martes, 5 de mayo de 2020

LOBBY MAG



Año XXXII, 7 al 13 de mayo, 2020

LA NOTA DE LA SEMANA: Hasta la corona con el virus
EL CONSULTORIO ETÍLICO: Los cinco champagnes más vendidos del mundo
MIS APUNTES: Nostalgia
EL REGRESO DE DON EXE: Lulú
MAGAZINE: Propiedades mágicas de las hierbas y especias (parte V)



LA NOTA DE LA SEMANA



HASTA LA CORONA CON EL VIRUS

Llega el momento -luego de semanas de confinamiento-, que esto del coronavirus nos está sobrepasando y destruyendo el ánimo. Todo tan lejos y todo tan cerca a la vez. Hace siete semanas que estamos en casa, sin posibilidad alguna de reactivar nuestros negocios y eso deprime. Una depresión que se hace mayor al leer los diarios, ver las noticias o ver las redes sociales… todo oscuro.

Queremos distraerlo un momento. A escaparse de ese mensaje pesimista que nos complica y entregarles un contenido menos conflictivo. Dejemos a los expertos la misión de salir adelante, ya que nuestras contribuciones se limitan a evitar un contagio con el virus. Lea, entonces, nuestra propuesta. Se entretendrá y podrá recordar tiempos pasados. Tratemos de no pensar en el bicho. Igual será el año más largo y horrible de nuestras vidas.



CONSULTORIO ETÍLICO


MIS APUNTES


NOSTALGIA

Una mesa bien puesta, con vajilla adecuada, copas de calidad, un buen vino y mejor servicio, es algo que añoramos desde el inicio de esta pandemia (y posiblemente un par de meses antes). Nos gustan los restaurantes y personalmente creo que nada los puede sustituir. Una buena mesa es sinónimo de felicidad y por ello extrañamos algunos platos que degustamos el 2019 y que, por su montaje, temperatura ideal y calidad, nunca podremos degustarlos en casa, ya que perderían toda su gracia. En esta edición, siete destacados montajes que esperamos volver pronto a paladear.



VOL AU VENT (La Brasserie de Franck & Héctor)
La técnica de la clásica cocina francesa es capaz de lograr milagros como en este delicioso “vol au vent” de cola de buey forestière, que saca aplausos de su gran clientela, que había convertido este lugar como uno de los imperdibles de la capital, gracias al aporte del chef galo Franck Dieudonné y del Master Sommelier Héctor Vergara- ¡Imperdible!


ERIZOS AL CAJÓN (The Glass)
Con una carta enfocada al producto chileno, alabamos esta entrada, con lenguas de erizos suaves y cremosas, traídas directamente desde Caldera, bien aliñadas con cebolla morada, cebollín y salsa demi glace, dentro de un pequeño cajón a base de pan crujiente y frito. ¡Impactante!


ENTRADA DE PIURES (Europeo)
Con atrevimiento y un interés por mostrar el producto chileno, causa sensación una intensa ensalada de Piures –el marisco más odiado o amado del país- sobre un suave milcao chilote y coronado con brotes de cilantro; preparación que es parte fundamental del menú degustación de este exclusivo local. ¡Un poema para el paladar!



CHEBICHE DE CHOCHAS (Sarita Colonia)
Las esquivas chochas, se transforman en una de las grandes presentaciones de este ecléctico restaurante, servido a modo de ceviche de chochas, con ostiones y pulpo, marinado en jugo de limón de pica, cilantro, sal y ají limo, servido con cancha y puré de camote. ¡Hermandad chileno-peruana!



PLATEADA EN TOSTADA (Polvo)
En este Bar de Vinos, la cocina tiene mucho que decir, ya que causan sensación algunos de sus platos, como sus maravillosas láminas de Plateada sobre una gran tostada de pan casero, con compota de pimientos y mostaza, que se lleva gran parte de los elogios. ¡Tremendo!



MÉDULA GRATINADA (Santa Brasa)
Tras la compra de la marca y sus locales, realizada por el grupo peruano Civitano, todo cambió (para bien) en Santa Brasa. Allí, el chef chileno Fabián Silva está dándole un giro a una parrilla que, luego de los cambios cosméticos y de carta, acapara la atención de sus antiguos –y nuevos- clientes- Entre sus platos más emocionantes está la Médula gratinada mezclada con tártaro de vacuno y salsa de mantequilla quemada. ¡Amor intenso!



PAPARDELLE DE FILETE Y TRUFA (Danubio Azul)
La gracia del Danubio es que hay de todo y para todos. De todo en materia prima y para todos de acuerdo al bolsillo. Uno de sus increíbles platos son los Papardelle de filete y trufa, (mal que mal, los chinos inventaron los tallarines). ¡Fabulosos!


EL REGRESO DE DON EXE



LULÚ

Nunca les conté de Lulú. Ella apareció en mi vida cuando por problemas económicos tuve que dejar Ñuyork y establecerme en un pequeño departamento en Santiago Centro.

