martes, 26 de mayo de 2020

LOBBY MAG





EN ESPERA DE LA REACTIVACIÓN 
DE NUESTRA HOTELERÍA Y GASTRONÓMÍA

 Año XXXII, 28 de mayo al 3 de junio, 2020 



GRANDES LEYENDAS: Hemingway en París
LECTURA PARA QUEDARSE EN CASA: El vino, fuente de salud
MIS APUNTES: ¿Qué tipo de bebedor es usted?


GRANDES LEYENDAS



HEMINGWAY EN PARÍS

Desde hace unos cuantos años, una de las paradas obligadas para los sibaritas en París es el Bar Hemingway del Hotel Ritz. Elegir un trago de su amplia carta de cócteles puede ser una forma no tan costosa de degustar un rato de los espacios de un hotel símbolo del lujo y la clase alta desde sus inicios. Como sugerencia para tomar, podría ser un Dry Martini a manera de homenaje al medio centenar -según cuenta la leyenda- que se bebió el escritor para celebrar el desalojo de los nazis cuando tenían ocupado el Petit Bar del Ritz como cuartel general de la Luftwaffe.

Hay una historia que afirma que, para finales del año 1945, el mismo Hemingway consumó el desalojo de los alemanes enfundado en su traje de militar y acompañado de unos pocos soldados. El periodista norteamericano, corresponsal de la guerra, llegó al hotel en un jeep cargando una potente ametralladora, pero al parecer ya el enemigo había abandonado el hotel y a Hemingway no le quedó más que celebrarlo con 50 Martinis secos.

Si los Martinis no son de su agrado, no importa, este no es el único episodio legendario que vincula al escritor y al bar, o por lo menos, con alguno de sus cócteles. Otra de las historias célebres de esos vibrantes años es la que el mismo Hemingway contaba sobre el Bloody Mary, asegurando que este cóctel había sido inventado especialmente para él por el mítico bartender Fernand Petiot.

Cualquiera sea su elección, probablemente será más económica que dormir en alguna de sus costosas habitaciones, pero, además, si se trata de encontrar el testigo más fiel de la entrañable relación entre el escritor y el Hotel Ritz, el bar es el mejor lugar.


LECTURA PARA QUEDARSE EN CASA



EL VINO, FUENTE DE SALUD
(Ser pobre es poco saludable)

Teniendo en cuenta el carácter gastronómico de este magazine, no nos parece oportuno entrar en excesivos tecnicismos, ya que se necesitaría un gran espacio para desarrollar en profundidad tan complejo tema del vino, pero sí apuntar que una de las grandes conclusiones a que han llegado las distintas ciencias médicas del pasado fin de siglo y que presumiblemente marcará la pauta de este explosivo XXI: ser pobre es poco saludable.

A mediados del siglo XX, y con la excepción algunos grandes sabios, como el Dr. Grande Cobián, que consiguió popularizar sus amplios conocimientos científicos en materia de nutrición, divulgando de una forma sencilla y rotunda dos hechos básicos: 1º- que la dieta más saludable “consiste en comer de todo, pero moderadamente” y 2º- que el aceite de oliva es enormemente beneficioso para la alimentación humana. En esos entonces la salud pasaba por la abstinencia, hasta el punto de que cuando un paciente declaraba que no fumaba, no bebía, no comía en exceso, ni era aficionado al fútbol, el médico se ponía fuera de sí porque, al no tener nada que prohibirle, desbarataba todos sus esquemas y la consulta terminaba con la conclusión de aquel cliente no tenía el menor derecho a estar enfermo.

Cuando por el contrario algún bon vivant caía en manos de alguno de aquellos médicos y solía preguntar: "Oiga doctor, y con este régimen draconiano ¿piensa usted que viviré muchos años más?". El galeno respondía afirmativamente, aunque para sus adentros pensase: “De vivir, no vivirás más tiempo, pero no te imaginas lo largo que se te hará”.

