SIGNORE
Esta es una verdadera trattoria
Cada cierto tiempo uno se encuentra con
lugares que sorprenden. Una sorpresa que va más allá del diseño o de su
gastronomía, más allá de su servicio o el monto de la cuenta. Eso (que podría
ser un misterio para muchos), no es más que superar las expectativas del
cliente. Algo que tienen olvidado la gran mayoría de los empresarios
gastronómicos nacionales.
¿Dónde está la gracia? Bueno, al menos
en el Signore, es un “paquete” de preocupaciones. Si bien el servicio es lento
debido a que cada plato se elabora al instante, tienen un “no sé qué” que hacen
menos tediosa la espera. Podría decirse que es incluso incómoda ya que mesas y
sillas son como las de un colegio, pero allí la gente disfruta y se siente a
sus anchas. Posiblemente este sea el mejor ejemplo de una verdadera trattoria
en Santiago. Una que incluso se puede ir solo, sin más compañía que un libro o
el diario, para beber un buen aperitivo italiano y comer una pasta o una pizza
que elabora Renato Bacchin, auténtico italiano y pizzaiolo del lugar.
Junto al aperitivo de rigor, un spritz
(amargo de naranjas + espumoso + soda $3.300), llegan unas brochetas de
mozzarella y tomate que verdaderamente son una delicia. No es exageración decir
que los tomatitos cherry que acompañaban el queso estaban sabrosos, perfumados
y maduros, como el mejor tomate de temporada. Luego, unas pizzas que a simple
vista no difieren de otras servidas en la ciudad, sin embargo la masa es
increíblemente fina y gustosa. Más de una docena de ellas, con nombres chilenos
(como la Atacameña, con camarones salteados, cebolla y palmitos, u otra de papa
chilota) a precios atractivos -7 mil pesos promedio- y bien para dos personas
con más ganas de apreciar la buena comida que comer a destajo.
Buena selección de vinos y espumosos
nacionales e italianos. De ellos, una copa de un buen tinto (2.300) para
deleitarme con unos ravioles rellenos con albahaca y almendra (7.900), un
verdadero acierto. Aparte, música italiana de siempre; gentil (aunque no rápida
atención) y un ambiente heterogéneo, donde jóvenes y no tanto conversan
tranquilamente mientras en las afueras del lugar la actividad febril del
Costanera Center ubicado en las cercanías, convierte al Signore en un oasis de
paz en esta bullente esquina de la ciudad.
¡Menos mal que está lejos de mi
residencia!, pensé, ya que si estuviera más cercano, dejaría mi sueldo en sus
arcas. Así de buena es esta verdadera trattoria ubicada justo frente al hotel
Radisson Plaza de Vitacura. Si hay algo que recomendar, sería pedirles que
corrijan los porcentajes de los ingredientes del Spritz. Lo mejor es el uso de
un espumante seco. Así se le sacaría mayor provecho a este cóctel que es furor
en los países europeos.