miércoles, 24 de junio de 2009

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XXI, 25 de junio al 1 de julio, 2009

LA NOTA DE LA SEMANA: ¿Hacia dónde vamos?
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: Hotel NH: “Don”Alan
LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY: Carnes Morandé Bellavista
LOS CONDUMIOS DE DON EXE: Día del Padre ¿Qué diablos hago con un taladro?
DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES: Restaurante Vichuquén
NOVEDADES: Todo listo para la décima versión de Cata y Vino
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana

LA NOTA DE LA SEMANA


¿HACIA DÓNDE VAMOS?

…. nosave nada es un chanta todas las resetas las hacen los maestro del hotel … el nosave ni pelar una papa pork se corta los dedos el nunca pasa enel hotel solo yega para gritar y salir cuando tienen mucho trabajo el nunca esta ese es muyyyyyy chanta y secree chef pero lajente ya sedara cuenta de todo eso y mucho mas.
cuando seden cuenta quen es el chanta de …. sabran quenes son loa verdaderos maestro y que semeresen ser reconosid
…(SIC)

(http://blogs.elmercurio.com/wiken/2008/10/03/hotel-nh.asp)

Ahí es donde no pretendemos llegar. Varias veces nos han preguntado la razón por la cual no abrimos las páginas de Lobby para que los lectores comenten sus impresiones o den su punto de vista a los artículos que escribimos en esta revista. El motivo está en el inicio de esta nota. Gente ociosa que hace descargos de mala fe y desvirtúan la finalidad de un fructífero diálogo.

Hemos tomado la gastronomía como algo serio y todas nuestras crónicas son firmadas por sus autores. No nos escondemos cuando escribimos y es por eso que llevamos veintiún años en el mercado. Somos creíbles y queremos seguir la senda inicial. Por ello damos la cara y tenemos una gran cantidad de lectores, los que ya se acercan a los veinte mil semanalmente. Si somos un medio de comunicación o un blog poco nos importa. La plataforma donde se sustenta Lobby es solo una forma para llegar a nuestros visitantes del papel digital. Y seguiremos en eso. Entregando verdad y entretención. Sin meternos en campos que no conocemos ni malgastando el tiempo borrando y editando respuestas que muchas veces son desquiciadas. Así fuimos, así somos y así seremos.

Aunque duela a veces, fieles a la realidad.

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR



HOTEL NH:
DON ALAN

“De la cocina deconstructiva a la cocina creativa” podría llamarse esta crónica. Tras ocho años al mando de los fogones en el hotel NH, Alan Kallens está más que nunca con los pies en la tierra y olvidándose de espumas y birlibirloques entrega para este invierno una carta llena de colores y sabores.

Su famoso charquicán del bicentenario sigue en la carta. Igual sucede con el asado de tira con pantrucas. Kallens se ha dedicado durante años a potenciar los valores chilenos en un restaurante que tiene muchos clientes extranjeros. Incluso su deconstrucción del famoso mote con huesillos tiene sus adeptos en Chile y en el exterior. Sin embargo, su juego va más allá de cocinar. Busca sabores novedosos y los que conocen su trabajo aplauden cada vez que sale un nuevo plato de sus cocinas.

¿Con qué sorprende esta temporada?

No es poco. Una trilogía de mariscos donde encontré un suave cebiche de pulpo; un raviol de ostiones a la crema y un shot con una bisque de camarones fuera de serie. Trilogías de los que nos tiene acostumbrados pero de sabores diferentes, invernales, calurosos y especiales para la estación. Luego, un must: unos escalopines de salmón a la plancha acompañado de polenta cremosa con crispies de tocino y escamas de cebolla. Simple pero maravilloso. Un acierto.

Un tapapecho de wagyu cocinado a fuego lento con papas a la crema fue el fondo de tierra de la ocasión. Como siempre… sabor y mas sabor.

Los postres vienen de la mano de Hugo Caviedes, el chef pastelero. Una textura de papayas y un chocolate sorpresa que mezclados pueden ser potenciales inspiradores de un poema invernal. ¡Qué conjunción! Más aun cuando el fin de fiesta es con Oporto. Como debe ser.

Fiel a su tradición Navarra, el NH no es un hotel que se caracterice por hacer campañas publicitarias para mostrar su producto. Sin embargo sus índices de ocupación son altos y su comedor recibe mucha clientela. Es posible que al restaurante le falte una manito de gato para que sea más acogedor. Sin embargo los detalles estéticos son la nada cuando uno se dispone a probar las especialidades de Alan Kallens. El es el alma, genio y figura de ese espacio y eso es lo que al final se agradece. Él es un gran chef. Un Don chef. (Juantonio Eymin)

NH Ciudad de Santiago. Av. Condell 40. Providencia, fono 341 7575

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY



CARNES MORANDÉ BELLAVISTA

El lugar es un clásico. Lo hizo famoso Juan Carlos Moscoso hace muchos años cuando con una cocina de vanguardia presentaba menús a precio fijo. Sibaritas se llamaba en ese entonces y estoy seguro que gran parte de la población que aprecia la buena comida pasó por allí.

Luego, lo de siempre. Como la historia de muchos restaurantes que han pasado al olvido, Moscoso no tuvo otra que vender su participación en el negocio. Sus socios continuaron con el restaurante pero ya no era el mismo. Sibaritas y Moscoso eran en sí una sola persona. Uno no podía existir sin el otro. Y el clásico quedó en el recuerdo.

Pasó el tiempo y un empresario colombiano se hizo cargo del negocio y tras un par de modificaciones transformó el lugar en una parrilla, su especialidad. Fernando Kiblinsky es el propietario de las conocidas Carnes Morandé y el local de Mallinkrodt es la quinta sucursal de un negocio que bien conoce y que lo trata de mejorar día tras día.

Mi primera experiencia con Carnes Morandé fue en el local del centro. No me fue bien esa vez y mis comentarios fueron más negativos que positivos. Sin embargo, lejos de enojarse o desechar las críticas, se abocaron a solucionar los problemas que presentaban sus locales. Hace un par de semanas decidí conocer el nuevo local y francamente me sorprendió.

Kiblinsky tiene alma de comerciante pero también de restaurador. El local, impecable, mantiene sus características iniciales de diseño y mobiliario. Acogedor y cálido. La parrilla, nueva e impecable. El maestro parrillero sabe lo que hace y como lo hace. Los trozos de carne salieron perfectos y en el punto pedido. Las ensaladas, frescas y los aderezos son absolutamente vigentes. No es un local de gran parafernalia ni de comida moderna. Es lo que se espera de una parrilla. Buena materia prima, buenos puntos, platos calientes y las ensaladas o guarniciones se entregan en otro plato. Además de carnes se puede optar por pescados y pastas. Una buena selección de vinos y un servicio acorde son otra de sus gracias.

Por precio, calidad e infraestructura bien vale una visita. Guatita llena, corazón contento podrá comentar después. Y no se arrepentirá. (Juantonio Eymin)

Carnes Morandé Bellavista: Mallinkrodt 184, fono 777 1470

LOS CONDUMIOS DE DON EXE



DÍA DEL PADRE
¿Qué diablos hago con un taladro?

Crónica gastronómica interpretativa

Que me perdone don Casimiro, pero a decir verdad el subtítulo debería ser “¿Qué mierdas hago con un taladro?”, ya que a mi edad andar haciendo perforaciones no son, por así decirlo, parte de mis aficiones o funcionalidades. Mathy también se reía al teléfono cuando le conté. Resulta que los niños, mis hijos, no encontraron nada mejor que regalarme un taladro para el día del padre. ¿Insólito? Para ellos no. -Es práctico papá, dijeron a coro.

Me senté en la silla de la cocina y abrí la cajita. Venía con mil y un aditamentos para hacerlo funcionar. Pensé que sería útil como para hacerle hoyos a los picarones, pero esos los hago mejor con en dedo índice. También pensé ocuparlo para moler nueces pero, ¿cuándo hago eso? Podría servir para batir leche Ideal, pero a mi no me gusta esa leche (ni ninguna). En fin. Antes de cerrar la cajita probé el aparato. Lo enchufé y apreté del gatillo. ¡Que potencia! Me dio envidia ya que me acorde de mis años mozos. Lo apague y desenchufé. Me dí por vencido. Puse todos los papelitos en la caja y la cerré, mientras pensaba donde guardarlo ya que potencialmente es un elemento dañino.

El problema era que tenía que encontrar bonito y práctico el regalo. Sería feo pedirles la boleta y cambiarlo por otra cosa. Me había pasado el año anterior con media docena de unos chillones calcetines verdes. Hacía frío el domingo y habían llegado todos temprano a saludarme. Como ellos también son papis, debían luego almorzar con sus respectivas mujeres e hijos. A mediodía estaba desocupado. Bueno, no tanto, ya que mi brazo derecho acarreaba una maletita con un odioso taladro mientras le encontraba un lugar para su descanso eterno.

Habría partido feliz donde Mathilda pero ella estaba cuidando a unos nietos cuyos papás se habían ido a celebrar el día del padre a Buenos Aires. Si me cuesta soportar a los propios, los ajenos sencillamente no me simpatizan. Así que por odioso y mañoso tuve que quedarme solo, aunque no pretendía pasarlo mal.