Pero hete aquí que las grandes multinacionales de la alimentación descubrieron que una opinión médica vendía sus productos mejor que la más agresiva campaña de publicidad y, a partir de ahí, la ciencia avanzó en un par de décadas como no lo había hecho nunca. Se descubrió que el mortal colesterol ya no se combatía con ayuno y acelgas hervidas, si no comiendo salmón ahumado, jamón ibérico o italiano y pan con ajo y tomate, pero eso sí, con aceite de oliva virgen de primera prensada en frío. ¡Qué bien! Gracias a las lipoproteinas de alta densidad (HDL), en este siglo vamos a morirnos sanísimos.

¿Y el vino?
Pues con la tinta bebida sucede lo mismo.

El legado francés
Toda la movida del resveratrol, los antioxidantes, el HDL, etcétera, surgió a raíz de ponerse moda la dieta mediterránea y comprobar lo bien que vendía la idea de productos saludables.

Diversos estudios comprobaron estadísticamente que en los pueblos mediterráneos el porcentaje de muertes por afecciones cardiovasculares era notablemente inferior al de los anglosajones (y también los sudacas) y a partir de ahí se comprobó que eran los hábitos alimenticios los responsables de todos los males.

En nuestros países nos morimos igual, o sea, todos, pero de gripe, de una puñalada, o de un cólico; pero el sistema circulatorio lo conservamos como una rosa.

Dentro de ese mismo estudio se comprobó que Francia, país donde comen patés y mantequilla desde la amanecida, entraba sin embargo en los porcentajes propios de aquellos que se alimentaban tan saludablemente sólo a base de garbanzos y aceite de oliva, y ahí empezó la cosa a torcerse hasta que por fin los científicos dieron con el quid de la cuestión: los franceses son tan borrachos como los españoles, italianos o griegos o chilenos.

Esa era la clave y como además el hallazgo podría servir para duplicar las exportaciones a otros países donde comían con Coca-Cola. ¡Un tremendo negocio!
Ya es un hecho innegable que el vino es un producto no sólo saludable sino hasta terapéutico, prácticamente imprescindible para gozar de buena salud.

Durante la primera conferencia de los vinos de mesa con indicación geográfica, el doctor Miguel Ángel Lasunción, explicó como cualquier iniciativa terapéutica o de prevención de la arteriosclerosis debe corregir el hipercolesterolemia, además de evitar la oxidación y la agregación plaquetaria, tres factores de riesgo contra los que actúa el vino cuando se consume moderadamente.

Como decía al principio de este artículo, sería pretencioso incluir en estas páginas un mínimo resumen de todo lo que se ha descubierto sobre las propiedades beneficiosas del vino, pero, basándome en las palabras del antes citado galeno, sí hay una conclusión que suele pasar inadvertida y que argumento como eje fundamental de este humilde aporte.

Dice Lasunción: “su consumo moderado, inteligente y regular puede ejercer una acción cardiosaludable”.
¿Qué significa el término “inteligente” en su discurso? Pues que el vino debe ser bueno.

Los vinos baratos no tienen ni resveratrol, ni antioxidantes, ni HDL, ni nada de nada que beneficie nuestra salud.

Comerse un sánguche de cafetería en el aeropuerto, con jamón industrial y con vino proveniente de un envase tetrapack, es malísimo; pero un plato de jamón ibérico acompañado de unas copas de un tinto de alta expresión del valle del Maipo, eso es mano de santo para todos los males.

A mi pobre suegro, que no llegó a estos descubrimientos, le prohibieron comer arrollados, sardinas en lata y beber vino, y claro, se murió.
Con la nueva medicina del siglo XXI hoy gozaría de excelente salud.

Hay que beber vino, pero de forma “inteligente y regular”, o sea de la máxima calidad y varias veces al día durante los 365 días del año. De esa forma mantendremos una salud a prueba de bombas, y si nos morimos, pues mire usted, eso es lo que a todos nos espera.

MIS APUNTES



¿QUÉ TIPO DE BEBEDOR ES USTED?

