miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

RAÚL CORREA Y FAMILIA

Tiqui, tiqui, ti
¿Tiene cara de huaso Raúl Correa? A decir verdad no, pero sí de gozador de la vida. Siempre anda contento y cuando agarra una guitarra se transforma en un campesino más. Hace pareja con su hija Carolina y son el alma de la fiesta que se vive permanentemente en el restaurante que tiene esta familia en plena avenida Las Condes.

Y para estas fiestas patrias, prometen cuecas, taconeos y buena comida para todos los que se quedarán en la capital y para los que vienen de visita aprovechando el largo feriado. Más allá de las fondas y de los asados familiares, en Raúl Correa y familia los estarán esperando con un menú especialmente elaborado para estas fechas.

Estuve con ellos en la avant premiere de las celebraciones y probé parte de lo que será el almuerzo que entregarán desde el domingo 16 al martes 18: Pisco sour (o vino), arrollado huaso (uno de los mejores de Santiago), pebre y pan amasado para picotear; empanada de pino para comenzar (no hay 18 sin empanadas). De fondo, costillar de cerdo y plateada al horno de barro (ñam ñam) con papas mayo y ensalada de lechuga; vinos de Pérez Cruz y de Bisquertt; torta de mil hojas con manjar y café express para finalizar (16.500 adultos y 7.500 niños). Eso de ir a comer con precios preestablecidos y sin esperar sorpresas es una delicia. ¿Tiene ganas de bailar cueca? Los Sembradores de Maipú, un grupo folclórico le cantará cuantas quera escuchar.

Si hay buen tiempo la fiesta será al aire libre aunque también tienen calculado que si el sol no acompaña, el jolgorio se vivirá en el interior de la casona patronal. Para los que desean festejar a la hora de la cena la propuesta es diferente ya que en la noche ofrecerán el Menú Maridaje Gourmet, con diez opciones de entrada (disfruté unas patitas de chancho deshuesadas con salsa verde); tres sopas “al centro”; 15 fondos (como unos pejerreyes fritos con puré colorado) y seis postres (nativos, como leche asada y mote con huesillos). Todo, con vino y pisco sour de aperitivo por $ 11.900. ¿Estoy equivocado? No. Ese es el valor real.

Cuatro mil metros cuadrados para sentirse en el campo en plena ciudad y otros “gadgets” que hay que valorar. Estacionamiento privado interior; no ponen mala cara cuando uno llega con los “bajitos” de la familia. Además, aparte de los menús descritos, una carta tradicional que incluye ostras y centolla. Y si tiene suerte, podrá escuchar las cuecas de Raúl, que cuando le pasan una guitarra se transforma en un huaso ladino hecho y derecho.

Si no le gustan las fondas o ramadas y quiere vivir a concho estas fiestas, los Correa prometen fiesta y comida de la buena. Sólo será necesario reservar con anticipación ya que si bien pueden recibir a muchos parroquianos, sin anunciar la visita la cosa se pone difícil.

En resumen: uno de los buenos lugares para disfrutar nuestra cocina chilena tradicional y también la burguesa, esa de fricasés y riñones al jerez. Un dato justo y necesario para este 18 diferente. Por lo menos yo, que no saldré de la capital, ya tengo una mesa dispuesta.

¿Usted? (Juantonio Eymin)

Raúl Correa y Familia: Av. Las Condes 10480 (nudo Estoril), Vitacura, fono reservas 243 4747