¡Un catedral a la vena! Le ordené al mozo luego de que el taxi me dejara en la puerta del Alto Perú, allá en la calle Seminario. Me senté en una pequeña mesa pegada a una chimenea que sirve únicamente de decoración. Llevaba mi block de notas ya que quería empaparme y escribir algo sobre la Quintrala, cuyos aposentos estaban muy cerca de mi mesa. Quería saber qué se siente ser culpable cuando se alega inocencia o ser inocente cuando buscan culpables. Tenía tiempo. Mi sour, prohibido por los matasanos debido a los malditos triglicéridos estaba de miedo. El comedor era una zalagarda de papis, mamis y sus correspondientes malcriados mientras yo, con lápiz y papel en mano derecha y pisco sour en la izquierda, comenzaba a planear cómo iniciar mis escritos sobre la Quintrala.

Cuando pedí mi segundo catedral ya tenía medio resuelto el problema de cómo partir con la nota. ¿Para comer?, preguntó serio mi mozo y luego de ver la carta me decidí por un piqueo frío de mariscos. Total, si me suben los triglicéridos bien vale también sufrir con la gota, esos cristalitos de ácido úrico que de vez en cuando me recuerdan lo dañino de algunos mariscos. Aunque a decir verdad, estaba solo y celebrando mi día.

Cebiche, pulpo, tiraditos variados, camarones y un cuantuay tenía mi plato. Me olvidé un rato del plan inicial y gocé un plato sabroso y rico. Harto condumio y sazón, pensé. Peruanísimo. La presentación eso sí, algo demodé. Onda conchitas de ostiones y copa de vidrio para los camarones. A decir verdad, lo encontré hasta medio antihigiénico. Pero allá ellos con sus presentaciones, si nadie les dice nada y el plato es rico… ¿para que variar?

Papis, mamis y prole ya se habían retirado en su mayoría cuando me percaté que estaba oscureciendo. Esto de la Quintrala me tenía absorto. Pero tarde no era. Llame al mozo para que limpiara la mesa y se llevara mi plato a medio vaciar y pregunté por los postres. Me los tienen prohibidos por una incipiente diabetes que ronda mi cuerpo. Suspiro de limeña fue mi bendita ocurrencia. Eso y un dedito de etiqueta negra. ¡Un dedito nada más! Le indique al mozo mientras cubría con whisky los hielos del vaso.

¿Y si yo le hubiese vendido el taladro a la Quintrala? ¿Qué diablos habría pasado? ¿Habrían aparecido cabezas trepanadas en la calle Seminario al igual que en el hospital de Talca? Los celulares y las balas se pueden detectar, pero ¿los taladros?

Ahí me percaté que el alcohol había llegado a mi cabeza. Me estaba poniendo sádico, inhumano, bestial, cruel, sanguinario y cómplice de asesinatos que no había cometido. Hora de retirarse, reflexioné, y le pedí a mi gentil mozo que llamara un radiotaxi. Pagué la cuenta y le dejé una generosa propina por trabajar un día en que todos andaban de fiesta. No hay caso con la comida peruana y su sour. Si fuese el marido de la Cindy Crawford habría dicho ¡me fascina!

Cuando regresé al departamento me dí cuenta que había olvidado el celular. En realidad no lo uso casi nunca pero tenía trece llamadas perdidas. No quise devolver la llamada a nadie (por la mala suerte del número trece). Me tendí en la cama y me acordé que debajo de ella había dejado el taladro demoniaco.

Mañana mismo lo cambio por dos frazadas… fue lo último que logré pensar antes de quedarme profundamente dormido.

La soledad, a veces, es desquiciante.

Exequiel Quintanilla

Alto Perú: Av. Seminario 38, Providencia, fono 223 0173

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES



HOTEL GALERÍAS
SABORES RURALES EN EL CORAZÓN DE LA CAPITAL

por Karla Berndt


¿Disfrutar de un sabroso charquicán con huevo frito y longaniza, de una contundente cazuela de cerdo con chuchoca o de un auténtico ajiaco valdiviano en pleno centro de Santiago? Parece extraño, pero es posible. Y en un ambiente sobrio y elegante, en el restaurante Vichuquén del Hotel Galerías.

El hotel forma parte de Almacruz, un consorcio de empresas Cardoen que destaca por su completa y variada oferta turística, hotelera, enológica, recreacional y cultural en la zona del Valle de Colchagua. Que nos invita a conocer y disfrutar de Chile, su historia, sus tradiciones y sus raíces, una vez más también en la capital.

Rescatar la cultura y la tradición. Este es el objetivo. Sorprender con antiguas recetas de la gastronomía criolla, con platos de nuestra tierra y mar. La nueva carta incluye preparaciones de la cocina chilena renovada, inspirada en la rica tradición de sabores, de la mano del chef Jorge Caro quien desde hace años trabaja intensamente para posicionar la gastronomía chilena tanto en Chile, como en el mundo.

¡Y vaya que lo logra!

Este día lluvioso, a la hora de almuerzo, entre los múltiples platos que tuve el privilegio de probar, quisiera otorgar “mención especial” a los siguientes:
- El excelente pebre con sopaipillas.
- Las empanadas con pino de cordero.
- La ensalada de centolla magallánica sobre timbal de palta, con una perfecta salsa de jengibre y coñac.
- Los camarones y ostiones salteados con ajo, ají y merquén. Excelente textura y sabor.
- El filete al “Tupu”, a su punto exacto, sobre guiso de zanahoria, en armonía absoluta con su salsa de queso crema.
- El pollo macerado en chicha, acompañado de pasas rubias y papas chauchas. Un plato
que sorprende por su simpleza y sabor.
- El caldillo de congrio. Muy bien logrado, una delicia.
- Entre los postres, me encantó el flan de queso oveja con caramelo de arrope. Y el pie de zapallo…

Le aconsejo visitar el Vichuquén. Le recomiendo invitar a almorzar o a cenar a sus visitantes extranjeros. Quedarán - ¡estoy segura! – sorprendidos y muy satisfechos. Y, además, encantados con la cava ubicada a un costado del salón, y con el Bar Make Make, donde la música de la Isla de Pascua se hace sentir. Una excelente alternativa gastronómica para disfrutar esas recetas de antaño, en pleno centro de la capital.

Restaurante Vichuquén: Hotel Galerías, San Antonio 65, Santiago Centro, fono 470 7400

NOVEDADES

TODO LISTO PARA LA DÉCIMA VERSION DE
CATA Y VINO

Una de las más grandes muestras de vinos de país se realizará el28 y 29 de agosto en el nuevo W Hotel, en el barrio El Golf.

Organizada por The Wine House y en 2.500 metros cuadrados, más de 50 viñas chilenas, desde grandes marcas hasta viñas boutique, presentarán al público y a los especialistas sus últimas cosechas tanto blancas como tintas.

Entre las principales novedades de esta décima versión destaca el Salón Premium, un espacio reservado a vinos, licores y productos de lujo, tanto nacionales como de prestigiadas marcas internacionales, al que se accederá con entrada diferenciada. Aquí también se mostrará una representativa selección de vinos “de autor” –los llamados garage-, los cuales podrán ser probados por el público en compañía de sus propios creadores.

Por primera vez, además, habrá corners temáticos dedicados a mostrar las cepas blancas y tintas no tradicionales que comienza a producir el país y los novedosos vinos rosé.
Otra innovación, el público podrá adquirir todos los vinos expuestos: será una oportunidad única de comprar etiquetas que por lo general no se encuentran en los mercados masivos.

Como anticipo a la feria, una semana antes llegará a Chile Georg Riedel, quien ofrecerá una de sus exclusivas “cata de copas”, donde demuestra cómo cambia un vino según la forma y calidad de la copa en que se degusta. Durante su breve visita aprovechará de lanzar la línea Riedel Vinum XL, donde destaca especialmente el diseño para pinot noir.

X Feria Cata y Vino – 28 y 29 de agosto
Centro de Convenciones Hotel W.
Isidora Goyenechea 3000, Edificio Territoria.

