martes, 10 de marzo de 2020

MIS APUNTES



AMANDINE
El nuevo “must” de la capital

Hay palabras en inglés que difícilmente se pueden traducir al español cuando se desea expresar algo grandilocuente, y eso es lo que nos pasa cuando escribimos del Amandine, el comedor del hotel Hyatt Centric, que luego de conocer y probar parte de la carta –elaborada por el chef belga Rudy Scholdis -, no nos queda otra que alabar y felicitar esta apertura que repleta su comedor de día y noche.

“Cocina francesa adaptada al paladar chileno”, nos cuenta el chef, que con un perfecto español nos relata parte de su vida, que incluye varias estrellas Michelin en sus lugares de trabajo en Europa y sus años como chef ejecutivo en grandes cadenas de cruceros. Como ya es usual en los chefs europeos que llegan a Chile, él también se vino por el amor de una chilena y está comenzando a echar raíces en nuestra tierra.

Su leivmotiv es el pato. En todas sus formas y versiones. Como foie gras, ya sea poêlé (13.000), con tarta de peras y salsa Williams; en terrina (12.000), con una tarta de peras; en el clásico filete Rossini (24.000), hasta magret y confit (14.000), en una partitura que conquista adeptos.

Pero hay más… y bastante más. Con un servicio eficiente, atento y rápido, los platos llegan a volar a mediodía, cuando llegan los ejecutivos del sector a disfrutar las bondades del lugar. Una amplia cocina con una mise en place preparada para esta invasión de comensales, que salen contentos y regresan periódicamente al lugar, ya que en pleno Apoquindo es difícil encontrar un lugar de esta categoría y con estas características.

Imperdibles son el Gravlax de salmón con tostadas de pumpernikel, crema ácida y caviar oscietra (8.000); el Ragú de champiñones con huevo pochado (8.000); la sabrosa carne del Esturión, una novedad en Chile (13.000) y la famosa repostería francesa, como sus Crêpes Suzette, Tarte Tatin, Gateâu Amandine y una soberbia Crème Brûlée, todos al mismo valor (5.000).

Grato bistrot. Ameno y con una gastronomía que asombra. Buenos vinos por copa, que desde los $ 3.000 es un gran aliado a la hora de las cuentas. Entre nosotros, insistí que el café estaba ácido y debí probar tres especialidades distintas para encontrar el sabor perfecto. Pero mantuve mi posición. Veremos quién tiene la razón. Me las juego por una limpieza al entramado de cañerías de la cafetera. Como en todos los comedores, los detalles se solucionan cuando se advierten. Ojalá esté equivocado y ya lo veré en mi próxima visita. Sea como sea, Amandine es una de las mejores experiencias que he tenido este año. Hay que visitarlo. (JAE)

Amandine / Hotel Hyatt Centric /Enrique Foster 30, El Golf