miércoles, 28 de enero de 2009

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY





PURO CABALLO
Un buen cuento chileno (y bilingüe)

Érase una vez un fundo costero ubicado en el Valle de Casablanca donde se conservaba una tradición de 80 años en la crianza de caballos chilenos. En el año 2002 la familia Moya, propietaria del lugar, decidió abrir las puertas del fundo al turismo nacional e internacional. La idea era mostrar las tradiciones nacionales, el folclore, la gastronomía y la artesanía, todo en un sólo lugar.

Encanta e impresiona, por decir lo menos. Mientras contemplábamos un espectáculo donde el caballo chileno era la estrella, ya sea al trote, al galope o haciendo de las suyas en un rodeo, una empanada de pino cocinada en horno de barro acompañada de un buen sour o una copa de vino, sirvió para “ir calentando los motores” de esta visita. Los clientes, chilenos y extranjeros, disfrutan antes de almuerzo con una original muestra de lo más granado de nuestro campo.

Después de la exhibición, nuestro motivo principal: conocer el restaurante y la cocina de Francisco Saldaño, de reconocida trayectoria en el país. Su mano y su carta gusta y dignifica la comida chilena, trabajando incluso en horno de barro, una de las buenas propuestas de este restaurante, ya que consigue sabores y aromas inigualables en sus preparaciones.

Grande el local. Adaptado para grandes grupos e incluso para matrimonios. Sorprende su piso de tierra. Si, tierra. Apisonada y reluciente como la mejor cerámica del mundo. Sus mesas, agradablemente dispuestas, no desmerecen en nada a las de los mejores restaurantes de la capital. Grandes copones para el vino. Buena vajilla y cuchillería. Un lujito que tiene su precio.

Fresco y agradable aun con grandes temperaturas en el exterior, nuestra muestra gastronómica comienza con un picoteo que incluye entrañas apanadas y una exigente y valiosa terrina de conejo silvestre. Luego, una sorpresa: pastel de choclo marino con ostiones, locos y camarones. Una delicia. Tan buena que luego, al probar una versión tradicional, los invitados no trepidaron en elogiar el “marino”, por su sabor, consistencia y calidad.

Los fondos comenzaron con una sabrosa plateada al horno con puré de papas al merquén. Una preparación gustosa y de intenso sabor. Y como sin pajaritos la comida campesina no seria tal, la muestra continuó con dos presas de codorniz (estofada y grillada) acompañada de papas rellenas con queso de cabra y ciboulette. Literal y prácticamente para chuparse los dedos y confirma los grandes conocimientos de Saldaño.

El horno de barro volvió a relucir con un par de trozos de cordero del secano costero con charquicán cocinado a “la antigua”. Un digno final para los platos de fondo que, presentados en versiones “mini” lograron más que entusiasmar a los presentes, dejando gratos recuerdos en el paladar.

Los postres, compota de murtillas y membrillo, bien criollo y una gran bandeja con frutas de la estación, fue el final feliz a una presentación de alta cocina campesina en un entorno ideal, pocas veces visto, por su calidad y atención bilingüe.

En varias oportunidades nos consultan sobre este tipo de lugares que son ideales para acompañar turistas extranjeros o interesados en comer la típica cocina chilena en un ambiente distinto y de calidad. Fue una gran sorpresa conocer y vivir un día de campo a solo 50 minutos de Santiago. Un lugar que luego de visitarlo quedara en su retina por bastante tiempo, ya que está pensado para cautivar.
Imperdible. (Juantonio Eymin)

Puro Caballo: Fundo La Vega, Lagunillas, Desvío Algarrobo Ruta 68. Casablanca. Fono 9-3590485 /arebolledo@purocaballo.cl