“En la mesa y en el juego se reconocerá al caballero”. Lo decía mucho mi padre porque a él a su vez se lo decía su madre. Ante el vino pasa algo similar. Bien en una comida, y en una cata de vinos, cada cual se comporta acorde no sólo a lo que sabe de vino, si no a lo que le han enseñado en casa. Y sí, hablando de educación, hay cinco tipos de comportamiento claramente diferenciados: ¿No se ha fijado? Compruébelo en esta nota,
 











Baco en la tierra
No le gusta el vino. Quizá algún día le gustó. Pero no lo disfruta. Lo que de verdad le gusta es dar la matraca, demostrar todo lo que sabe, llamar la atención, centrar la conversación en torno a la “gran complejidad, madurez, fluidez, frescura y armonía de sensaciones que aporta el vino en boca” y similares, aunque a los demás les dé lo mismo. Además, si alguien dice algo sobre el vino él siempre sabrá más. Los hay en todas partes. Y sí, suele ser pariente suyo (por desgracia).

El fastidioso egocéntrico
Es del estilo anterior, sólo que su exotismo reside en su falta de empatía hacia el resto de comensales. Hablando de vino es capaz de hacer dormir al negro Piñera a las una de la mañana en una discoteca. Le preguntamos por una uva y analiza su ADN. Los bostezos por parte de sus interlocutores le animan más para así demostrar que existen siete tipos de color burdeos. Además, suele ser aficionado a hacer maquetas con fósforos de los edificios más famosos del mundo. Es una especie a encerrar.

El mojigato culto
Le molesta y lo hace ver. Sabe de todo, y de vino también, claro. Actitud hedonista, lleva bufanda y una novela rara bajo el brazo. Si las copas no le gustan pedirá que las cambien, al igual que devolverá el vino si no está a su temperatura adecuada o se indignará si la carta de vinos no es lo suficientemente cool. Se puede aprender bastante de él porque de saber, sabe, pero hay que bajarle los humos. Es una especie a investigar.

El gozador
Sabe. Y sabe que sabe, pero le da igual saber. No se nota. No habla del vino si no le preguntan y le da pena el fastidioso egocéntrico. Disfruta del vino, lo comparte, se ríe, come, se niega a pagar 13 lucas por un gin-tonic por mucha parafernalia que lleve y sabe hacer del vino un lugar común de entretenimiento. “Bienaventurados los justos, aquí hemos venido a disfrutar”, dice. Las novelas se leen en casa y las copas son un medio, lo importante es que el vino esté bueno y no sea muy caro. Es una especie a promocionar.

El Bukowski
No sabe ni quiere saber. Le da igual tinto, que blanco, que aguarrás. Que entone, es lo importante. Sigue saliendo de fiesta hasta las siete de la mañana a pesar de tener 53 años. Pero claro, viviendo en casa de sus padres, cualquiera. Ha bebido más vino que los cuatro casos anteriores, pero no es capaz de diferenciar un vino a granel de uno pasado por barrica. Es una especie en extinción.

Para pasar un buen rato o hacer una cata, lo ideal es dar con gente de entre el tercer y cuarto perfil. Bueno, eso creemos, no conocemos los vicios ni intereses de ustedes.

martes, 19 de mayo de 2020

LOBBY MAG






Año XXXII, 21 al 27 de mayo, 2020

LA NOTA DE LA SEMANA: Optimistas y pesimistas
PARA QUEDARSE EN CASA: Cocinando con Los Criticones
MIS APUNTES: Las especias más caras del mundo
EL REGRESO DE DON EXE: Parra y Cañas


LA NOTA DE LA SEMANA





OPTIMISTAS Y PESIMISTAS

Dicen por ahí que un pesimista es un optimista informado, en épocas de incertidumbre este dicho cobra mucho valor, ya que una cosa es esperar que la pandemia se retire rápidamente y la otra es ver la realidad diaria.

La industria de la entretención, donde bien caben los restaurantes, está en el suelo. Tanto como el circo, los cines, eventos, matrimonios, conciertos, casinos, fútbol, turismo, hotelería y mil actividades más. Incluso, enterrar un familiar o un amigo es algo imposible de lograr.

Es cierto que una de las mejores formas de socializar está en el compartir un café, una copa de vino o una comida en un restaurante. Forma parte de nuestro ADN y por ello existen restaurantes en toda la ciudad y para todo tipo de bolsillo. Cuando obligaron a cerrarlos -hace tres meses-, quedamos emocionalmente cojos. Al principio fue una medida parcial, algo que derivó en un largo confinamiento, con las graves consecuencias que conlleva la situación.