BUENOS PALADARES


LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(19 junio) BEL PAESE (Apoquindo 7741, Las Condes, fono 212 7086): “…felizmente su nueva carta añade recetas del día "del mercado", con pastas de rellenos variados, conejo, cabrito y "bollito mixto", que esperamos traigan cada vez más productos diversos y el uso variado que él sabe darles. En las entradas, además del antipasto que incluía prosciutto San Daniele, queso grana padano, salchichones, salame y panceta, todo italianísimo, había mariscos y un carpaccio de filete…” “Nos tentaron dos recetas también clásicas: tierna pulpa de ternera al horno con fettuccine en su salsa, que pedimos cambiar por polenta ($10.600), y ossobuco de carne blanda y médula sabrosa, con risotto al azafrán en su punto ($12.600).” “una exigencia culinaria fiel al rigor centenario de Bolonia, para ir introduciendo sus propias creaciones…”

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(19 junio) LANDO (José Manuel Infante 1020, Providencia, fono 209 2327): “¿Otro restaurante peruano más? pues sí, uno más. Y como está de debut, ofrece un buen pisco sour de cortesía y un 15% de descuento, lo que no está mal” “Lentos pero muy sabrosos los tequeños -masas trabajadas como arrollados primavera $4.600- rellenos de lomo salteado, junto a su pocillo de palta. Lo mismo unos wantanes más generosos -$2.800- que lo habitual (esos que llevan una mancha de proteína dentro). Luego, un generoso cebiche Lando ($6.500), servido en la concha de esas mega ostras del Perú, una sabrosa causa de pollo (no había carne de cangrejo) y un lomo salteado algo cargado a la salsa de soja ($5.900), con buen arroz (esta vez) y papas semi fritas semi crudas.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(19 junio) BAR AUSTRAL (Catedral 2201 esq. Maturana, Barrio Brasil, fono 671 5217): “Cuatro locos de buen tamaño, blandos y sabrosos, con los papeles al día. A la orden, con mayo, salsa verde, lechuga y guacamole, con aperitivo y copa de vino, por $7.000. Mérito de la crisis, que frenó el apetito oriental por quitarnos, a cualquier precio, estos deliciosos moluscos.” “Los presentan con una oferta al almuerzo, de lunes a viernes. El menú “Cada loco con su tema”, para solitarios, ($7.000), que incluye aperitivo, plato de fondo y copa de vino. Y en pareja, la carta “Amor de locos” propone 2 aperitivos, 4 empanaditas de loco, 2 fondos, 2 copas, por $18.000.” “Como para quitarse las ganas.”

CARLOS REYES (La Tercera)
(19 junio) EL ENCANTO CHLENO (Bilbao 468, Providencia, fono 665 9554): “La lista es de platos es larga, con algunas salidas de libreto respecto al panteón culinario nacional, pero nada como para rasgar vestiduras. Se quiso ir por un gran éxito sureño como es el Cancato de Salmón ($ 6.000) pero ante su ausencia, la curiosidad se volcó hacia la zona de carnes. Ahí, la Cazuela ($ 3.900) preparada con un trozo generoso de asado de tira, aportó un sabor que demostró su valía como corte preferido para esa receta. Los dos medallones de Carne Mechada ($ 4.500) llegaron a la temperatura correcta, ofrecieron grata consistencia y juguito impregnado de su relleno vegetal.” “El sitio apenas despunta de su marcha blanca. Por eso de manera perentoria requiere ajustar sus piezas en términos de servicio.” “Por precio, ubicación y onda, merece una vuelta de prueba.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(20 junio) EUROPEO (Alonso de Córdova 2417, Vitacura, fono 208 3603): “Definitivamente, no queda otra que rendirse ante su talento. Más allá de modas y ondas pasajeras, sigue siendo un clásico y una especie de santuario de la gastronomía. Y cuando parece que va a declinar, se reinventa y nuevamente se pone en la cresta de la ola.” “Combinaciones diferentes que sorprenden y encantan; una apuesta clásica pero con esos toques diferentes que hablan de mucho conocimiento y talento. ¡Hay que probarlo!”

CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(21 junio) CENTRO VASCO (Vicuña Mackenna 547, Santiago Centro, fono 222 8068): “Sus comedores -algunos privados- ya se ven algo vetustos, pero son discretos y acogedores. Allí se ofrece desde un pollo a la plancha con arroz, para alguno que esté a dieta, hasta los callitos, que son el mejor plato de la carta y de lo que damos fe porque los comimos el jueves.” “La cocina del Centro Vasco, en general, está bien hecha y oscila entre los guisos de carne clásicos y algunos buenos camarones y calamares a la romana, con el aire típico de la mano de los chefs jóvenes que espolvorean el plato con merquén y decoran con ataditos de ciboulette frito. Los precios son prudentes. Y nos dicen que la joya de la carta es la paella, con mucho marisco y que mucha gente va allá mayoritariamente por ella.” “Si es tan buena como los callos, volveremos.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(21 junio) TUTTA PASTA (Av. Las Condes 9681, Las Condes, fono 453 5550): “Partimos probando una enorme porción de torta pascualina de espinacas con alcachofas, en delgada masa de hoja y con la justa humedad por dentro, sin exceso de huevo tampoco. Muy rica, me gustó mucho. A los chicos les pedimos spaghetti a la boloñesa y ravioles de pollo Alfredo. Llegaron porciones generosas que repartimos y de las que los grandes también picoteamos. Me llamó la atención que bajo la salsa boloñesa venía un poco de salsa blanca; no sé si fue intencional. La Alfredo me pareció bastante cargada a la salsa blanca también, pero cumplía. Yo pedí unos tortelloni rellenos con jaiba y servidos con salsa frutti di mare (choritos, camarones y calamares salteados en mantequilla y con un toque de vino), que también estaban correctos, pero no sublimes.” “un lugar ideal para ir con la familia porque la cuenta no indigesta.”

miércoles, 17 de junio de 2009

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XXI, 18 al 24 de junio, 2009

LA NOTA DE LA SEMANA: Solidaridad gastronómica
LOBBY OPINA: Los periodistas multiuso
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: C: Carpentier también quiere un trozo de torta
LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY: Loco por los locos
DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES: La casa de los espíritus
NOVEDADES: De oveja negra a best seller
EVENTOS: Los ángeles de Montes en el Latin Grill
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana

LA NOTA DE LA SEMANA


SOLIDARIDAD GASTRONÓMICA SE POSTERGA PARA EL 4 DE JULIO

Es difícil en estos días ser solidario. Más cuando los presupuestos están apretados y en riesgo. Sin embargo en las Aldeas Infantiles SOS han pensado que la solidaridad y la gastronomía pueden coexistir sin provocar grandes problemas en los bolsillos.

¿Cómo? Fácil. El sábado 4 de julio una gran carpa ubicada en el sector de Las Terrazas del Parque Bicentenario servirá de escenario para una gran fiesta gastronómica, social y solidaria. Doce restaurantes de la capital estarán presentes para entregar lo mejor de sus especialidades a quienes cancelen una entrada cuyo costo será de $ 14.000. La idea: que junto con saborear lo más representativo de los restaurantes Rai, C, Danubio Azul, Sushi House, Infante 51, Barcelona, México al Chile, Mercat, Mancini, Strada, Adra y La Mar, junto a catas de vino y otras especialidades, tengamos la oportunidad de ayudar a los más de 4.500 niños que viven en esta organización.

A decir verdad, es casi como un evento imposible de perdérselo. Desde las 19 a 24 horas todo estará dispuesto para el goce culinario y para entregar un futuro decente a los niños que acoge este hogar.

Gourmet Solidario es patrocinado por importantes empresas y personas. Solo faltamos nosotros, los que con nuestra presencia daremos un especial realce a este singular evento social. No sólo es importante. Es necesario.

Nos vemos ese sábado en el Centro Cívico de Vitacura. Ojalá lo llenemos.

LOBBY OPINA


LOS PERIODISTAS MULTIUSO

Saben de todo: de fútbol, de automovilismo, de farándula, de accidentes aéreos y sus causas; de vericuetos en los juzgados y de Palacio. Conocen de cervezas y no hay vino que les haga collera. Son capaces de entrevistar tanto a Stephen Hawking como a Anthony Bourdain siempre y cuando le pongan un traductor. Ni hablar de cine, saben tanto o más que Héctor Soto y Ascanio Cavallo juntos. ¿Y de arte? Se pasean por las galerías como Pedro por su casa. Usan Avon y escriben de Carolina Herrera y Chanel. Se visten en Johnson’s o en Marie Claire y comentan de Ermenegildo Zegna y de Hannah Marshall (¡Ah… los pillé!). Escriben de Borges, Joyce y Octavio Paz y en su velador tienen un libro nunca abierto de Roberto Ampuero. Y hablan de gastronomía como si hubiesen pasado su vida cocinando, comiendo, oliendo y mirando. Para ellos, las habitaciones de los hoteles son piezas; las morcillas son nuestras populares prietas y no dudan en escribir del prosciutto San Daniele como San Michele o de los Top Blanches en vez de Les Toques Blanches.

Así son los monstruitos que ha creado la sociedad periodística actual. Los periodistas de hoy deben realizar tantas actividades como horas tiene el día. No importa dónde los manden a reportear. Buscan un par de datos en Internet (su nuevo fetiche) y se lanzan a la faena. Escriben en la noche ya que no tienen tiempo durante el día. Un par de copy – paste también es necesario. Total, sus jefes son tan ignaros en esas materias como ellos. Los correctores de pruebas ponen algo de su ego también. Lo que no les parece lo cambian a su criterio. Y así aparece publicado.

Y nadie dice nada.

La gomita de Rony Dance vende más que una crónica gastronómica o de vinos, se excusan. Entre las pechugas de la Marlen y el confit de pato de Olivera no hay donde perderse, prosiguen. Además -y concluyen-, la gastronomía en Chile vale un carajo.

