose suero y chau pescao). No. Nosotros debemos sufrir las consecuencias. Y buscar remedios caseros para pasar la tranca del año.

¿Cómo ponerse a tono? Bien. Como la resaca en año nuevo es algo universal y una noche de excesos la llaman en Francia “geule de bois” y los anglosajones hablan de “hangover”, nuestra popular caña podemos curarla con varios condumios y bebistrajos. Para mí, sin ser un experto en la materia, mi decálogo para el Año Nuevo sería el siguiente:

I. Una cucharada de aceite de oliva (extra virgen, obvio) antes de salir a festejar. Que eso protege, protege. Nadie la va a decir que no se va a curar igual, pero ayuda a la autosugestión.

II. No maneje. En todo el país los taxis y radiotaxis son bastante más baratos que una clínica, un juicio, demandas civiles (o criminales) y/o pasar la noche en una comisaría. Deje el auto en casa a no ser que tenga chofer. Pero usted… no se arriesgue.

III. No le pido que beba con moderación. Eso es un imposible. Pero, cuando regrese a casa no olvide tomarse dos paracetamoles antes de acostarse. Con agua potable eso si, aunque piense que ese líquido transparente le puede hacer mal.

IV. No se ponga cariñoso. Deje dormir tranquilo al “regalón de la provincia”. Una cosa es lo que usted cree y la otra es lo que usted puede.

V. Si va al baño en la madrugada, medio cureña, haga pipí sentado. Así evitara mojar todas las cerámicas ya que si no le achunta al WC sano y bueno, con alcohol la cosa se pone complicada.

VI. Levántese, dúchese y no se ponga esa polera regalona llena de hoyos que tiene para sus horas de ocio. Haga como si no pasara nada. Estará medio mareado aún, pero consérvese digno. ¡Hace años que quiero comerme unos huevos a la ostra!, dígale a los suyos mientras busca en los anaqueles tabasco, limones y pimienta. No deje que nadie se los prepare. En esto, hay que ser estoico.

VII. ¡Hay que festejar el 2010 con cerveza!, es lo que se le debe ocurrir para aminorar los efectos de la caña del día anterior. La cerveza ayudará a recuperar la deshidratación producida por todo lo que bebió en su frenética noche. Los franceses del sur sanan la resaca con un vasito de pastis y los ingleses con una pócima de gin y tabasco. Acá, nosotros, lo sudacas, lo hacemos con birras… ¡Vivan las chelas!

VIII. Aperitivo. Y no hay otro: bloddy Mary. Ni se le ocurra un pisco sour. Eso lo reventará. El bloody Mary sana hasta los malos pensamientos. Por muy mal que se sienta, esta mezcla de vodka, jugo de tomates, tabasco, salsa Worcestershire (inglesa), limón, sal, apio y pimienta es para renovar votos. Hay algunos que le colocan un chorrito de brandy. Pero les aseguro que un buen bloody Mary los dejará más que contentos y con ganas de seguir la fiesta. Mal que mal, este fin se semana de Año Nuevo será largo.

IX. Almuerce algo fresco. No estamos para porotos granados el primero de enero. Un cebiche bien condimentado con su leche de tigre correspondiente. Harta ensalada de tomate, pepino (ojalá un jugo de pepinos) y cuanta verdura exista. Unas láminas de pechuga de pavo mustias del día anterior y una buena botella de un frío sauvignon blanc. No se exceda. Ya lo hizo la noche anterior.

X. Siesta. Imprescindible para partir el 2010 en buena forma. Un tutito a media tarde es de lo más aconsejable. Bien harían dos paracetamoles nuevamente. Descanse. Dispóngase a ver películas viejas en su TV o déjese llevar por esas adormiladas voces del National Geographic. Por delante vienen otros 364 días… y hay que agarrar fuerzas para el “18”.

- ¿En qué estás, ché?
- Mandando un mail a Santiago piba. Aproveché que vos estabas durmiendo siesta para saludar a mis amigos allá.
- ¿Vos pensás que soy boluda? Me tinca que estabas escribiendo algo para la Lobby.
- ¿Y?
- Mirá. Por lo único que te salvás es porque hoy me llevarás al casino. Así que andáte a la bañera, abrés la regadera, te das una ducha, te vestís y nos vamos al casino del Hyatt.
- ¡Tai hablando como argentina Mathy!
- ¿Y que querés? Yo aprovecho los viajes para aprender el idioma. Y riendo dice: ¡Y no me rompás las pelotas Exe, ya que aun nos quedan varios días en Mendoza!

