miércoles, 10 de febrero de 2010

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES


NOSO
Lo nuevo del hotel W

Karla Berndt*

Conocí la infraestructura del nuevo hotel W hace unos meses, cuando sus restaurantes aun no estaban operativos. Así que mi primera visita al NoSo fue un acontecimiento muy esperado, más aún teniendo en mente los elogios de varios colegas cronistas y algunos comentarios poco favorables publicados en diferentes blogs en Internet.

Lo primero que llama la atención de este restaurante es su arquitectura y decoración: el altísimo techo, las tenues luces, la suave música… Un ambiente muy moderno, elegante y especial. La mesa impecable, con cuchillería, vajilla y copas sobrias y de muy buen gusto. Sin embargo me molestó un poco el tamaño de la mesa: el vis-à-vis está a tal distancia que dificulta la conversación, y levantando la voz, los comensales de las mesas conlindantes – sin querer queriendo – se hacen partícipe de la conversación. ¿Y si la idea fuera que acá no se habla sino se come en silencio para no desviar la atención? Mmhhh…

Como amuse bouche llega un huevo “a la copa” en su cáscara, con crema ácida y caviar de salmón, junto con pan y mantequilla. Muy rico este huevito y su combinación la recordaré para uno de estos domingos cuando tenga un desayuno “especial”.

De entrada, el Ceviche del día, de corvina, fresco y sabroso, preparado “a la antigua”, con el pescado casi molido lo que le proporciona una consistencia algo débil. Acompaña un sauvignon blanc Amaral. Aparte, siete deliciosas y grandes ostras, servidas con limón sutil. ¡Un lujo! Perfecto con una copa de chardonnay Casa Lapostolle. El aderezo que acompañaba las ostras, jerez, vinagre y cebollita, estaba demás, ya que simplemente “mata” el sabor propio de tan delicado producto. Una observación aparte: en un restaurante de altísimo nivel, como pretende ser el NoSo, es indispensable tener agua con limón en la mesa para poder limpiar debidamente los dedos después de comer ostras…

El congrio dorado con habas meridionales como primer fondo. Poderoso y potente. Muy bueno. Luego, pechuga de pato a la naranja, con nabo, coliflor y hierbas finas. El mejor pato que he comido en mi vida. Simplemente divino.

Finalizo la cena con una sopa de frutas rojas y helado de yogurt, refrescante y con el dulzor correcto.

La atención y el servicio, impecables. Al contrario de algunos comentarios que había leído anteriormente, los platos llegaron sin largas esperas y los vinos a su temperatura perfecta. Sin duda, el NoSo dará que hablar. Un lugar espectacular y fuera de serie. Con algunos detalles que necesitan ajustar a la brevedad. Y así debe ser, al menos acorde a sus precios. Ah, y hacer reserva de mesa es primordial.

NoSo: Av. Isidora Goyenechea 3000, 4° piso, Las Condes, fono 770 0074

Karla Berndt es cronista gastronómica e integrante del Círculo de Cronistas Gastronómicos de Chile. Nacida en Alemania, reside hace 22 años en Chile y actualmente es Gerente de Comunicaciones de la Cámara Alemana de Comercio, Camchal. Su afinidad con la gastronomía la plasmó en el primer y único libro de cocina chilena escrito en idioma alemán y editado en su país de origen “Die chilenische Küche”. Sus periódicas crónicas se pueden leer (en español) en el sitio www.camchal.cl y en su columna “De bebistrajos y refacciones” en Lobby.