Y así hemos ido perdiendo páginas gastronómicas en los diarios y revistas a nivel nacional. Ni hablar de la televisión o las radios (Ok. Radios no tanto, pero una golondrina no hace verano). Lo que antes era la biblia para los amantes de la gastronomía hoy es un compendio de música, cine, farándula y cualquier otro tema más comercial para los editores. Como los restaurantes y hoteles no hacen grandes campañas publicitarias, los jefes se encargan de buscarles con lupa y luces especiales el más mínimo riesgo sanitario… mientras engullen una tibia y sospechosa sopaipilla comprada en el carrito que se ubica debajo de sus oficinas.

Nuestro periodista debe, entonces, escribir de los nuevos restaurantes que llegarán a la capital mientras le da mordiscos a una marraqueta con una lámina de mortadela y bebe una lata de Coca Cola Zero. Y habla de inversiones millonarias, de especialidades, de las nuevas bondades del chef y de los novedosos diseños y productos mientras busca desesperadamente en la red alguna imagen que lo inspire.

La culpa no es de los medios. Es de la sociedad actual. Sin ingresos no hay retorno y debido a ello la gastronomía tiene cada día menos presencia en la prensa nacional. Sólo salvan a esta debacle algunos medios especializados ya sea en papel o Internet.

Para que un periodista adquiera los conocimientos necesarios para conocer más o menos en profundidad un tema en específico requiere años de especialización. Por ello poco les importa a los editores cubrir estas áreas del periodismo con jóvenes recién egresados de la universidad, además con pagas bastante exiguas. Acá no hay (salvo excepciones) posgrados en ninguna materia. Así que tendremos que acostumbrarnos a continuar leyendo paté fuá cuando lo que realmente comimos fue foie gras.

Lamentable. Es lo que hay. (Juantonio Eymin)

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR



C
CARPENTIER TAMBIÉN QUIERE UN TROZO DE TORTA

Christopher Carpentier es un tipo especial. Coquetea con el glamour como ningún otro chef nacional. Se codea con lo mejor de la sociedad farandulera de la capital y aparece a menudo en los medios de comunicación ya sea cocinando o participando en actividades que lo necesitan. Le gusta lo fashion y él lo sabe y explota. Sus fiestas y lanzamientos de productos ABC1 son de antología y las páginas sociales de los diarios y revistas couché lo ensalzan hasta el infinito. Sin embargo, de eso no se puede vivir eternamente. Mas aun cuando hace unos meses comenzó a vivir una nueva etapa: la de empresario gastronómico. La parte difícil del negocio.

Se le ve más maduro y reflexivo. Atento a lo que sucede en el C, su chiche recientemente reabierto luego de una (¿otra?) descoordinación municipal que lo mantuvo clausurado durante nueve meses. Un calvario, nos comenta mientras sirve un huevo trufado con papas hilo, sal Maldon y ciboulette. Un lujito de esos que se han visto poco este año. Huevos y trufas. Anótelo. Es realmente una mezcla que se transforma rápidamente en vicio.

Carpentier nos quiere mostrar su nueva carta. Aterrizada, obvio, debido a las vicisitudes de esta temporada de vacas flacas. Su propuesta es atractiva y audaz. Se mueve bien en su cocina a la vista y sus ayudantes están empapados de buenos conocimientos culinarios. Un potaje de plátano con caldo de pollo y camarón de río es un buen ejemplo. Un sabor exótico para un público experimentado. Más allá, un raviol de wagyu estofado en una reducción de rabo y huesos que estimula al más escéptico, para finalizar con un must y de los buenos: merluza austral con salsa atomatada y ajos confitados acompañados con ñoquis en salsa de calamar.

Pero hay más. Con la finalidad de revitalizar las horas del mediodía, Carpentier ideó un menú de almuerzo (C Almuerza), donde por un precio fijo de 12 mil pesos por persona se podrá optar por una entrada, sopa o postre, tres alternativas de platos de fondo, copa de vino, cerveza o bebida y café. Sin duda una buena opción para los diarios almuerzos de los ejecutivos del sector y para quienes aun no conocen estas buenas dependencias.

Menos show y más trabajo parece ser la nueva etapa de Carpentier. Y a los que nos gusta su gastronomía estamos encantados del cambio. Ese que cuando termina la jornada su cuerpo esta impregnado a olores de cocina y no a perfumes de moda. (Juantonio Eymin)

C: San JoseMaría Escrivá de Balaguer 5970. Vitacura, fono 2180876

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY



LOCO POR LOS LOCOS

Para muchos, y también para este cronista, Santiago se corta en dos por culpa de la autopista Norte - Sur. No hay caso y definitivamente es una tranca que nos costará bastante eliminar. Es del otro Santiago el tema de esta crónica. Allá en la calle Catedral esquina Maturana abrió hace unos meses un bar y restaurante que dará que hablar bastante. Bar Austral le llamaron y nació de una de las cervecerías más completas que haya conocido en mis peregrinajes gastronómicos. Más de trescientas marcas de todo el mundo en sus anaqueles. Un tesoro para los amantes de esta bebida.

Sin embargo no fueron las cervezas las que me llevaron a ese bonito lugar de la capital. Iríamos a comer locos. Locos y más locos, preparados en todas sus formas. Hace un par de años habría sido un delito casi comparable al tráfico de drogas, pero en la actualidad la oferta de las pesqueras sureñas ha crecido enormemente y se pueden encontrar con mayor posibilidad.
Pulcro y decorado con motivos marinos, más que bar oficia de restaurante y cebichería. El público asistente el mediodía de mi visita era adulto. La gente joven poco o nada sabe de locos, me advirtieron, mientras llegaban a la mesa unas empanadas fritas de locos, con una fritura fuera de serie y un relleno de película. No resistí la tentación y prácticamente me devoré dos de tamaño bastante considerable. Luego le toco el turno a un tierno y gran loco con salsa verde y mayonesa hecha en casa. ¡Me sentía como de veinte años, edad en que comí los últimos locos grandes de mi juventud!...

Locos en causa (buena idea); en caldo (algo salado); en carpaccio (poca gracia); en chupe (magistral); apanados (algo duros); risotto de locos (genial); al ajillo…. En fin, mil y una receta que salen de la cocina para placer de los clientes.

Obvio que acompañamos el almuerzo con vino. No podría ser de otra manera. Las cervezas quedarían para otra ocasión. Elki de la viña Falernia fue nuestra apuesta y fue uy bien escogido. Lo mineral de este sauvignon blanc proveniente del valle del Elqui, potenció el sabor de los locos y quedamos más que contentos. Tanto que dejamos pasar los postres para retirarnos con ese sabor único que nos aportan estos gasterópodos tan esquivos estos últimos años.

El Bar Austral abre diariamente. No hay hora ni restricciones para comer locos. Tanto lo puede hacer a las 10 de la mañana (cuando abren) o las cuatro de la mañana (cuando cierran). O sea, no existen excusas para “bajar” a Santiago Centro. Ese que de vez en cuando hace noticia…gastronómica. Y hoy, con las supercarreteras, llegar y disfrutar es cosa de minutos.

Una locura (Juantonio Eymin)

Bar Austral: Catedral esquina Maturana, Santiago Centro, fono 688 0892

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES





LA CASA DE LOS ESPÍRITUS

Por Karla Berndt

No, no me refiero a la gran obra de Isabel Allende. Tampoco a un encuentro literario, sino más bien a una experiencia real… aunque misteriosa…

Fue en Santa Cruz, hace pocos días, cuando tuve la oportunidad de conocer la Casa Espíritus de Colchagua. En la calle Nicolás Palacios, a pocos metros del Hotel Santa Cruz, se encuentra esta casa de adobe construida hace más de 120 años y muy bien mantenida, habitada por un matrimonio bastante singular. Ella se llama María y él, Cristián. No hay fotos del dueño de casa ya que no permite que lo enfoquen con cámaras. Por algo será. De todas maneras, con su delgadez y altura, su largo pelo y su singular barba plateada, impresiona desde el primer momento. Un ambiente particular, sobre todo al atardecer, cuando tenues luces aumentan la magia del entorno.

En el patio, al lado de unos braseros brindamos con una copa de agua de vertiente, materia prima de los licores, agradeciendo al viento y a la tierra de Santa Cruz por la cosecha de uvas, frutas y hierbas.

Después conocimos las habitaciones donde se preparan los licores caseros según los secretos de los antiguos destiladores. Son elaborados según recetas medicinales traídas por sacerdotes jesuitas hace más de cinco siglos, con alcohol destilado de vino al cual se le agregan diferentes frutos, especias y hierbas

En uno de los antiguos dormitorios ahora reposan hasta por 28 meses: “El tiempo es la clave”, sostiene Cristián. “El momento de la cosecha de las frutas y hierbas, el estado del secado y la maceración determinan la calidad del producto y sus bondades”.
Por un angosto pasillo, con atados de hierbas secas colgados del techo, canastos con frutas, lámparas tapadas con velos de color y antiguas herramientas de fierro oxidado, llegamos a la cocina. Que maravilla aquella. Como la antigua cocina de mi abuelita…

Después, en un comedor, probamos varios de los 20 licores, todos deliciosos. De mora, arándano y murta; de cereza, ciruela y corteza de naranja; menta, romero, toronjil y poleo; de café y canela... Con aceitunas de la zona, chicas y sabrosas; guindas secas y almendras.