Llevamos 30 años escribiendo de restaurantes y por primera vez en todo este tiempo, no tenemos un tema principal en nuestra página web. Extrañamos el mundo que conocimos en los 80 y que nos ha dado muchas alegrías. Nosotros también queremos el regreso de los restaurantes y que el gobierno apoye iniciativas que incentive a los emprendedores a seguir en esta actividad económica.

Fuerza a todas las pymes, medianos y grandes empresarios que han colaborado para que nuestro país tenga una gastronomía de alto nivel y esperemos que la vuelta a la normalidad “o la nueva normalidad” sea lo menos traumática posible. Ojalá los bancos –y otras instituciones designadas a última hora- cambien sus políticas para apoyar al sector, ya que hoy, o en tres meses más, o en seis, se necesitará mucho dinero para reiniciar las actividades. Si fracasamos, la cadena completa estará en aprietos, desde el proveedor de vinos, hasta el vendedor de lechugas. Hay que tener claro, y eso es obvio, que la última actividad que retornará a la normalidad son los restaurantes, por tanto, no será fácil mantenerse tanto tiempo inactivos.


PARA COCINAR EN CASA





COCINANDO CON LOS CRITICOMES

Luego de reunirse como Los Criticomes para sus videos de restaurantes en Instagram y Youtube, el sommelier Pascual Ibáñez y la periodista gastronómica Pilar Hurtado sacaron a la luz su primer libro de cocina. Se trata de Cocinando con Los Criticomes, publicación digital que reúne más de 25 recetas caseras, de las que cada uno prepara en su hogar. La gracia, dicen los autores, es que son sencillas y fáciles, y cada una trae sugeridos maridajes para grandes -con vinos- y para niños.

Este libro fue un proyecto de cuarentena, ya que el equipo trabajó en forma remota,
compartiendo y revisando el material desde sus casas, lo mismo que el diseño, realizado por Alejandra Larenas.

Si bien Pascual y Pilar tienen años de experiencia en sus respectivas áreas, el proyecto Los Criticomes nació a mediados de 2019 con el objetivo de grabar videos de sus visitas a restaurantes, mostrando la comida, vinos y servicio de cada local. Llegaron a visitar 10 restaurantes antes de la pandemia. Fue entonces que pensaron en materializar este libro que recoge sus mejores recetas. Entre ellas, hay ensaladas, entradas, platos de fondo y postres para todos los gustos.

Está a la venta a $3.990 en la tienda de pascualibanez.cl

Link: https://www.pascualibanez.cl/product-page/cocinando-con-los-criticomes


MIS APUNTES


LAS ESPECIAS MÁS CARAS DEL MUNDO

También llamados condimentos, las especias se tratan de ciertos aromas de origen vegetal utilizados en la cocina para dar sazonar y preservar las comidas. Usualmente se trata de hierbas, raíces, semillas o cortezas de plantas que, posterior a pasar un proceso de deshidratación, se convierten en un gran recurso gastronómico. Actualmente en el mercado se puede conseguir una gran variedad de especias, pero ¿cuáles son las de mayor valor?




AZAFRÁN
El azafrán es la principal, suelen llamarlo “oro rojo” por su alto valor comercial, ya que su cultivo, recolección y manipulación son procesos muy delicados. Es infaltable en la preparación de las paellas y otros arroces, también es popular en la elaboración de platillos a base de mariscos. España es su productor principal, exportando aproximadamente 40 toneladas al año. El azafrán manchego es el más codiciado de todos, razón por la cual se convierte en el más costoso.




CARDAMOMO
De fácil reconocimiento debido a su intenso olor a tendencias cítricas, dulce, picantes y mentoladas, es una especia usada en la gastronomía desde épocas antiguas, su uso va dependiendo del país donde se consuma. Un ejemplo de esto es la India, donde es muy común usarlo en la preparación de currys, arroces y postres; algunos países escandinavos usan el cardamomo en la preparación de recetas básicas de repostería. El mayor exportador de cardamomo es Guatemala, de donde proviene esta especia de mejor calidad.



