martes, 16 de julio de 2019

LA NOTA DE LA SEMANA

PASIÓN POR EL VINO

Ya no es mayor gracia tener 200, 400 o mil etiquetas de vino en la carta de un restaurante. La tendencia es abrirle las puertas a pequeñas producciones y enólogos atrevidos, con la finalidad que los consumidores puedan apreciar las últimas novedades vitivinícolas con producciones de diferentes calidades y orígenes.  En esta edición, nuestras diez cartas favoritas.

 


BACO
Frédéric Le Baux, su propietario, cata y escoge –a su criterio- cada una de las etiquetas que comercializa en su famoso restaurante. Con énfasis a viñedos medianos y otros poco conocidos, esta vitrina es una de las más apetecidas por los viñateros, ya que entrar a Baco es como jugar en las grandes ligas. (Nueva de Lyon 113 / 22231 4444)

 

99 RESTAURANTE
Es quizás la carta más radical de los restaurantes de Santiago. Llama la atención que gran parte de los vinos que tiene el 99 son naturales, biodinámicos o artesanales, que maridan a la perfección con su moderna cocina de autor. Blancos y tintos de cerca de 40 pequeños productores que no hay que perderse. (Andrés de Fuenzalida 99 / 22335 3327)

 

EL BODEGÓN DE LA VINOTECA
Un experimento que llegó para quedarse. La terraza de la tienda de vinos La Vinoteca se transformó en un bar-restaurante, donde el cliente puede degustar una sabrosa carta con alternativas para ir a picar con amigos, como las “sartenes”, ideales para compartir y escoger el vino que desee de la tienda… a precio de la botillería. Realmente un “best value”. (Nueva Costanera 3955 / 22953 6291)

 
BOCANARIZ
La carta del Bocanariz fue seleccionada en la lista de las mejores del mundo por la evista Wine Spectator. En sus bodegas descansan botellas chilenas de todos los valles y hay espacio para los vinos de autor, productores independientes, los grandes de la industria, novedades y cepas raras. Es un espejo del Chile actual y destino obligado de los turistas que llegan a la capital. (Lastarria 276 / 22638 9893)

 

LA BRASSERIE DE FRANCK & HÉCTOR
Debe ser el restaurante más comentado del año. La sociedad entre el chef francés Franck Dieudoneé y el Master Sommelier Héctor Vergara, ha causado sensación gracias a una propuesta fina, elegante y a precios bastante razonables. Los vinos, seleccionados personalmente por Vergara, son uno de los grandes “must” de este lugar. (Alonso de Córdova 4355, local 303 / 23323 4300)

 

 
 
LA CAVA DEL SOMMELIER
La Cava del Sommelier es el nuevo bar de vinos instalado en el barrio Suecia. ¿La clave? Buen vino, buen precio y cocina rica. Se trata de un amplio local, que tiene el sello de Ricardo Grellet, el presidente de la Asociación Nacional de Sommeliers de Chile, y donde encuentras más de 300 etiquetas de vinos, además de una selección de 6 copas “joyitas”, elegidas con pinzas y que se pueden catar desde los $ 1.000 (la copa de 60 cc). Ojo que aquí quien cocina es Isidora Sánchez, chef que ha pasado por restaurantes como Gustu, el premiado local boliviano que en quechua significa “sabor”, o Quique Dacosta el restaurante español con tres estrellas Michelin. Su propuesta aquí es cocina simple, rica, para compartir y que acompañe bien el vino. (General Holley 109 / 94214 4829)

RUBAIYAT
Una gastronomía de alto nivel exige la compañía de vinos en igual sintonía. Por eso en este lugar pusieron a disposición una de las más amplias y variopintas cartas de vinos, donde bodegas nacionales y extranjeras compiten de igual a igual con la finalidad de maridar a la perfección la calidad de sus carnes y vinos. (Nueva Costanera 4031 / 22617 9800)

 

 
 
 
 
POLVO
Dos profesionales son claves en este nuevo emprendimiento: el chef argentino Federico Ziegler, que antes de abrir este lugar trabajó en los hoteles Awasi en Atacama y Patagonia; y el director de vinos del restaurante, el sommelier Felipe Aldunate, quien, amante de los vinos naturales, orgánicos y biodinámicos, seleccionó 150 etiquetas, de las cuales mes a mes separa 30 –algunas de ellas por copa–, para facilitar la elección de sus clientes. Ir a Polvo por una copa de vino (o un cóctel) acompañada de un queso de cabra –madurado- con mermelada elaborada en casa, o visitarlo a la hora del ocaso para conocer su propuesta completa, es fundamental para los que disfrutan con la buena gastronomía, ya que sorprende y se aplaude. (Constitución 187, Bellavista / 98440 2462)

CUEROVACA
Su propietario, Juan Gabler, no solo es fanático de la carne y el vino, ya que incluso ha incursionado en la elaboración de su propia etiqueta, convirtiéndolo en un entendido en la materia. En Cuerovaca se unen perfectamente los cortes premium con vinos de alta gama, donde ningún detalle queda al azar. Elegante y sólido, es uno de los grandes clásicos de la capital. (Paseo El Mañío 1659 / 22206 3911)

 

 
 
 
 
 
BARRICA 94
El Patio Bellavista se engalanó con la apertura de este restaurante que dispone de una gran carta de vinos donde sus ambientes están directamente relacionados con el vino. Suman a ello 34 variedades por copas entre cerca de 360 etiquetas para pedir por botella. Sede de variados eventos vitivinícolas, destaca una cocina chilena de autor de buena factura, logrando un entretenido –y educativo- ambiente.  (Patio Bellavista, local 94 / 22732 4940)