“La mejor manera de mantener la salud es la prevención de la enfermedad.
La mejor prevención es el medicamento.
Y el mejor medicamento es el alimento, incluyendo aperitivos y bajativos…”.

Así dice el dueño de casa. Ya lo creo.

Tour Casa de los Espíritus de Colchagua:
Lunes a domingo (11.00, 15.00, 19.00 horas) Por $15.000, incluyendo la degustación. Teléfono 72 -209 600

NOVEDADES

DE OVEJA NEGRA A BEST SELLER

En el marco de la reciente Feria de Londres, el Oveja Negra Sauvignon Blanc-Carménère 2008, recibió una medalla de oro en su tercera versión del Sommelier Wine Awards 2009, organizado por la revista Imbibe de ese país.
“Es quizás la mezcla de varietales más inusual en la competencia (una cepa blanca y una tinta) pero que ciertamente conquistó al jurado. Limpio, fresco, con notas a grosellas en nariz, buenos aromas herbáceos y a pasto con un muy buen final”, señaló Agustín Trapero, sommelier de The Randolph Hotel, Londres.
El criterio de los jueces, mayoritariamente sommeliers, es que los vinos se muestren amistosos con la comida, sean versátiles, tengan carácter y una buena relación precio-calidad.
Con más de mil vinos participantes, trescientos cumplieron con el criterio de los jueces, conformando la “Lista Corta de los Sommeliers”. Después de una segunda degustación, sólo cien pasaron a la “Lista de Oro”.
En tanto, durante el International Wine Challenge 2009, uno de los concursos de vino más importantes del Reino Unido, Rafael Tirado, enólogo jefe de la bodega, efectuó una presentación sobre el Valle del Maule. Organizada por Wines of Chile y ante un público que repletó la sala de conferencias en el recinto ferial de Londres, Tirado expuso sobre las condiciones de clima, suelo y variedades plantadas que hacen del Valle del Maule un terroir de excepción. En la oportunidad se degustaron sus vinos Oveja Negra provenientes del viñedo San Rafael de VIA.

EVENTOS


LOS ÁNGELES DE MONTES EN EL LATIN GRILL

¡Sencillamente imperdible! En la segunda degustación de vinos ultra Premium del año, será el mismo Aurelio Montes del Campo, enólogo de Viña Montes, quien guiará cada uno de sus premiados y reconocidos vinos durante la cena de cuatro tiempos creada por el Chef del Hotel Santiago Marriott Luis Cruzat.

El cóctel de bienvenida y antesala a la noche de los Ángeles de Montes comenzará con sauvignon blanc Limited Selection del valle de Leyda y Rosé Montes Cherub. Luego el maridaje continúa con una entrada compuesta de delgadas láminas de pato ahumado con crocante de queso y dressing de membrillo ensalzado con el elogiado Purple Angel 2006.

Como primer plato de fondo, Cruzat ofrecerá una suave carne de wagyu con risotto de champiñones y crema de morrillas que acompañará al también galardonado Montes Alpha M 2006. En el segundo plato de fondo, un delicioso jabalí con puré de lentejas, junto a un confit de cebolla en una reducción de carne con foie gras que se fusionarán perfectamente al premiado Syrah Montes Folly 2006.

Para finalizar el encuentro una trilogía conformada por una torta densa de chocolate sobre carpaccio de peras y jugosos frutos rojos, acompañada de un cilindro con crema de finas hierbas y un suave crème brûlée de cacao con un fresco Late Harvest 2008, de la cepa gewürztraminer.

Esta especial cena se realizará el jueves 25 de junio a las 19,45 horas. Las reservas se pueden hacer al 426 2064

BUENOS PALADARES


LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA
SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(12 junio) PUERTO FUY (Nueva Costanera 3969, Vitacura, fono 208 8908): “Si bien hay productos que se repiten en Puerto Fuy, pero en diferentes formas y texturas, Giancarlo Mazzarelli promueve también otros menos utilizados de los que saca efectos inesperados (como el jurel o la makarela), y me parece significativo para alguien de cocina tan elaborada y sutil que lo que la carta destaque sea el ingrediente principal y no - como hacen otros- los complementos o adornos. Luego de un exquisito potaje de ostiones en vasito y mariscos en cuchara, como appetizer, y de saborear el buen pan con aceite de oliva, tuve ocasión de degustar varias novedades” “… lo que realmente convierte en acontecimiento cada nueva carta de Giancarlo es la perfección a la vez original y equilibrada con que realiza sus creaciones y lo novedoso de los sabores que logra.”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(12 junio) BEL PAESE (Apoquindo 7741, Las Condes, fono 212 7086): “Illari se la juega. Eliminó limoneros apestados, papeles desteñidos y aportó gigantografías de bellos paisajes italianos a la decoración. Y en lo principal, trabajará cocina de mercado, con una carta que se guía por los mejores productos de estación. Incluyendo erizos y locos notables en estos días.” “Aquí las pastas hacen diferencia, tan coloridas como sabrosas, aunque lleven como salsa apenas hojas de salvia y mantequilla. O más complejos ravioles con conejo, tortelli con cinghiale (jabalí). La oferta incluye clásicos como el contundente ossobuco milanés con risotto ($12.600), el mejor pescado que encuentre en el día, o la delicada ternera. Y novedades como el recomendable fritto misto, para dos personas ($11.900), con congrio, corvina, camarones, calamares y las más deliciosas verduras. Y suma y sigue: los postres, a la altura.”

CARLOS REYES (La Tercera)
(12 junio) SENSO (Hotel Grand Hyatt, AV. Kennedy 4601, Las Condes, fono 950 3145): “A la hora de los sabores, por un lado, aparecen ganas de aportar una sensación de carácter al comensal. Eso se notó en las lonjas del jamón de wagyú ($ 9.500), de especial salazón al paladar; que no era el semidulce clásico del prosciutto ni tampoco la potente curación del cerdo a la española; lo que surgió fue una elegante y untuosa expresividad, potenciada por el vigor vegetal de la rúcula y una salsa roquefort en igual tono: un carpaccio en su versión más ruda. Esa vocación por la fuerza se evidencia en la cobertura de hierbas que complementó una corvina rostizada ($ 12.500) de notable factura y frescura, equilibrada con una guarnición de verduras al dente y un canelón de espinaca de pasta sabrosa, aunque demasiado blanda para contener su relleno.” “…una cocina de producto a la altura del lujo que ostenta en cada uno de sus rincones.”

YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(12 junio) BOULEVARD LAVAUD-PELUQUERÍA FRANCESA (Compañía 2189, Santiago Centro, fono 682 5243): “Una carta menú con apariencia de diario antiguo recibe a los comensales que se acercan a uno de los restaurantes más curiosos y atractivos de los “viejos barrios elegantes”, en el sector de la Plaza Yungay. Esta carta, que se puede llevar para la casa como recuerdo, ofrece cocina de estilo francés, venta de antigüedades, información sobre el patrimonio nacional e historias del sector y de la gran casona esquina que alberga a este Boulevard Lavaud-Peluquería Francesa.” “La cocina propiamente tal es variada en sus ofertas y posibilidad de combinaciones. Se puede tomar desayuno, onces y distintos tipos de té o de café; se puede pedir uno de los muchos tragos y licores para acompañar…” “Si lo que se quiere es almorzar o comer, liviano o abundante, hay platos como quiches y tartaletas ($ 3.600 a $ 4.000); carpaccios de atún, pulpo, avestruz o filete ($ 3.900 a $ 5.900); crêpes de jaiba, camarones o pollo ($ 4.800 a $ 5.800), y papillotes de salmón, mariscos o filete ($ 5.900 a $ 6.500). Hay ensaladas y entradas (entre $ 4.900 y $ 6.500): tártaro de cangrejo; ostiones a la plancha en mantequilla de limón y crocante; timbal de salmón y ricotta; tártaro de atún, y ensalada de tres quesos. Entre los platos calientes (de $ 3.800 a $ 8.900), la infaltable sopa de cebolla; atún con chalotas acarameladas y pastelera; coq au vin; pato a l’orange con papas rösti; pollo al cognac, o filete al oporto. Por último, postres del estilo de las crêpes Suzette; crème brûlée; la bombe Richelieu; tiramisú de la casa o Dulce Patria ($ 1.600 a $ 2.500).”

DANIEL GREVE (Qué Pasa)
(13 junio) EUROPEO (Av. Alonso de Córdova 2417, Vitacura, fono 2083603): “Imaginen una crema sedosa, consistente, con un sabor penetrante y expansivo, pero al mismo tiempo elegante y fino, que desaparece lentamente en efecto dimer como si el líquido alcanzase otro estado, fundiéndose más allá de su propia estructura. Bien. Imagínenlo ahora con su contrapunto perfecto. Toda esta profundidad, salada y reforzada por una exquisita lámina de trufa negra y aceite trufado, que muestra toda la pequeña inmensidad de esta grasa noble, con un ravioli dulce, de ínfima y perfecta acidez, que flota en el centro, levanta, perfuma y estimula. La Espuma de foie gras con ravioli de manzana ($7.500) es de esos platos que no se relegan. De ésos que te vuelan la cabeza y sólo dejan el registro en la memoria. Imperdible e inolvidable.

CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(14 junio) LE FOURNIL (Constitución 30. Barrio Bellavista, fono 248 9699): “Un nuevo restaurante de cocina francesa de impecable ejecución e ingredientes de primera calidad acaba de abrir en lo que viene siendo la ampliación o última etapa del Patio Bellavista.” “La carta es magnífica: sopa de cebolla servida en un pan de campo, terrina de foie gras con chutney de cebolla, terrina de morcilla y manzana, rillete de dos salmones, timbal de ratatouille al pesto y vol-au-vent de camarones y ostiones. Todas son alternativas de entrada.” “De fondo, la carta tiene varios de los clásicos de la cocina francesa, sean de bistrot o de restaurante elegante: entrecôte de vacuno con gratín de papas, magret de pato Mulard con peras asadas, solomillo de cerdo en miel y especias, blanquette de conejo a la mostaza, tártaro de res con papas fritas a la francesa, costillitas y medallón de cordero asado con ratatouille, atún fresco salteado con aceitunas negras y lasaña de berenjenas y ostiones con salsa de coral y arroz salvaje.” “Le Fournil contribuye a elevar el rango de calidad y urbanidad del antes muy querido Barrio Bellavista. Si sigue como en sus primeras semanas, ya estaría instalado entre los mejores lugares para comer de todo Santiago.

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(14 junio) PHONE BOX (Av. Providencia 1652, interior, fono 235 9972): “Ochentero total es este local de la galería El Patio, en Providencia. Yo, al menos, no iba desde esas épocas.” “Nos sorprendió que ofreciera platos de cocina chilena al lado de clásicos británicos como el steak and kidney pie, un pastel de carne y riñones. Por supuesto que lo probamos y estaba sabroso, aunque mi acompañante, hija y nieta de ingleses, me dijo que el de la nana de su madre era cien veces mejor. También probamos un fierrito carioca que, cuando llegó a la mesa, nos pareció la chuleta de brontosaurio de Pedro Picapiedra. ¡Qué platos más grandes! Deben tener un público más bien masculino.” “Aunque la comida nos pareció bien, el lugar se veía detenido en el tiempo, incluso diría un poco sucio y desvaído, como esa tía que se dejó las canas y se ve más vieja, pero uno la quiere igual.

miércoles, 10 de junio de 2009

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XXI, 11 al 17 de junio, 2009

LA NOTA DE LA SEMANA: ¿Qué busca el cliente?
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: Cardoenland
LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY: Bel Paese: Más cocina de mercado
LOS CONDUMIOS DE DON EXE: W Santiago: una avant premier caleidoscópica
LAS CRÓNICAS DE LOBBY: Divertimento, un comedor italo-chileno que entretiene
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana

LA NOTA DE LA SEMANA


¿QUÉ BUSCA EL CLIENTE?

“La calidad de los restaurantes ha crecido mucho más que la calidad de los clientes” fue una frase que escuché poco antes de editar esta página. Me quedé pensando y en realidad tiene algo de razón. En la actualidad podemos encontrar en el país una buena cantidad de establecimientos de calidad media a superior. Sin embargo pocos le dan la importancia que se merecen en el desarrollo de la gastronomía nacional. Los ven como inalcanzables o muy lejanos para su modo de vida. Es cierto. Los que se atreven en Chile a probar nuevos platos y productos son un porcentaje muy ínfimo de la población. Qué hablar de los restaurantes que tienen un sommelier, o los que ofrecen técnicas nuevas. La población (incluso en Santiago) quiere volumen. Mientras más papas fritas, mejor. Todo grande. Todo generoso.

El problema es quizá nuestro. No hemos podido traspasar a los lectores que la buena gastronomía –si bien viene en frasco chico- es una adicción insuperable. Que los buenos vinos son una alegría para el alma y el espíritu.

De la buena gastronomía y los buenos vinos goza a lo más el 2% de la población. O sea 320 mil almas que disfrutan de la buena comida. El resto, el 98%, se queda fuera de esta lista. Y no es un problema de billetes más o billetes menos. La parrillada para cuatro sigue siendo una reina, tanto como el lomo a lo pobre y el vino de la casa.

La culpa es nuestra. De los comunicadores. No hemos podido entusiasmar a los chilenos lo maravilloso de una buena comida acompañada de la mejor bebida. Tenemos una tarea. Hay que convencer a nuestros seguidores que se atrevan a probar algo más allá que una pizza o una chorrillana, que, por muy sabrosas que sean, hay sabores y olores que pueden provocar. Y muchas veces, por el mismo valor.

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR






CARDOENLAND

La tierra de Disney. La tierra de Cardoen. Disney en Orlando. Cardoen en Santa Cruz. Ambos expertos en entretención. Uno, infantil; el otro, adulto. Resultado en Santa Cruz: uno de los mejores proyectos turísticos que se hayan creado en torno a una comuna. Hotel, casino, Spa, ferrocarril, fábrica de licores, viña, aldeas mapuches, nortinas y pascuenses; museo, centro astronómico y mucho más, donde la distracción
está asegurada en una comarca que hace unos años dormía como muchos pueblos campesinos del país.

Y escribo de pueblo y ciudad ya que Carlos Cardoen ha convertido Santa Cruz en una ciudad hecha y derecha. Y turística para más encima. Todo partió hace unos años con la explosión de viñedos en el interior de San Fernando. Cardoen, con capitales frescos, decidió construir lo que para muchos era una locura. Un hotel de categoría en la plaza de Santa Cruz. Luego vinieron los compradores extranjeros que visitaban viñas y el hotel se hizo conocido por muchos. Al poco tiempo quedó chico y tras diversas ampliaciones hoy ya tiene 113 habitaciones de gran calidad y ocupa casi una manzana completa. Allí también construyó su casino de juegos (en sociedad con Enjoy) y cuesta encontrar una habitación desocupada incluso en estos tiempos.

Y se las juegan con la comida chilena, más bien criolla. Su comedor principal, Los Varietales, está a cargo del chef Guillermo Muñoz, ex miembro de los staff de Valle Nevado y del Lodge Yan Kee Way de Ensenada. Acá trabaja magistralmente una carta de productos chilenos donde no faltan los cebiches de corvina, la centolla, el atún, las carnes e incluso interiores, como las guatitas.

Cené en un comedor repleto de turistas y degusté varias de sus últimas preparaciones. Increíblemente buenas estaban unas empanaditas de masa de hoja con cochayuyo y queso maduro. ¡Geniales! Luego, fresquísima centolla sobre espárragos y huevos de salmón. Más allá, un asado de tira estofado con porotos granados y jugo de vino tinto y unas guatitas a la campesina guisadas con arvejas y acompañadas de arroz y papas fritas, que me hizo congraciarme con esta cocina de gran sabor y buena factura. A pesar de un par de errores, un atún demasiado cocinado y una crema de papas algo insulsa, quedé más que contento con esta gastronomía, su estupendo servicio y la calidad de sus productos.

En la punta del cerro

La diversión continúa en la viña Santa Cruz, ubicada en las cercanías de Lolol. Cerca de doce mil visitantes anuales llegan a este lugar tanto a conocer la viña como apreciar todas las atracciones que Cardoen ha instalado arriba: en la punta del cerro.

Se llega tras un pequeño viaje en teleférico y es posible conocer una típica habitación aymará, un ambiente y museo pascuense y otro mapuche. Unos pasos más allá, una moderna construcción alberga un observatorio astronómico que incluye meteoritos encontrados en todos los lugares del mundo y grandes telescopios para regocijarse mirando las estrellas. Un poco alejado del lugar, una gran “ruca” mapuche construida recientemente y habilitada como alojamiento de gran lujo, con hidromasajes, plasma y todas las comodidades del siglo XXI, espera la llegada de familias que desean aislarse del mundo sin perder comodidades.

Entretiene Cardoenland. Se necesita por lo menos un par de días para conocer toda la infraestructura del lugar. Su museo, uno de los mejores del país, es para pasar una tarde entera. La “casa de los espíritus”, donde elaboran los licores Espíritus de Colchagua, lo mantendrá atento un par de horas. El moderno Spa y el nuevo casino son otra de las alternativas de descanso y diversión. Los almuerzos buffet son algo dignos de conocer, ya que la cantidad y variedad de platos es infinita. En fin. Un viaje que hay que realizarlo casi como peregrinación y digno de estar en todos los libros y folletos que se escriben de nuestro país. Y eso que no alcanzamos a comentarles otras maravillas de esta ya célebre ciudad huasa. (Juantonio Eymin)

Hotel Santa Cruz Plaza: Plaza de Armas 286, Santa Cruz, fono 72-209600

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY



BEL PAESE
Más cocina de mercado

Roberto Illari es inquieto. Llegó al país a hacerse cargo de las cocinas del Senso del hotel Hyatt. Luego, y al comprobar que su cocina no calzaba con las expectativas del restaurante, fue contratado para asumir los fogones del Da Carla, un desafío que le trajo grandes satisfacciones. Hace un tiempo decidió crecer a costa de grandes sacrificios y con unos socios de nacionalidad italiana compraron a su compatriota Valerio Garuti el negocio que éste tenía donde termina Apoquindo: el Bel Paese.