VAINILLA EN VAINAS
El estado original de la vainilla es uno de los más costosos, las varillas de vainilla son una gran fuente aromática; su proceso de cultivo y preparación son muy delicados, ya que se trata de conservar su sabor más intenso. Las más buscadas son las cultivadas en México, varillas negras y brillantes que gracias a las condiciones climáticas de ese país poseen un aroma y sabor más potente. Gran parte de los productos que tienen sabor o aroma a vainilla son artificiales. De hecho, menos del 1% del sabor a nivel mundial proviene de las vainas reales.



ANÍS ESTRELLADO
Originario del continente asiático, además de ser una especie muy bonita en lo que a características físicas se refiere, también es una de las más exóticas. Su uso es amplio dentro de la cocina asiática, ya que forma parte de los cinco ingredientes del tradicional “polvo de cinco especias”.




CANELA
Es una de las especias más abundantes, al establecer su relación peso-valor se puede descubrir el verdadero costo de esta. Se puede conseguir en polvo o en ramillas, cuidando que la que se escoja sea la de mejor calidad; básica en la preparación de postres y bebidas dulces. Los países con mayor producción de canela son China, Indonesia, India, Malasia y Brasil.


EL REGRESO DE DON EXE





PARRA Y CAÑAS
Dos amigos inseparables

Érase una vez -y hace muchos años-, un par de mocosos se conocieron en una escuelita rural. Parra era hijo de los dueños del fundo donde el papá de Cañas era inquilino. Como tenían la misma edad y en el campo existía sólo una escuela, se criaron juntos. Parra terminó sus estudios y convirtió en abogado. A Cañas sólo le alcanzó para la educación básica.

Parra es un gourmet. Cañas, come lo que puede. Pero la amistad de la infancia nunca la perdieron. Parra lo ha sacado un par de veces de la cárcel ya sea por injurias a la autoridad o por quedarse dormido en la plaza del pueblo.

Como en todos los cuentos urbanos, Cañas se vino a vivir a Santiago y se acomodó en una pensión en las cercanías de la Estación Mapocho. O sea, conoce todo el sub mundo. Parra vive en Manquehue, tiene una familia exitosa y es un abogado de prestigio.

Aun así, con sus diferencias sociales, se juntan una vez al mes en algún boliche. Parra lo lleva a grandes restaurantes y beben buenos vinos, enseñándole las diferencias entre un reserva, un blend o un ícono; le explica de los vinos boutique y las nuevas tendencias. Cañas lo invita a picadas, generalmente cerca del mercado, donde deben beber en tazas de té, ya que son merenderos sin patente de alcoholes. Parra trata de enseñarle a Cañas los grandes sabores como los pinot noir costeros, los dulces late harvest, los balsámicos sauvignon del Maipo y los maravillosos carignan de sus propias tierras sureñas. Cañas hace lo mismo, pero con los pipeños de Franklin o los litriados en caja de venta masiva.

¿Ustedes piensan que mi amigo es Parra? ¡No señores! Mi amigo es Cañas. Lo conocí en un lenocinio de un pueblo sureño una noche de juerga. Todos sabemos que en los pueblos pequeños las fiestas terminan donde las señoritas tratan de tú. Dos desconocidos me querían golpear ya que según ellos les había robado a su mina, en esos entonces la reina de Chanco. Cañas (o Cañitas), sin conocerme, salió en mi defensa y se enfrentó a ellos con un cuchillo carnicero. Desde ese día somos amigos. No nos vemos casi nunca, pero cuando nos juntamos, tiemblan las quintas de recreo y los bares populares.

La semana pasada me encontré con él. Estaba pasando un momento difícil ya que le había agarrado ciertas partes a una garzona de Las Lanzas y ella había llamado a carabineros. Por casualidad pasé por ahí y me lo encontré discutiendo con la guapa y don Manolo, el dueño del lugar.

 - ¿Cañitas…, ¿qué haces por aquí?
 - ¡Exe, que gusto verte!
 - ¿Y este escándalo?
 - ¡La cholita dice que le agarre el culo!
 - ¿Y lo hiciste?

