martes, 10 de octubre de 2017

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(OCTUBRE) RAMEN KINTARO (Monjitas 460, Santiago Centro / 22638 2448): “Cerró el Kintaro de calle Monjitas y ahora volvió a la vida, pero con otra vocación. Si bien se conserva japonés, ha dejado fuera de su oferta el ítem crudo y ha concentrado su pasión en el ramen, la sopa con fideos. Una pérdida por un lado, y una ganancia por el otro, porque quien pruebe su caldo quedará en calidad de adicto automático. Habría que ponerlo en la lista de las llamadas drogas ni blandas ni duras. Líquidas, más bien.” “Para quien quiera irse por otro lado, está una bento box ($7.500), una suerte de mix con empanaditas de chancho (gyozas), trozos de pollo apanado, una miniensalada de lechuga, arroz blanco, un minisashimi de salmón (a la buena de Dios, casi como cortado a la rápida) y con tamagoyaki, una tortilla de huevo ligeramente dulce (aunque la carta ofrece, si es que hubiera, nasu dengaku: berenjenas). Tanto en esta preparación como en el ramen Shio se ofrecían unas almejas in-exis-ten-tes. Ojo con eso. Y lo otro: se usa pasta seca para el ramen. Es de buena calidad, cierto, pero ojalá que en un futuro no tan lejano, para hacerle el debido honor a ese caldo, ofrezcan también tallarines de la casa.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(OCTUBRE) PANADERÍA TOMÁS MORO (IV Centenario 1072, Las Condes, / 22220 8079): “El lugar es conocido por sus empanadas, que convocan a innumerables feligreses todos los domingos a hacer cola pacientemente. Sus esperas son recompensadas, se nos dice. Del mismo modo, la gran variedad de panes que ahí se produce y, sobre todo, su calidad, ha sido reconocida desde hace largos años.” “ El caso es que se puede encontrar aquí una pastelería al antiguo estilo chileno (pasteles-pasteles, no "dulces chilenos") y una variedad sorprendente de viennoiseries que forman parte de la memoria colectiva chilena desde hace muchísimo tiempo: no recordamos berlines tan perfectos, de fritura tan bien hecha, sequita, rellenos con sublime crema pastelera; y los "conejos" de masa esponjosa rellenos con la misma crema (donde quiera que ella está aquí, obra maravillas” “Y volviendo a lo de los pasteles, hay que reconocer que, siguiendo el modelo que hoy se impone, estos son casi todos trozos de torta, cortados de tamaño individual.”