miércoles, 17 de junio de 2009

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES





LA CASA DE LOS ESPÍRITUS

Por Karla Berndt

No, no me refiero a la gran obra de Isabel Allende. Tampoco a un encuentro literario, sino más bien a una experiencia real… aunque misteriosa…

Fue en Santa Cruz, hace pocos días, cuando tuve la oportunidad de conocer la Casa Espíritus de Colchagua. En la calle Nicolás Palacios, a pocos metros del Hotel Santa Cruz, se encuentra esta casa de adobe construida hace más de 120 años y muy bien mantenida, habitada por un matrimonio bastante singular. Ella se llama María y él, Cristián. No hay fotos del dueño de casa ya que no permite que lo enfoquen con cámaras. Por algo será. De todas maneras, con su delgadez y altura, su largo pelo y su singular barba plateada, impresiona desde el primer momento. Un ambiente particular, sobre todo al atardecer, cuando tenues luces aumentan la magia del entorno.

En el patio, al lado de unos braseros brindamos con una copa de agua de vertiente, materia prima de los licores, agradeciendo al viento y a la tierra de Santa Cruz por la cosecha de uvas, frutas y hierbas.

Después conocimos las habitaciones donde se preparan los licores caseros según los secretos de los antiguos destiladores. Son elaborados según recetas medicinales traídas por sacerdotes jesuitas hace más de cinco siglos, con alcohol destilado de vino al cual se le agregan diferentes frutos, especias y hierbas

En uno de los antiguos dormitorios ahora reposan hasta por 28 meses: “El tiempo es la clave”, sostiene Cristián. “El momento de la cosecha de las frutas y hierbas, el estado del secado y la maceración determinan la calidad del producto y sus bondades”.
Por un angosto pasillo, con atados de hierbas secas colgados del techo, canastos con frutas, lámparas tapadas con velos de color y antiguas herramientas de fierro oxidado, llegamos a la cocina. Que maravilla aquella. Como la antigua cocina de mi abuelita…

Después, en un comedor, probamos varios de los 20 licores, todos deliciosos. De mora, arándano y murta; de cereza, ciruela y corteza de naranja; menta, romero, toronjil y poleo; de café y canela... Con aceitunas de la zona, chicas y sabrosas; guindas secas y almendras.

“La mejor manera de mantener la salud es la prevención de la enfermedad.
La mejor prevención es el medicamento.
Y el mejor medicamento es el alimento, incluyendo aperitivos y bajativos…”.

Así dice el dueño de casa. Ya lo creo.

Tour Casa de los Espíritus de Colchagua:
Lunes a domingo (11.00, 15.00, 19.00 horas) Por $15.000, incluyendo la degustación. Teléfono 72 -209 600