No hay caso con Mathy. Siempre de buen humor me alegra el almanaque. Iremos al casino y aprovecharemos de bebernos unas cervezas en esos ambigúes que dan a la calle en la peatonal Sarmiento. Total, estamos de vacaciones y las merecemos.

Ya poh’, nos vemos a la vuelta. No se olvide de mis consejos… y feliz año.

Exequiel Quintanilla

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

ESTEBAN CABEZAS
(Wikén)
(25 diciembre) CONFITERÍA TORRES (Isidora Goyenechea 2962, Las Condes, fono 333 2639): “un local amplio, con detalles achilenados (como las baldosas) y un ligero toque francés (esas mesas en la terraza, dispuestas hacia la calle) que generan una identidad propia fiel al espíritu original.” Lo mismo pasa con su cocina: chilena, un poco más a lo burguesa, con algunos toques de revisión que no llegan al delirio de la creatividad desatada (gracias al Señor). Así, es grato partir con una tabla de mini empanaditas fritas, jamón crudo y canapés de loco con salsa verde ($5.800). Luego, un chupe de locos con harto loco ($7.600) y buen sabor, aunque un poquito pasteurizado (sin llegar a ser comida de clínica, ojo). Y una presa de congrio con salsa de picorocos ($7.300), cercana a lo notable.”
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SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(25 diciembre) SOUL OF INDIA (Av. Vitacura 4111, fono 228 2825): “Compartimos cuatro recetas, servidas en pailitas de metal: Mutton Kesari, trozos de cordero en salsa de almendras, coco rallado y un toque de azafrán ($6.900); Ghinga Punjab, camarones en una clásica salsa de esa zona ($9.500); Murgh Makhanwala, pollo marinado con mantequilla y crema, trozado y aliñado ($6.800), y Dal Tarka, las pequeñas y deliciosas lentejas de la India, cocinadas en mantequilla y curry y convertidas casi en puré ($4.000). Pese a lo diferente de los ingredientes anotados, en los tres primeros platos predominaba la fuerza de los condimentos hasta el punto de resultar todos de un sabor muy similar, lo que no me ha ocurrido en otras ocasiones.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(25 diciembre) HOTEL GRAND HYATT (Av. Kennedy 4601, Las Condes, fono 950 1234): “El capitalino Hotel Grand Hyatt cambiará sus fuegos artificiales de la topísima fiesta de Año Nuevo 2010 por el color y sorpresa de las luces mutantes de última tecnología de la compañía Citeluz, la misma que convirtió en espectáculo nocturno a la parisina Torre Eiffel. Cada restaurante, el tailandés Anakena, el japonés Matsuri y el europeo Senso, ofrece sus propias gastronomías antes del bailable que se desatará después de los abrazos, con DJ propio y bar abierto, frente a las cascadas del jardín. " "Cenas de lujo y refinamiento.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(26 diciembre) COQUINARIA (Isidora Goyenechea 3000, Las Condes): “El restaurante-cafetería, con cocina abierta al público -con un maravilloso sistema de extracción que no permite ni un solo olor- atiende desde el desayuno y en sus brunchs de los fines de semana se reúne el tout Santiago.” “La comida es sencilla, con una propuesta muy mediterránea. Ensaladas, bien aliñadas; sándwiches, entradas en las que destacan los choritos al vapor con vino blanco y crema; huevos benedictinos, risottos, carnes y pescados. No es una carta extensa, sino precisa y en donde es posible encontrar para todos los gustos. Nada demasiado elaborado ni rebuscado.” “Un lugar taquillero total, fashion, para ver y ser visto.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(27 diciembre) MOZART (Luis Pasteur 5852, Vitacura, fono 219 0700): “Me llamó la atención que la carta incluyera jugo de tomate, así es que pedí uno bien aliñado (me gusta, imaginarán, bien picante). Venía Ok, pero no tan pimentoso. Entre las variadas opciones –ensaladas, sándwiches de todo tipo y hasta platos del día que incluían mero y pastas–, elegí (presupuesto post navidad obliga) un sándwich que me pareció original: alemán o strammermax, de jamón cocido, con lechuga, pepinillos, rábano y dos huevos fritos.” “El resultado total es agradable, pero mentiría si dijera que me elevé del piso. Nada de eso. Destaco en el Mozart el grato ambiente, la excelente atención y la calidad de las materias primas que usan. Viene mucha gente a todas horas del día y siempre es entretenido. Además, hay tortas y pasteles para llevar.”