miércoles, 16 de mayo de 2012

PURO VINO ES TU CIELO...

GERARD BASSET
Una leyenda de buena cepa

María Yolanda González F.

Un partido de futbol y una mujer sellaron el destino de Gerard Basset, el mejor Sommelier del mundo, el que más títulos ha cosechado durante su carrera y al que el Reino Unido ha condecorado por su aporte a la industria de la hospitalidad.

Es innegable, cientos de “devotos”, mujeres y hombres aficionados al mundo del vino, miembros de la industria y la prensa especializada, lo siguen como a un gurú en todo el mundo. Es un súper star, una leyenda. Master of Wine, Master Sommelier, Wine MBA, Mejor Sommelier del Mundo y Oficial de la Orden del Imperio Británico, OBE por sus servicios y aporte a la industria de la hospitalidad.

No tenía por qué ser distinto acá, donde llegó esta vez invitado por Sommeliers de Chile, convocando a cuantos se mueven en torno al vino, y que lo siguen como una nube de abejas; hay razones, no todos los días se está frente a la mejor nariz, las mejores papilas gustativas y los mejores ojos que existen en el mundo, para clasificar un vino desde su origen.

Acostumbrada a tanto divismo de poca monta, Basset no deja de sorprenderme. En el lobby del hotel NH, en medio de una agenda estresante y mucha gente su alrededor, dice- en un inglés que delata su Francia natal- , que “no hay apuro”… al finalizar el encuentro, una cosa queda clara, Basset posee una virtud en extinción. La humildad.

-¿Cuando nació su pasión por ser un experto en vinos, un sommelier?
Tras unos bigotes muy galos, aunque está nacionalizado británico, Basset recuerda que muy joven fue un partido de su equipo favorito el que lo llevó a Inglaterra. “Luego, trabajando en un restaurante, una señora me preguntó por las características del vino que estaba ofreciendo……yo no sabía mucho, pensé eso no podía ser y partí a comprar un libro de vinos. Luego vino otro, otro más, mucha experimentación y trabajo y también inversión de lo que ganaba, y ahí nació mi pasión.

-¿Qué papel jugaba el vino en su hogar cuando niño y adolescente?
Nada especial, se tomaba como en todas las casas francesas, pero nada más, era algo que estaba ahí como muchas otras cosas.

-La mujer se ha empoderado hoy en el mundo del vino, ¿que aportan las mujeres?
Me gusta mucho la incursión de la mujer en el mundo del vino, tiene una sensibilidad especial, que se complemente muy bien con la visión masculina en el tema.

¿Qué vinos tocan hoy su corazón?
Uff, que pregunta, los de Nueva Zelandia, los de Elqui y Limarí.

¿Que le pasa a usted cuando tiene que vender un vino favorito de su cava, le duele como a los artistas cuando venden su obra preferida?
Bueno, hay un sentimiento, pero a la vez con esa acción se hace muy feliz a otra persona.

Y hacer felices a los demás, es a lo Gerard y su mujer Nina Basset se han dedicado en el último tiempo, a través de su hotel Terravina, ubicado en Southampton ,Inglaterra , clasificado por Conde Nast como “uno de los mejores lugares del mundo para estar”, y considerado el mejor hotel de servicio de vino en el planeta.

El secreto de mi éxito

Tras tantas luces, hay un largo trecho que Basset comenzó después de trabajar en el prestigioso Chewton Glen Hotel, donde conoció a su mujer Nina, considerada una de las mejores profesionales del rubro y que había hecho el camino inverso, de Paris volvía a Gran Bretaña. Con su ex jefe del Chewton y Nina, -“ella siempre ha sido mi partner, somos un equipo”-fundaron Hotel du Vin, que se multiplico en seis hoteles similares donde el vino era el inspirador de la pasión por el servicio, y que luego vendieron, para dar paso al celebrado Terravina.

Ya Basset había publicado su primer libro, “La experiencia del vino”, hecho para sus alumnos, y donde se refleja su filosofía, “la educación no puede ser absolutamente gratis, cuando se es joven hay que invertir parte lo que uno gana para perfeccionarse, es el camino que te lleva a cumplir las metas”, o tal vez, El secreto de mi éxito, como se llama la serie de televisión donde comparte roles con su mujer en la TV inglesa.

Con un hijo de 12 años y tantos pergaminos no puedo dejar de preguntarle

¿Con tanta sofisticación en el trabajo, como se vive puertas adentro?
Muy, muy simple, hacemos una vida familiar como cualquier persona, vemos televisión, leemos… nada sofisticado.