martes, 21 de julio de 2020

MIS APUNTES


DULCES PLAYEROS Y PROVINCIANOS
Muchas veces se nos tilda de ser demasiado serios, pero tenemos un lado dulce que podrá comprobar a través de nuestras propias golosinas. Si lo suyo es lo dulce y es de los que conocen los países a través de su comida, lo invito a probar nuestro lado más empalagoso. ¿Ha probado alguno de estos? ¿Cuál es su favorito?



CHUMBEQUE
Se trata de emblemáticos dulces del norte de Chile, elaborados en la ciudad de Iquique. Algunos lo comparan con un turrón, pero más se parece a un pastel de varias capas delgadas de masa, con capas de miel especiada con frutos de la zona (tales como higo, naranja, mango, guayaba, entre otros).
La historia de este dulce comienza con la llegada en 1920 de un cantonés a Iquique, cuyo nombre chileno quedó como Ernesto Koo Flores. Casado con una repostera chilena y en un afán de recordar las recetas de su amigo Kung en su ciudad natal, elaboró esta preparación a la que nombró Kung-queque y que la gente rápidamente popularizó como “chumbeque”.



PAPAYAS CONFITADAS
Existe una leyenda de la época de la Conquista de América que dice que luego de un festín que se dieron Colón y sus tripulantes, el único remedio eficaz contra la indigestión que tuvieron fue la papaya. Una de sus variedades, se cultiva generosamente en la ciudad de La Serena y sus alrededores. Las papayas chilenas son únicas, muy distintas a esas papayas anaranjadas y grandes del Caribe. Aquí son pequeñas, amarillas y ¡muy dulces! No dejes de probar los dulces que se hacen con ellas, ¡verá que en muchos lugares venden bandejitas de papayas confitadas para llevar y disfrutar!


DULCES DE LA LIGUA
En la región de Valparaíso, específicamente en La Ligua, se producen estos populares dulces chilenos en todas sus variedades: cachitos de milhojas, empolvados de suave bizcocho, palitas cubiertas de inmaculado merengue y chilenitos con masa similar a un alfajor, delgado y crujiente. El denominador común: nuestro manjar chileno como relleno ¡en abundancia! Si está recorriendo la zona, verá en la carretera a las famosas “palomitas”, hombres y mujeres vestidos de blanco agitando un pañuelo del mismo color, que en un canasto cargan estos dulces para vender a los automovilistas. Una exquisita forma de endulzar su viaje. ¿Se le antoja un chilenito?

TORTAS CURICANAS
Este dulce típico de la zona de Curicó consta de varias capas de masa crujiente intercaladas con dulce de alcayota, manjar, almendra y nuez, manjar naranja o manjar con lúcuma o ¡hasta frambuesas! Datan de 1870, cuando la Sra. Cristobalina Montero les dio vida y empezó su venta en la estación de trenes de Curicó. Las Tortas Curicanas, entonces, deben su popularidad a los tiempos de auge del ferrocarril en Chile, puesto que Curicó era una de las paradas en trayecto al sur, momento perfecto para comer un tentempié antes de seguir camino.


PALMERAS
Las playas en Chile no tienen vegetación, porque en Chile nos comemos las palmeras…
Uno de los dulces que más comemos en la playa se llaman ciertamente palmeras y son unos discos de milhojas con azúcar cristalizada en la parte superior. Se dice que tienen su origen en Italia o en España. En Chile se convirtieron en un éxito debido a las reposterías de Algarrobo, que la introdujeron a las playas del país, hace más de 70 años, con el nombre de “orejas de chancho”.


PAN DE HUEVO
Otro dulce típico de nuestras playas: se trata de una especie de pan, pero más firme y que se desmigaja con facilidad, ligeramente dulce y de exquisito sabor avainillado. Se vende siempre fresco, pues se endurece rápidamente y es un excelente tentempié, en medio de una tarde de playa, por su aporte calórico. ¡Pura nostalgia!



ROSCAS CHONCHINAS
Explorando Chiloé, específicamente en una feria artesanal de Chonchi, encontramos unas roscas de masa muy particulares que no habíamos visto nunca. Las ofrecían junto al popular “Licor de Oro”, otro producto que es exclusivo de la zona. Como somos curiosos, las probamos. Son una roscas ligeramente dulces, firmes y secas, que suelen acompañarse con brebajes calientes en el frío sur. Sin duda debe probarlas si desea degustar algo exclusivo de la zona.


EMPANADITAS DE ALCAYOTA
Así como amamos las empanadas de pino, nuestras tradicionales empanadas de carne, cebolla, huevo duro y aceituna, hechas en horno, también tenemos una versión dulce. Las empanaditas de alcayota son más pequeñas que las de pino y están rellenas de dulce de alcayota, fruta de particular textura en fibras e inolvidable sabor.



CALZONES ROTOS
Ce cuenta que el origen del nombre viene desde la época de la Colonia, en que una señora vendía pasteles en la Plaza de Armas de Santiago. Cuenta la historia que una ventisca le levantó la falda, dejando al descubierto su ropa interior rota, haciendo que la gente la llamara “la señora de los calzones rotos”. Así, el dulce que esta señora traía para ofrecer quedó bautizado como “calzones rotos”. Antiguamente a dichas masas se les llamaban picaronamente “zorritas”, sustantivo diminutivo femenino que metafóricamente designaba en los estratos populares al sexo femenino. Los calzones rotos son unas masitas fritas, ligeramente dulces y espolvoreadas con azúcar flor, cuyo nombre hace alusión a su forma: tienen en el centro un agujero, por donde se le da una vuelta a la masa.


CUCHUFLÍ Y BARQUILLO
El que no ha escuchado el grito de “cuchufli… barquilloooo” no ha pasado por las playas chilenas, eso seguro. Los barquillos son unos tubos de una fina masa muy quebradiza que se deshace en la boca, son dulces y sin relleno. Los cuchuflís son su contraparte rellena de manjar. En el comercio establecido lo encuentra incluso bañados de chocolate, pero en las playas son simples, para aguantar el calor del verano.