Es difícil volver a escribir en este pasquín luego de un “retiro espiritual” tras largos meses desconectado. El siquiatra –o loquero- un amigo gordito con un bigotito de teniente, que me atiende gratis y para más encima paga el café, me insistió que intentara contarles qué ha sido de mi vida luego de sendas PLR que me dio la paquita y mi querida Mathy, la cual se casó en Iquique y definitivamente se alejó de mi existencia.

Me costó olvidarlas. Más bien aún están presentes en mis sueños. El problema es que cuando llega la mala cueva, llega toda junta y también tuve que dejar mi departamento en la Plaza Ñuñoa, trasladándome a un modesto departamento en Santiago Centro, un barrio que me era casi desconocido. Mis hijos, que financiaban el arriendo y los gastos comunes de mi bulín, agarraron todas las crisis que se propagaron el año pasado y literalmente bajaron mi ritmo de vida, cosa que derivó en un cambio de ambiente, de efectivo y de picadas donde comer.

Me despedí de todos: de Manuel, el dueño de Las Lanzas, de la hermosa Amanda (la dueña de Benito y Rosita, esos gatos negros que se metían a mi terraza), de los conserjes del edificio y tras una pequeña mudanza llegué medio desconcertado (y afligido) a mi nueva morada, un silo donde viven apiñados medio millar de humanos de todos los orígenes, una especie de Babilonia, pero sudaca.

Pero no estoy acá para escribirles cosas negativas ya que la vida es corta y hay que aprovecharla. Como un clavo saca otro clavo y donde fueres haz lo que vieres, me hice asiduo de un restobar de mala muerte que ofrece colaciones y cierra cuando se retira el último parroquiano. Allí estaba el mes pasado, aun caluroso, pasando la tarde de un sábado ya que en el edificio los pendejos se toman los pasillos para jugar fútbol y no pocas veces te hacen el “rin rin raja”, una situación que poco tolero y prefiero estar en el bar mirando una pantalla de TV sin sonido viendo cualquier cosa tan entretenida como las diferentes formas de fabricar una casucha para el perro. Además, sin el penetrante aroma del ajo, que traspasa muros, puertas y entra a tu casa como si fuese pariente.

Ahí estaba, entreteniéndome a rabiar jugando con una papa frita fría que me servía de lápiz para hacer figuritas con el kétchup, cuando apareció Lulú. Era una mezcla entre la Mathy (mujer madura) y Sofía, la paquita (mujer rica), pero en versión oscura. “Rica la negra”, pensé y continué mirándola mientras ella pedía un té. ¿Sólo un té?, me pregunté…

Como se sentó en diagonal a mi asiento, cambié mis gafas para mirarle las piernas. ¿Qué miras?, preguntó.
Confieso que me puse colorado. Hacía tiempo que no me encontraba en esa situación y no sabía cómo responder. Subí la vista y la encontré guapa. ¿Serían las piscolas?
- Perdón, respondí. Se me fueron los ojos.
- ¿Eres bizco?
- ¡No!, a decir verdad, lo único bueno que me queda son los ojos.
-Cosa tuya, dice, mientras cruza las piernas y logro ver algo más que sus morenas y prietas piernas.

El destino es cruel, pero a veces da sorpresas. Entre preguntas van y preguntas vienen terminé sentado en su mesa conversando de la vida. Como la mía importa un rábano, le conté de épocas memorables de mi existencia y ella atropellaba contándome la suya. Era enfermera en un laboratorio donde sacan radiografías y scanner, algo común en epicentro de la capital. Dos matrimonios fracasados y dos hijos que viven con su padre en Guatemala eran su legado. Ahora vivía sola en un edificio de departamentos donde eliminó el timbre (debido a los constantes rin rin raja) y sufría las consecuencias de los bestias que andan en bicicleta y otros que juegan al futbol en los pasillos.

¡Lulú y yo éramos vecinos! Ella en el piso 28 y yo en el 16. ¡Genial!, al menos sufríamos los mismos problemas.

Saqué cuentas mentales de cuanto billete quedaba en mi cuenta RUT. Como era casi fin de mes, alcanzaba para invitarla a cenar a algún lugar un poco más decente y no tendría que pagar taxi, ya que compartíamos la misma dirección. Como era de esperar, terminamos en un restaurante peruano ya que es lo único digno que se puede encontrar en el microcentro santiaguino.  Cebiche de reineta para compartir y luego la especialidad de la casa: lomo saltado. Todo ello acompañado de sendos pisco sours que mágicamente se convierten en la integración misma de la hermandad chileno – peruana, ya que ocupan una mezcla de ambos piscos para elaborar la pócima y hacer patria No puedo mentir ya que los sours estaban bastante buenos. Bueno, sinceramente con dos “catedrales” en el cuerpo per cápita, nos comimos hasta el rocoto en su versión más natural y picante que existe.