 Se persignó y me juró que no.

 - ¡Van a llegar los pacos!, me dice, ¿Tení celular pa’ llamar al Parra?
 - ¿Quién es Parra?
 - ¡Mi abogado pues!

Llamamos al tal Parra y no contestó nadie. En eso estábamos cuando llega un radiopatrullas y se bajan dos carabineros al mando de un subteniente con cara de recién egresado de la Escuela.

La morocha reclamaba que Cañitas le había agarrado las nalgas a dos manos. Cañitas retrucaba diciendo que él solo comía guatitas y que de día era impotente. Don Manolo trataba de calmar a su público y los uniformados estaban atentos a las instrucciones de su superior. Me acerqué a la afectada y le pedí que lo dejara a mi cargo. ¡Es un huaso de mierda!, le comenté, pero buena persona.

El uniformado, con más grado que edad, miró a don Manolo y a la morocha y les dijo que no podía meterlo preso por suposiciones y que yo me haría cargo del problema.

-Mire caballero. Lléveselo de aquí y no vuelvan -al menos juntos- a Las Lanzas. Y pórtense bien.

Cuento corto, arrastré a Cañitas a mi departamento. ¡Buen trasero tenía la guacha esa!, comentó, y de ahí en adelante todo fue jolgorio. Estando en casa abrimos tres botellas de la misma etiqueta pero de añadas diferentes, con la finalidad de enseñarle cómo se hacen las verticales. Al rato, con varias copas en el cuerpo ya que no usábamos escupitera, recibí una llamada: - Soy Hermógenes Parra y tengo una llamada perdida de este celular. Le pasé el teléfono a Cañitas y él le explico lo acontecido.

 - ¡Eres un degenerado!, escuché de repente.
 - ¡No es mi culpa, hermanito!, son mis manos las que no me responden. ¿Nos vemos en la noche? Quiero presentarte a Exe, un buen amigo.
 - ¿En alguno de tus tugurios?
 - De todas maneras, po’ perrito, ¿o querí que te invite al Ritz?

Así conocí a esta dupla. Parra y Cañas. Lo más genial es que Parra no deja a Cañas nunca. Son diferentes, pero como hermanos. Cada uno en su estilo y con su forma de ser. Personalmente, me gustaría tener la plata de Parra y el desparpajo de Cañas. A pesar de sus grandes desigualdades, en ellos impera la amistad. Uno bebe vinos carísimos y a veces fuma habanos; el otro le hace al tetra, al bidón (cuando se siente millonario) y con suerte fuma Hilton, pero se quieren y respetan. Aun así, hay algo que los une: son lachos por naturaleza. Y San Pablo abajo, en un cabaret de mala muerte, tomando terremotos y bailando con unas musas piernudas y fragantes gracias a los aromas dulces del pachulí, finalizo estos recuerdos que me tuvieron casi un día en coma etílico.

Es absolutamente cierto que el mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte

Exequiel Quintanilla


martes, 12 de mayo de 2020

LOBBY MAG



Año XXXII, 14 al 20 de mayo, 2020

LA NOTA DE LA SEMANA: Color castaño oscuro
EL CONSULTORIO ETÍLICO: Las mejores tónicas del mundo
MIS APUNTES: Chocolate y más chocolate
MAGAZINE: Propiedades mágicas de las hierbas y especias (Final)


LA NOTA DE LA SEMANA



COLOR CASTAÑO OSCURO

La industria de la entretención -para muchos, la industria de la felicidad-, está, luego de 7 semanas inactivas (o cincuenta días) en una encrucijada que cada día es más compleja.

Cuando se inició esto del Covid 19, muchos pensaron que sólo era un ave de paso y que las consecuencias serían posible asimilar y corregir con el transcurso del tiempo. Pocos pensaron que, pasado dos meses del cierre de la industria, recién estábamos en un comienzo y que los problemas de mayo son más difíciles y complicados que los de marzo. No hay turistas, nadie sabe cómo se comportará el cliente luego de la pandemia, ni cuáles serán las disposiciones o las nuevas normas para funcionar que exigirá la autoridad sanitaria, ya que la industria gastronómica es una de las más complicadas por tener altos peligros de contagio.