Se hizo cargo entonces de un lugar de tradición pero algo dejadito de la mano de Dios. Pocos cambios le había hecho al ristorante Valerio. Hubo que recomenzar casi todo de nuevo. Lo principal ya esta listo. Pintura, alfombras y lámparas son nuevas. La cocina ahora está a la vista y, en espera de su público, una novedosa carta que no deja indiferente a nadie.

No es fácil la vida del chef. Temprano en la mañana ya está en el terminal pesquero visitando a sus caseros. Busca siempre producto. Fresco y sabroso. Así es capaz de entregar a sus clientes locos, erizos y verduras de primera. Es la nueva cara del Bel Paese, la cocina de mercado. Con locos capaces de ser cortados con un tenedor y tan grandes como los de antes; lenguas de erizos acompañadas de una suave salsa verde o un mix de fritos que incluyen congrio, corvina, calamares, camarones y frescas verduras. Todo fresco. Todo rico.

Ni hablar de sus quesos y embutidos. El grana padano es el rey del lugar. Ese queso italiano que se disuelve en la boca con un sabor supremo. También prosciutto San Danielle y mortadelas italianas de lujo, salamis y otros embutidos de categoría. No faltan, como buen lugar que recibe extranjeros, las machas a la parmesana o en salsa verde y los famosos carpaccios elaborados como en Italia.

Pasta, gnocchi y risottos son parte de otro capítulo de la carta. La harina es fundamental para los primeros platos y las traen del exterior. Nuestro trigo candeal no es bueno para tener grandes resultados. Illari lo sabe, así que sus pastas frescas y rellenas están elaboradas con materia prima de alto estándar. Sus platos, abundantes, son por si solos un almuerzo o cena y pocos luego de los “primi platti” son capaces de continuar con los “principali”, a base de carne o pescados, donde el chef se presenta en toda su magnitud.

Postres de inspiración tana y una buena carta de vinos y licores completan una oferta buena y grata donde sólo hay que dejarse llevar por el ánimo y los gustos. Hay de todo y para todos. Y si bien parece una trattoria, es mucho más que eso. Dará que hablar, se los aseguro, ya que tras las cocinas hay un verdadero chef proveniente de la Emilia Romagna. Un italiano de cepa que se enamoró de Chile y sus productos y está brindando lo mejor de su cocina ahora en su propio negocio.

Téngalo presente para su próxima exploración gastronómica. La región de Emilia Romagna, una de las cunas de la comida italiana se expresa en todo su esplendor con el incansable Roberto Illari. (Juantonio Eymin)

Bel Paese: Av. Apoquindo 7741, Las Condes, fono 212 7086

LOS CONDUMIOS DE DON EXE



W SANTIAGO
Una avant premiere caleidoscópica

Crónica gastronómica interpretativa

Mathy estaba algo enojada. Un par de meses que no nos veíamos y esa era la razón principal de mi bajón y las pocas ganas de escribir mis condumios. Aparte, un resfrío mal cuidado me dejó botado en mi departamento casi un mes. Me lo pasé entre médicos, exámenes, pinchazos y una sarta de medicamentos que hizo mella mi barriga. Cuando ya me sentí mejor la llamé. Ella, haciéndose la interesante me respondió fríamente.

- ¿Cómo estás Exe?
- Acá. Sobreviviendo… ¿Y tú?
- Bien… criando nietos…

Esa conversación estúpida no llevaba a ninguna parte. Quería disculparme por un viaje que hice sólo a Iquique y termine bailando en el VIP de la Kamikaze con una famosa modelo. Mathy vio las fotos en un portal de Internet, y de ahí no me llamó más.

La culpa era mía. Pero como dicen por ahí “más vale pedir perdón que pedir permiso”, me atreví a llamarla para invitarla a algo muy especial: conocer, antes que nadie, el ya famoso hotel W que pronto abrirá sus puertas en Santiago.

Luego de los ruegos, las disculpas y los nunca más, Mathy se apiadó y como que perdonó mi affaire. –A buey viejo, pasto tierno, comentó. Pero para ello tienes que tener buenos dientes… y a ti hace tiempo que eso te esta fallando, se desquitó.

Cuando le hablé del W se excitó. ¡Le gustan los hoteles a mi comadre! Más aún los nuevos y modernos. Como ya no estamos para visitar moteles o albergues transitorios como le llaman los argentinos, la posibilidad de estar en un hotel hecho y derecho es un sueño de ambos. Más aun cuando le conté que conoceríamos en vivo y en directo las habitaciones y los servicios del nuevo hotel.

Al llegar, juntitos y del brazo, un negrito congolés nos recibe y traslada al cuarto piso del edificio. –“En este piso comienza el hotel”, nos comentó en un perfecto español. Una recepción amplia y distinta a todo lo conocido. Amplios sillones e inmensas lámparas dan la bienvenida. Los colores del lugar, inquietantes: esmeraldas, amarillos, rojos bermellón, azules eléctricos, sillas multicolores y una altura de piso a cielo impresionante. Mathy se asustó un poco. ¡Parece motel!, musitó a mi oído. Graciosas y espléndidas chicas vestidas de negro atendían a los presentes. Muchas de ellas con el pelo pintarrajeado y otras con unos escotes y tatuajes que me daba escalofríos mirarlas.

-Es el concepto W -me comentó en algún momento James Hughes, gerente general del hotel-. Acá todo es diferente. Nadie usa corbata. Es un lugar para gente joven con mucho dinero… y de esos hay miles en el mundo.

Cierto. Para el chileno común y corriente el estilo vanguardista de este hotel no lo convence mucho. Habitaciones con la tina a un costado de la cama; otras con una mezcla increíble de colores y de mobiliario algo extraño.

Mathy estaba animada. Le gusto una de las habitaciones y me hizo ojitos. Yo me hice el desentendido y le comenté que el hotel aun no abría a público. Un puchero fue lo que recibí de respuesta en el momento que tomábamos un ascensor para llegar a los comedores ubicados en el cuarto piso.

Un gigantesco lounge-bar recibe a los pocos invitados a esta avant premiere. Sillas, sillones, grandes lámparas, música electrónica y un staff de regias muchachas y apuestos jóvenes atendiéndonos. Un par de tragos de cortesía acompañados de pequeñas porciones de comida que tendrá uno de sus comedores principales (el NoSo), a cargo de Sebastien Fontes, discípulo (y de los buenos) del francés Jean Paul Bondoux. Entre tragos y appetizers degustamos un delicioso raviol de foie gras que no habíamos probado nunca. Majestuoso. También probamos unos caracoles con un pan de ajo de sueño. Todo, parte de la carta que pronto se podrá degustar en el restaurante principal del W.

El comedor, donde el rojo es el color predominante, promete más que buenas aventuras gastronómicas. Un ambigú que pronto estará abierto para delicia de los conspicuos que puedan pagar el precio de una comida a otro nivel.

Hay otros comederos en el hotel como el peruano japonés Osaka y el TerraSur (tiene nombre de ferrocarril ese espacio), el único creado para los fumadores. Estos aún no están listos y trabajan aceleradamente para terminarlos antes de su apertura oficial.

Ella quería otro trago pero era hora de retirarse. La fantasía había terminado por el momento. El nuevo W no dejará a nadie indiferente y las expectativas son tan altas como los estándares de calidad que tendrá el hotel. Todo está puesto en su lugar con un propósito especial. Distinto, pero muy especial.

Pagando pecados y culpas iquiqueñas le prometí una nueva y pronta visita. Mathy estaba animada y me ofreció un bajativo en su departamento. –Tengo un par de ideas, me contó, ¿te tincaría una tina en la habitación?...

El problema es que no descansará hasta hacer realidad su loco y nuevo plan.

Exequiel Quintanilla

W Santiago: Isidora Goyenechea 3000, Las Condes, fono 770 0000

LAS CRÓNICAS DE LOBBY



DIVERTIMENTO
Un comedor italo-chileno que entretiene

El parlamento chico lo llaman. Otros van más lejos. Cuentan que muchos acuerdos de Palacio (léase La Moneda), se discuten allí. Pero a pocos les preocupa. Los que llegan al Divertimento no van a mirar parlamentarios ni a personeros de gobierno. Van a comer y a disfrutar. Poco les interesa inmiscuirse en los vericuetos de la política. Acá manda Flaminia Sacco y su gente. Y Flaminia, con una fuerte personalidad, entrega a sus permanentes clientes una carta concisa, con platos chilenos e italianos, que conquistan a moros y cristianos. (O a derechas e izquierdas).

Allá llegué una noche de la semana pasada. La idea era conocer las armonías de la carta junto a los vinos Santa Ema. Ese que tanto gusta a las mujeres por sus aromas y sabores a toffee y a chocolate. Sin embargo los nuevos vinos de esta bodega son diferentes. Pero para ello debería conocer la nueva oferta, de vinos y comida, que nos ofrecían nuestros anfitriones.

