miércoles, 24 de octubre de 2012

MIS APUNTES GASTRONÓMICOS

VIET NAM DISCOVERY

Dominique Thuy-Trinh Vo Nguyen es preciosa. Pero eso no la hace ser famosa. Nació en Saigón, actual Ho Chi Minh, la ciudad más grande de Vietman. Para nosotros, los chilenos, uno de los destinos más lejanos del mundo y sólo recordado por la guerra de once años que sufrió este país, que lamentó la muerte de cuatro millones de civiles. De allí viene Dominique tras años viviendo en Francia y Alemania. Junto a su marido francés, decidieron un día del año 2006 desembarcar en Chile, y tras un tiempo trabajando en una especie de delivery de comida vietnamita, abrieron en marzo del 2009 el ya conocido Vietnam Discovery.

Nadie en su sano juicio pensaría que tras una mampara que más parece reparadora de calzado, esconde una de las cocinas más refinadas del oriente. Alabado por la prensa gastronómica, tuve la suerte de conocer su actual propuesta la semana pasada. En la cocina, el francés Thomas Billion, un chef que ha pasado desapercibido en el concierto gastronómico de la capital a pesar de que tiene grandes condiciones. Aparte, sus dueños y anfitriones, Dominique y curiosamente su ya ex-marido francés, siguen a frente de un negocio que ha ido creciendo paulatinamente y de buena manera.

Los platos, como todas estas cocinas asiáticas, se leen en la carta en su idioma original y con una pequeña traducción al español, cosa que prefiero ocupar. Los nombres vietnamitas como Bán Koth o Bo Loui Fromai, no nos llevan a ninguna parte, por ello les presento lo comido (y bebido) en nuestro propio idioma.

Para comenzar la jornada, Gonzalo Arancibia, el bar-manager del lugar, nos propone dos tragos de su creación: un Jack Daniels con contreau, limón, goma de boldo y soda. Aparte, otro con vodka, ron Malibú, crema de mora, limón y goma. Llegué a la conclusión que la coctelería no es mi fuerte ya que me incliné por un rosé Apaltagua de uvas carménère que me acompañaron gran parte de un almuerzo que comenzó con unos arrollados fritos de centolla envueltos en hoja de arroz, con lechuga, menta y salsa de pescado vietnamita. Al mismo tiempo llega un arrollado primavera relleno con camarón, cerdo, huevo y menta (2.400) y unas brochetas de lomo marinado con sésamo y salsa de soya y rellenos con queso (5.200), de gran sabor y calidad.

Así como nosotros nos inclinamos por el orégano y el comino, la comida vietnamita lo hace con el anís estrella, propio de su región. Todos (o casi todos) sus platos utilizan esta especia aunque sea en forma muy sutil y que no molesta para nada. De fondo solicité unos tallarines (de trigo) con cerdo laqueado, verduras de la estación y servidos con un tazón de caldo de cerdo (6.200). Realmente ricos y sabrosos. A mi vecina de mesa le expropié un poco de su plato, un arroz basmati con pollo cebolla, canela, jengibre y anís sobre una hoja de plátano (6.200), que resultó alucinante. A decir verdad, acá los precios no reflejan la alta cocina que preparan. Y eso se agradece sobremanera.

Rico y agradable lugar. No es de mantel largo ni nada que se le parezca. Tampoco es una picada pero da gusto ver a familias completas degustando sabores que provienen de otras culturas. Y con tan sólo pensar que el plato más caro del lugar llega a los $7.200, el Vietnam Discovery tiene un éxito asegurado. Posiblemente este lugar sea la mejor embajada de Vietnam en el mundo.

Vietnam Discovery, Loreto 324, Recoleta, fono 737 2037