miércoles, 11 de noviembre de 2009

LAS CRÓNICAS DE LOBBY


CAFÉ BAR CABURGA

Desgraciadamente las imágenes que tenemos de un café en nuestro país difieren muchísimo de lo que realmente se ve en la realidad. Tras la caída de Nescafé en los gustos nacionales y el ingreso de las cadenas norteamericanas (y copias similares), nos hemos llenado de lugares insípidos y de oficinas virtuales donde muchos se reúnen a trabajar o hacer negocios. Por otro lado, los ya decadentes café con piernas (producto netamente made in Chile), no son precisamente lugares concebidos para conversar sino que para mirar; y los tradicionales café al paso (como los Haití o Caribe), son para eso. Un café y chao.

Por eso entretiene conocer conceptos diferentes. Esos con mesas, sillas y sillones destinados no sólo a tomar un café matutino o de mediodía, sino que ofrecen un plus a sus clientes. Y en el Patio Bellavista, uno de sus principales es el recién ampliado Caburga, un café y restobar que vale la pena conocer.

Entrando por Pío Nono, nos encontramos con un amplio lugar refaccionado en las antiguas casonas del lugar. Una construcción que se conservó para crear un espacio distinto y original. Un pasadizo-corredor con mesas y sillas reciben a los clientes. Afuera, más mesas y sillones para conversar un buen café y darse el tiempo necesario para probar quizá alguna de las especialidades reposteras que están elaborando in situ. En el interior, varios ambientes para pasar una buena velada. Sombras para el sol veraniego y aires frescos en su interior. Su fuerte: café en todas sus modalidades. Luego, una coctelería de buena raza y se finaliza con sus opciones gastronómicas que recién están complementando para la hora del almuerzo o de la cena. Nuevitos en esto de la gastronomía ofrecen una pequeña gama de platos que necesitan un ajuste, más que nada por la gran competencia que existe en el lugar, el Patio Bellavista, donde hay de todo y para todos.

Y como la oferta es grande el Caburga se opaca con su propuesta. Hubiese preferido que fuese una opción con menos pretensiones gastronómicas y con una propuesta directa diferente. ¿Sándwiches?, posiblemente. ¿Tapas?, pienso que también. ¿Papitas al ajo?... de todos modos. Pero no me atrevo a proponer el lugar como un merendero apto para el almuerzo o la cena. Le falta. Y antes que lo destruya una crítica deficiente, es saludable decirles a sus propietarios que allí no es necesaria la gastronomía. Eso déjenselos a otros. Acá, en el Caburga, los cafés, la pastelería, la coctelería y el relajo debe ser su inspiración. Y no se compliquen… no vale la pena.

Lindo lugar. Atractivo y un solaz en el Patio Bellavista. Lindas mozas atendiendo y café del bueno. Tienen jornada larga. Son los primeros en abrir y los últimos en cerrar. Y ahora, con estacionamientos propios, es bastante más fácil acercarse al lugar. Y a toda hora. Desde temprano en la mañana hasta la madrugada del día siguiente. (Juantonio Eymin)

Café Bar Caburga: Patio Bellavista, Pío Nono 67, local 69, Barrio Bellavista, fono 762 1318