Platos criollos chilenos y pastas italianas se mezclan en una cena informal, de esas que nos tiene acostumbrados Bruno Sacco, el propietario del lugar. Para beber, la gama superior de los vinos Santa Ema en sus líneas Reserva y Amplus. De Italia, unos maravillosos Maccheroni con salsa de queso gorgonzola de excelente factura. Para beber, un merlot reserva de Santa Ema que daban ganas de mascarlo. Para los no acostumbrados aun a los nuevos sabores en los vinos nuevos, este Reserva es ideal para acompañar pastas y carnes. De Chile, un excelente asado de tira, cocido a fuego lento y acompañado de una magistral pastelera gratinada. Para beber: otro Reserva, ahora Cabernet Sauvignon.

Dos ejemplos y dos verdades. La cocina de Flaminia es vasta y sabrosa. Amplia como su voz y delicada como su figura. Sorprende tanto con una reineta a la plancha con miel de papayas y de palma como con un milcao frito con boquerones también elaborados con reineta. O un cordero con alcachofas a la cacerola servido con papas doradas. Sus platos juegan con la línea Amplus y resaltan los sabores: chardonnay, carménère y el poco conocido carignan se mostraron en su más amplio esplendor.

No se cuál de los dos rincones (el italiano o el chileno) me gusta más. Los dos tienen un sabor especial y me gustan a rabiar. Cuentan que el mejor pollo al coñac se encuentra en este lugar, y por otra parte sus pastas hechas en casa son una delicia para el paladar. Otra de sus gracias es que está abierto en horario de almuerzo y cena todos los días del año, cerrando solo para Navidad y Año Nuevo. En fin, puras garantías. Merece de sobra estar entre los grandes del circuito gastronómico santiaguino pero prefieren el anonimato y no estar tan seguido en la prensa. Tampoco la necesitan ni esperan reconocimientos. Saben lo que hacen y que son buenos. El resto… paja molida. (Juantonio Eymin)

Divertimento: Av. Pedro de Valdivia Norte esq. Av El Cerro. Providencia, fono 333 1961

BUENOS PALADARES


LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(5 junio) EL ENCANTO CHILENO (Francisco Bilbao 468, Providencia, fono 665 9554): “Sencillo y bien armado, sin parafernalia patria pero con El Temucano sonando de fondo, la carta es bien nacional. Junto con el pan y unas sopaipillitas, llegaron cuatro empanadas de queso camarón ($3.500), antes de dar curso a la gula patria: un pedazo de costillar de cerdo bien a la chilena, picantito ($3.900), con papas fritas ($1.400, que eran "caseras", y que podrían ser un poquito más rústicas, mejor), un par de cortes de lengua ($3.100), una cazuela ($3.900) con asado de tira - a la que le faltó enjundia en el caldo- y también llegar en un plato un poco más grande (porque la carne asomaba por los costados).” “En resumen: bueno, bonito y, comparándolo a otros restaurantes (que se están pasando), hasta barato.”

SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(5 junio) RIVOLI (Nueva de Lyon 77, Providencia, fono 231 7969): “Aquí la línea culinaria se mantiene porque responde al aprovechamiento ingenioso y perfeccionista, pero siempre en la más pura tradición italiana, de los ingredientes naturales, que en su gran mayoría produce el propio Massimo Funari.” “El antipasto de la estación ($8.900, para compartir) traía finas bolitas de ricotta frita; pulpo grillado con bastante pimienta y ají; berenjena roja, chica y redonda de su chacra, y blanca marinada en vinagre; zucchini y pimientos rojo y amarillo; tomate seco confitado; garbanzos; salmón ahumado cortado más grueso que de costumbre, y dos tipos de ricotta, uno con pimienta, que combinaban con todo lo anterior. De las novedades en recetas probé dos de pastas que puedo calificar como sublimes: los tagliolini con lenguas y aliñada salsa de erizos frescos, y los tortelloni rellenos con cremoso queso sureño ahumado y ricotta, sobre lentejas pequeñas y blandas ($5.000 cada plato en media porción).”

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(5 junio) CAFÉ TURRI (Templeman 147, Cerro Concepción, Valparaíso, fono 32 – 225 2091): “…comida chilena bien hecha, de tierra y mar, platos como el caldillo de congrio o el chupe de locos, para festejar a los turistas. Mano experta para bocados internacionales como el tempura de camarones ($6.100), el carpaccio de pulpo ($5.600) o lasaña de marisco al nero di seppia ($7.200). Pero para los adictos a la cocina francesa, una verdadera fiesta. ¿Por qué no reencontrarse con una correcta sopa de cebollas ($5.100), un espléndido pato a la naranja ($8.800) para terminar, como se debe, con el sobrio esplendor de las crepes Suzette ($3.500)? Trilogía que ya tiene devotos adoradores.”

CARLOS REYES (La Tercera)
(5 junio) LA DIABLESSE (Maipú 363, Santiago Centro, fono 682 5477): “El estilo francés clásico de este nuevo bistró tiene toda la chance para cambiar ese panorama, para vecinos y afuerinos.” “Salvo el colorinche piso del ambiente principal, el blanco y la limpieza de espacios es lo que predomina. Algunos iconos de la cultura gala colgando de tal o cual pared dan cuenta de que allí se come en francés, aunque de seguro con el tiempo enriquecerán el ítem estético en sus amplios espacios. El Huevo Pochado ($ 3.300), a punto y por ende de untuosa textura, fue la primera evidencia de una carta breve pero preparada con cuidado, por mucho que los espárragos de acompañamiento fueran más bien escuálidos. De seguro aquella miniguarnición fue un lapsus fuera de temporada, porque el uso de los vegetales en la Ensalada de Pulpo ($ 4.900) es digna de elogio: lo mejor de lo mejor en verduras verdes y frescas, tomates baby con sabor y una porción de pulpo blanda y de intenso tono violeta. Con una sazón más intensa, tanto mejor.” “…una cocina que en sus primeros pasos ya le está aportando un grato relieve gastronómico a un barrio que por arquitectura y onda hace rato que estaba esperando un sitio de esas características.”

YIN Y YANG (la Segunda Internet)
(5 junio) OX (Av. Nueva Costanera 3960, Vitacura, fono 799 0260): “Con el paso del tiempo este establecimiento ha ido cambiando sustancialmente en su manera de enfrentar la cocina, puesto que hemos visto cómo ha pasado de ser una elegante parrillada de carnes finas que combinaba tanto el estilo chileno como el argentino, a un local que ofrece una impresionante diversidad de cortes, estilos y calidad gastronómica en una categoría muy superior a lo que se encuentra habitualmente en nuestro país.” “Al momento de comer carne los puntos de cocción son fundamentales, y aquí por suerte también lo entienden así, y por eso dejan muy claro los cinco “tiempos” que existen para cocinar el trozo pedido: 0 es a la inglesa, 1/4 es inglesa medio; 1/2 es, evidentemente, medio; 3/4 es el tradicional “a punto”, y 1 significa bien asado. Entre las muchas ofertas que hay en esta área, el petit tender, de 300 gramos ($ 10.900), por ejemplo, es un corte que se parece a un pequeño filete, siendo en realidad parte del asado carnicero. Es muy blando y lo comimos con papas salteadas, ensalada de tomates y bolitas de ricotta.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(6 junio) EL HORREO (Vitacura 7482, fono 219 9331): “No había cabrito ni cochinillo, pero sí unos garbanzos que venían en una pequeña fuente con tapa. Abundantes, casi para dos, aunque secos y claramente recalentados.” “En las mesas de alrededor, varios hombres compartían tortillas de papas con entusiasmo. Tarea pendiente probarlas. Mejor resultó el guiso de carne –largamente cocinado en vino– que, acompañado de un buen arroz, ayudó a no salir enojado. El postre, una crema catalana, totalmente olvidable.” “Una verdadera desilusión. Quizás fue un día con mala suerte, pero es inexcusable que un establecimiento con tan buena fama como alcanzó El Hórreo, esté farreándose la oportunidad de seguir manteniéndose entre los mejores de cocina española.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(7 junio) LUCÍA BISTRO (Padre Luis de Valdivia 338, Barrio Lastarria, fono 633 1859): “Lucía Bistro es un local pequeño, para no más de 20 personas, decorado con mucho estilo, en blanco, negro y madera. A la hora de almuerzo tienen un menú bastante bueno. Ese día nos tocó elegir entre una sopa de arvejas exquisita y una farsa de pollo con ensalada verde bien sabrosa. Para acompañar la entrada, pedimos también algunas opciones de la carta: unas mollejas grilladas con hojas de rúcula y salsa de oporto y miel de ulmo, que nos encantaron y pinzas de jaiba envueltas en masa filo sobre cebiche de rábano blanco y salsa de mostaza, ideales para compartir. Además, una sopa de zapallo con quenelle de ricotta y jamón serrano, súper sabrosa (la favorita de la Lea).” “La atención, muy amable, resultó ser un poco lenta, aunque el ambiente es agradable y el local destaca por su buena relación precio-calidad.”