martes, 13 de junio de 2017

MIS APUNTES


 
LA ESTANCIA

Dato calado, sin ser el único que queda sorprendido. Estela Girardin, periodista especializada en turismo y gastronomía, escribió hace un tiempo de esta famosa ensalada: “Sin aspavientos, sin que ninguno de mis compañeros de almuerzo lo esperáramos, pedimos ensalada de cochayuyo porque entre tanto ceviche, yo en particular, estoy medio agotada. Y resulta que nos llegó lo que, a mi juicio, es la mejor ensalada de cochayuyo que se sirve hoy en Santiago. ¿Y por qué digo que es la mejor? Primero, hay buenos trozos de cochayuyo, es decir, no trata de disimular lo que es. Segundo, está muy bien aliñada con aceite, limón, cebolla y perejil. ¡Y tampoco hace falta más! Esa es la maravilla: lo simple, lo nutritivo y sano a la vuelta de un plato y un tenedor.”

Amado u odiado, el cochayuyo es parte del diario salad bar que está a disposición de todos los que almuerzan en este restaurante ubicado en el piso 16 del edificio Giratorio. Un lugar limpio, moderno en su diseño y con excelentes vistas. Un comedor-mirador que sin ofrecer una gastronomía de lujo, tiene una selección de platos bastante grande y sabrosa, donde incluso los vegetarianos se sienten a sus anchas con la gran variedad de productos que ellos acostumbran comer.  Más allá de la moda que imponen algunos restaurantes del sector, acá es posible disfrutar de ricos platos como una Trucha mariposa, con alcaparras y mantequilla negra por $ 6.500… y con salad bar sin costo.

¿Aún existen estos precios en Providencia?

Acá sí. Y si no es trucha, puede ser salmón, plateada, boeuf bourguignon, suprema de ave o raviolones con salsa napolitana. Y si le suma una copa de vino, la cuenta no alcanzará a llegar a los diez mil pesos. ¿Una utopía?

¿Cómo se puede vender buena comida a precio de sánguches?
¿Gato encerrado?

No hay trampa ni gato encerrado. Lo que existe es una economía de escala muy bien aplicada ya que los propietarios de La Estancia son los mismos que el Giratorio (que está en el piso superior) y que otorga una seguridad a nivel sanitario de gran calidad en los productos elaborados en estas cocinas, debido al alto número de turistas extranjeros que atienden en ambos restaurantes.

En tiempos de estrecheces que obliga apretarse el cinturón y pensar dos veces antes de decidir por fulano o zutano, la opción de La Estancia es una de las mejores de la comuna de Providencia. Bien atendido, calefaccionado en invierno y excelente aire acondicionado en verano, hacen de este lugar un pequeño oasis gastronómico entre tanta oferta de todo tipo y precio. Su cocina es buena, pareja y honesta; sus precios son adecuados a los tiempos y el lugar es cómodo y tranquilo. Aparte, podrá conocer, degustar y enamorarse de esa ensalada de cochayuyo que elaboran diariamente sus cocineros. No es un lugar de moda ni espere encontrarse con algún famosillo almorzando… ¡pero nunca se sabe! Por estos días comenzarán a atender en la noche con una carta diferente y novedosa que incluye platos como la siempre bienvenida Chorrillana, la sabrosa Entraña a las brasas y –para los nostálgicos de los sabores de Buenos Aires- una de las mejores Milanesas que se elaboran en la capital. Platos probados (y aprobados) por este cronista, que tiene catalogado este lugar como uno de los “caballitos de batalla” de la comuna.

Sin estallidos de grandeza ni especulaciones gastronómicas revolucionarias, La Estancia es un comedor de esos que dan ganas de regresar seguido, ya que el ambiente, su cocina y valores (el famoso BBB) son parte de su éxito.

La Estancia / Av. Nueva Providencia 2250,  piso 16 / 22232 1827