El papá de Lulú es haitiano y la mamá chilena (como el Beausejour, pero en versión mina). ¡De ahí el cuerazo!, pensé. Lulú, anteponiéndose a mis pretensiones y mirando la hora, me anticipa que el día siguiente debía trabajar ya que el laboratorio no se detenía y que ella tomaba el turno muy temprano. Pagué la cuenta y regresamos caminando un par de cuadras hasta la casa. El ascensor -una mierda, pero ascensor, al fin y al cabo- paró en el 16 ya que ella seguía al piso 28. Lulú –es bajita- empinó sus pies y me da un beso en la mejilla junto a las gracias correspondientes. Sentí su respiración agitada y sus labios cálidos.

¿Serían los “catedrales”?

Al menos cuando entré a mis aposentos ya no quedaban pendejos jugando alrededor. Por primera vez en seis meses prendí la radio para escuchar música. Ahora que vivo en el centro puedo libremente aclararles que me empelotaban los gatos negros, las frituras de Las Lanzas y los conserjes de mi ex edificio, ya que sólo se preocupaban de las propinas.

Downtown la lleva, y luego de conocer a Lulú, me da la sensación que no lo pasaré mal en mi nuevo vecindario.

Como decían en el fútbol: “esto comienza, señores”

Exequiel Quintanilla   

MAGAZINE


PROPIEDADES MÁGICAS DE LAS HIERBAS Y ESPECIAS (PARTE V)
“No creo en brujos garay, pero que los hay, los hay”

Escarbando en la inagotable literatura esotérica, encontramos un escrito entretenidísimo. Un artículo lleno de conjuros y hechicerías con algo tan común como lo son nuestras hierbas y especias. Que se diviertan. En una de esas, en la cocina están los remedios para todos sus males



NÉBEDA
Regida por el planeta Venus y el elemento Agua, la nébeda se encuentra en los anaqueles de la cocina de muchas brujas con gatos como parientes o miembros de la familia. Además de crear un vínculo psíquico entre el gato y el humano. La nébeda atrae la buena suerte, así como a los buenos espíritus. Por estas razones, muchas brujas y otras personas inclinadas a la magia cultivan nébeda en sus jardines y en otras áreas alrededor de sus casas. Se dice que cuando se cuelgan sobre la puerta y ventanas, las hojas y flores de nébeda, se evita la mala suerte. Provenientes de la diosa romana Venus, que rige la belleza y los asuntos del corazón, los atributos mágicos de esta hierba son efectivos en cualquier hechizo que se realice a fin de aumentar la belleza interna o externa.



NUEZ MOSCADA
Regida por el planeta Júpiter y el elemento Fuego, la nuez moscada es una especie ampliamente utilizada para atraer la buena suerte y detener la enfermedad. Llevar nuez moscada en su bolsillo es un viejo remedio para el lumbago y el reumatismo. De acuerdo con un viejo método usado por las brujas europeas, para curar verrugas a pacientes masculinos, una mujer debe darles nuez moscada, y viceversa. El paciente debe colocar la nuez moscada en su bolsillo, sacándola de vez en cuando para mordisquearla. En el grado en que vaya disminuyendo la nuez moscada, así lo hará la verruga, hasta que desaparezca completamente.



ORÉGANO
Regido por el planeta Venus y el elemento Agua, el orégano es una hierba que posee el poder de proteger contra el mal, la brujería y la negatividad. Cuando se planta alrededor de la casa, protege a los moradores contra fantasmas, calumniadores y mala suerte. Algunas brujas usan orégano en sus hechizos para atraer el amor; y otras, en trabajos rituales que incluyen animales, aflicción, armonía, paz y desarrollo psíquico. Cuando se mezcla con violetas y se porte en una bolsa dije, se dice que el orégano es un amuleto para prevenir los resfriados.



PEREJIL
Regido por el planeta Mercurio y el elemento Aire, el perejil es una hierba con una gran carga de superstición para los paganos. Entre las brujas, el uso mágico más popular del perejil es un amuleto herbal para protección contra la mala suerte, las influencias negativas, los enemigos y la magia negra. De acuerdo con una tradición popular inglesa, si una joven observa semillas de perejil, pronto tendrá un bebé. Sin embargo, una mujer que desee la maternidad deberá abstenerse de comer perejil, ya que algunos creen que el consumo de esta hierba evita la concepción.



PIMIENTA
Regida por el planeta Marte y el elemento Fuego, la pimienta es la especia más usada del mundo. Se cree que los amuletos a los que se les añade pimienta protegen a quienes los usan del daño causado por rivales celosos o enemigos, y que den sin poder a las personas que echan mal de ojo. Cuando se mezcla con sal, la pimienta puede utilizarse en exorcismos para anular los poderes malignos, arrojar a los demonios y expulsar fantasmas.