DULCES PLAYEROS
Y PROVINCIANOS
Muchas veces se nos tilda
de ser demasiado serios, pero tenemos un lado dulce que podrá comprobar a
través de nuestras propias golosinas. Si lo suyo es lo dulce y es de los que
conocen los países a través de su comida, lo invito a probar nuestro lado más
empalagoso. ¿Ha probado alguno de estos? ¿Cuál es su favorito?
CHUMBEQUE
Se
trata de emblemáticos dulces del norte de Chile, elaborados en la ciudad de
Iquique. Algunos lo comparan con un turrón, pero más se parece a un pastel de
varias capas delgadas de masa, con capas de miel especiada con frutos de la
zona (tales como higo, naranja, mango, guayaba, entre otros).
La
historia de este dulce comienza con la llegada en 1920 de un cantonés a
Iquique, cuyo nombre chileno quedó como Ernesto Koo Flores. Casado con una
repostera chilena y en un afán de recordar las recetas de su amigo Kung en su
ciudad natal, elaboró esta preparación a la que nombró Kung-queque y que la
gente rápidamente popularizó como “chumbeque”.
PAPAYAS
CONFITADAS
Existe
una leyenda de la época de la Conquista de América que dice que luego de un
festín que se dieron Colón y sus tripulantes, el único remedio eficaz contra la
indigestión que tuvieron fue la papaya. Una de sus variedades, se cultiva
generosamente en la ciudad de La Serena y sus alrededores. Las papayas chilenas
son únicas, muy distintas a esas papayas anaranjadas y grandes del Caribe. Aquí
son pequeñas, amarillas y ¡muy dulces! No dejes de probar los dulces que se
hacen con ellas, ¡verá que en muchos lugares venden bandejitas de papayas
confitadas para llevar y disfrutar!
DULCES DE LA
LIGUA
En
la región de Valparaíso, específicamente en La Ligua, se producen estos
populares dulces chilenos en todas sus variedades: cachitos de milhojas,
empolvados de suave bizcocho, palitas cubiertas de inmaculado merengue y
chilenitos con masa similar a un alfajor, delgado y crujiente. El denominador
común: nuestro manjar chileno como relleno ¡en abundancia! Si está recorriendo
la zona, verá en la carretera a las famosas “palomitas”, hombres y mujeres
vestidos de blanco agitando un pañuelo del mismo color, que en un canasto
cargan estos dulces para vender a los automovilistas. Una exquisita forma de
endulzar su viaje. ¿Se le antoja un chilenito?
TORTAS
CURICANAS
Este
dulce típico de la zona de Curicó consta de varias capas de masa crujiente
intercaladas con dulce de alcayota, manjar, almendra y nuez, manjar naranja o
manjar con lúcuma o ¡hasta frambuesas! Datan de 1870, cuando la Sra.
Cristobalina Montero les dio vida y empezó su venta en la estación de trenes de
Curicó. Las Tortas Curicanas, entonces, deben su popularidad a los tiempos de
auge del ferrocarril en Chile, puesto que Curicó era una de las paradas en
trayecto al sur, momento perfecto para comer un tentempié antes de seguir
camino.
PALMERAS
Las
playas en Chile no tienen vegetación, porque en Chile nos comemos las palmeras…
Uno
de los dulces que más comemos en la playa se llaman ciertamente palmeras y son
unos discos de milhojas con azúcar cristalizada en la parte superior. Se dice
que tienen su origen en Italia o en España. En Chile se convirtieron en un
éxito debido a las reposterías de Algarrobo, que la introdujeron a las playas
del país, hace más de 70 años, con el nombre de “orejas de chancho”.
PAN DE HUEVO
Otro
dulce típico de nuestras playas: se trata de una especie de pan, pero más firme
y que se desmigaja con facilidad, ligeramente dulce y de exquisito sabor
avainillado. Se vende siempre fresco, pues se endurece rápidamente y es un
excelente tentempié, en medio de una tarde de playa, por su aporte calórico.
¡Pura nostalgia!
ROSCAS
CHONCHINAS
Explorando
Chiloé, específicamente en una feria artesanal de Chonchi, encontramos unas
roscas de masa muy particulares que no habíamos visto nunca. Las ofrecían junto
al popular “Licor de Oro”, otro producto que es exclusivo de la zona. Como somos
curiosos, las probamos. Son una roscas ligeramente dulces, firmes y secas, que
suelen acompañarse con brebajes calientes en el frío sur. Sin duda debe
probarlas si desea degustar algo exclusivo de la zona.
EMPANADITAS DE
ALCAYOTA
Así
como amamos las empanadas de pino, nuestras tradicionales empanadas de carne,
cebolla, huevo duro y aceituna, hechas en horno, también tenemos una versión
dulce. Las empanaditas de alcayota son más pequeñas que las de pino y están
rellenas de dulce de alcayota, fruta de particular textura en fibras e
inolvidable sabor.
CALZONES ROTOS
Ce
cuenta que el origen del nombre viene desde la época de la Colonia, en que una
señora vendía pasteles en la Plaza de Armas de Santiago. Cuenta la historia que
una ventisca le levantó la falda, dejando al descubierto su ropa interior rota,
haciendo que la gente la llamara “la señora de los calzones rotos”. Así, el
dulce que esta señora traía para ofrecer quedó bautizado como “calzones rotos”.
Antiguamente a dichas masas se les llamaban picaronamente “zorritas”,
sustantivo diminutivo femenino que metafóricamente designaba en los estratos
populares al sexo femenino. Los calzones rotos son unas masitas fritas,
ligeramente dulces y espolvoreadas con azúcar flor, cuyo nombre hace alusión a
su forma: tienen en el centro un agujero, por donde se le da una vuelta a la
masa.
CUCHUFLÍ Y
BARQUILLO
El
que no ha escuchado el grito de “cuchufli… barquilloooo” no ha pasado por las
playas chilenas, eso seguro. Los barquillos son unos tubos de una fina masa muy
quebradiza que se deshace en la boca, son dulces y sin relleno. Los cuchuflís
son su contraparte rellena de manjar. En el comercio establecido lo encuentra
incluso bañados de chocolate, pero en las playas son simples, para aguantar el
calor del verano.