martes, 23 de julio de 2013

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

LIME FRESH
¡ÁNDALE!

El barrio Isidora Goyenechea, otrora famoso por sus buenos restaurantes de mantel largo y actualmente de la mano de la comida casual, tiene un nuevo integrante: el Lime Fresh, sucursal de una pequeña cadena norteamericana subsidiaria de Ruby Tuesday, cuya especialidad es mexicana, o más bien dicho Tex Mex.

Donde antes estaba La Piccola Italia, la familia Musiet, propietaria de las franquicias (que incluye a Denny’s, de pronta apertura en Santiago), el Lima Fresh es un local de tamaño mediano donde predominan los verdes y blancos que dan la bienvenida a los seguidores de la comida Tex Mex, esa de fajitas, quesadillas, burritos y picantes por doquier (infinitamente lo más apreciado del lugar, su bar de salsas picantes). Aparte, porotos negros de muy buena factura y un sistema de servicio el cual no se conocía en Chile.

Una barra tipo autoservicio espera a los clientes. Allí cada uno se entusiasma con lo que desea, sin embargo ya en la caja es necesario pedir el plato caliente (o principal). Luego de cancelar, un mozo llevará el pedido a la mesa. Como lo estima el negocio ideado por los gringos, acá no hay elementos que distraigan al consumidor. Sólo música (y de cualquier tipo) para amenizar. Nada de plasmas u otros gadgets que apernan al consumidor a la mesa. Acá se elige, se paga, se come y se retira.

Nada indica que es un local Tex Mex. Llegué a conocerlo un día de la semana pasada y me entregan un menú donde están las instrucciones. Escogí un par de salsas y me senté a esperar que un conocido hiciera el pedido. La mesa en la terraza (en un buen día con sol a mediodía), se llenó de fajitas, tortillas, salsas y burritos. Comí “a la chilena” o sea con cuchillo y tenedor, sin saber que los que gustan de este tipo de comida no ocupan cubiertos. Para beber, “agüitas” ya que aún no tienen patentes de alcoholes, aunque si prometen un par de sours, cervezas y vino (de la casa).

A la hora de almuerzo está lleno de curiosos, en su gran mayoría empleados de las empresas que pululan el sector, y que buscan comer por un buen precio y en forma rápida. Acá (y tomando en cuenta que es una escobita nueva), todo está funcionando. ¡Al menos por el momento!

Aproveché el conocimieno que me dan los años para preguntarle al gerente del restaurante si por casualidad habían realizado un estudio de mercado para entrar con la comida Tex Mex a Santiago. Tras una dudosa respuesta le comenté de los intentos de algunos empresarios de conquistar al público chileno con esta propuesta. El gerente, joven, ni idea tenía que a pasos de su local se abrió –y luego cerró-, el Canta y no llores; luego le conté de las penurias de Joaquín Sabina y su restaurante La Mordida y otros malos emprendimientos. Sin saber si reír o llorar, me cuenta que su comida es orgánica y que las porciones son enormes y que la cocina elabora todo a la minuta. “Mire la fila de gente”, me dice. Y es cierto. Son las 13 horas y el negocio está repleto. Repleto como lo estuvo alguna vez el Santa Fe, el Canta y no llores, el Mexicana y La Mordida.  

No es caro. Vale lo que puede costar un buen sánguche en las cercanías. El producto es bueno y la calidad de la propuesta también. Es posible que personalmente no me agraden las tortillas de maíz y por eso estoy renegando el lugar. Pero creo que no sea el maíz el problema. En Chile la comida Tex Mex no pescó… y punto.

Con sólo saber el costo de los arriendos en Isidora Goyenechea, los números no me cuadran. Ojalá Nuestra Señora de Guadalupe los acompañe y les entregue los beneficios que andan buscando. Terminé tomándome un quemado café en una cafetería del barrio y cerca de las tres de la tarde pasé de regreso a casa por el Lime Fresh. Ya no había nadie y estaban sólo los empleados limpiando el lugar. Si a Guadalupe le sumamos San Expedito, les juro que públicamente me arrepiento de mis aprehensiones. (Juantonio Eymin)

Lime Fresh: Isidora Goyenechea 3275, El Golf, fono 2481 0224