Muchos restaurantes no resistirán los meses que vendrán sin ventas. Con o sin los créditos bancarios que ofreció el gobierno (y que de poco le sirvió al rubro, ya que los bancos les cerraron las puertas a las pequeñas pymes, rechazando -a la fecha-  el 17% y manteniendo pendiente de aprobación el 47% de las solicitudes) pensamos -aparte de que el año está perdido-, que la actividad recién podrá comenzar a recibir clientes en primavera, o sea, en septiembre, siempre y cuando se cumplan las mejores predicciones de los expertos sanitarios.

Será el momento de sacarnos el sombrero para felicitar a los que tuvieron las agallas (y espaldas) para mantener su negocio sin ventas durante tantos meses. También lamentar las quiebras y los miles de empleos perdidos. Fue duro el golpe ya que el boom que vivió la hotelería y la gastronomía (con soberbias aperturas que ponían al país como uno de los más brillantes de la región), se fuera al diablo de la noche a la mañana y se perdieran todos los sueños, esperanzas y expectativas.

Realmente, no éramos lo que creíamos.

EL CONSULTORIO ETÍLICO



LAS MEJORES TÓNICAS DEL MUNDO

La clave para disfrutar de un Gin-tonic de lujo, es contar con ingredientes excelentes. Además de una ginebra premium, es imprescindible tener a mano una tónica del mismo nivel. En el mercado existen muchas marcas, pero no todas cumplen los requisitos mínimos para formar parte de un combinado que se ha convertido en el rey de la noche y de la sobremesa.
Pero, ¿cuáles son las mejores tónicas? Lógicamente, es cuestión de gustos decantarse por una o por otra, pero en este artículo trataremos de guiarles para acotar las marcas que realmente valen la pena.




FEVER-TREE
Considerada por muchos, entre ellos Ferrán Adrià, como la mejor tónica del mercado. Entre sus ingredientes, agua de manantial, quinina de Ruanda de origen natural, azúcar de caña y aceite de naranja de Tanzania. Fabricada en Surrey, Reino Unido, por Fever Tree Ltd, es una tónica no muy amarga ni gasificada, con predominancia de los aromas cítricos y cierta dulzura.



Q-TONIC
Tónica premium elaborada con quinina de las laderas de los Andes Peruanos y endulzada con agave mexicano, por lo que tiene menos calorías y azúcar que otras. Es una tónica equilibrada en su sabor, poco carbonatada y muy cristalina. Está fabricada en Estados Unidos por Tonic Q Ltd., envasada en una botella de diseño -obra de la empresa Aruliden- y su adquisición no es sencilla ya que se vende en muy pocos establecimientos.



FENTIMANS
Otra sensacional tónica premium, totalmente natural y elaborada en el Reino Unido por la centenaria firma que le da nombre. Entre sus ingredientes, cereales, quinina, hojas de limones de Asia, azúcar de caña, agua purificada y lemongrass, da como resultado una tónica muy gasificada, ideal para la elaboración del gin tonic



1724 WATER TONIC
Tónica premium de fabricación argentina, elaborada con quinina seleccionada a mano en la ruta del Inca, agua mineral de un manantial de la Patagonia y cítricos con predominio de la mandarina. Recibe su nombre por la altura a la que se encuentran los árboles de donde se extrae la quinina. Es una tónica nueva, equilibrada y muy refrescante por su punto de acidez.



MARKHAM
En momentos en que los Gin tonics están muy de moda, se acaba de lanzar al mercado Markham Premium Indian Tonic Water, una tónica que tiene sus orígenes en India, el lugar donde nació. Su nombre rinde homenaje a Sir Clements R. Markham, quien introdujo la quinina en esta colonia para prevenir la malaria. De hecho, fue en la India del Imperio Británico donde los soldados mezclaron por primera vez la quinina con lima, agua y azúcar. Así nació lo que se conoce como Indian Tonic Water. Refrescante y con un toque amargo y ácido al paladar, es una tónica transparente, de burbuja fina que combina a la perfección con ginebras premium.