Un valiente hombre con estómago de hierro,
poco pelo y mirada apacible se ha convertido en un fenómeno televisivo mundial
por convertirse en el único ser humano capaz de comer literalmente “de todo” en
vivo y en directo mientras viaja por los lugares más recónditos del planeta.
Por la boca de Andrew Zimmern han pasado desde los más exóticos platos hasta
los más desagradables. Su lema nunca falla: Si luce bien, cómelo.
Hormigas voladoras gigantes en Uganda, salsa
de estómago de pescado en Phuket, riñones de camello en Etiopía, sashimi de
almeja gigante en Samoa, tiburón putrefacto en Islandia y piel de burro en China
son algunos platos curiosos que Andrew ha degustado como una forma de compartir
con sus seguidores la cultura de un pueblo.
En “Gastronomía Insólita” este neoyorquino
desenmascara aquella costumbre de los comensales de pensar más de dos veces lo que
va a ordenar en un restaurante. Por eso los invita a aventurarse, de una manera
divertida y atrevida, a degustar nuevos sabores con una mente más abierta y
preparada ‘para lo que venga’.
Para lograrlo se infiltra en la cocina local de cada país que visita. Esta semana lo llevará a uno de los países más pobres del mundo: Etiopia. ¡Que lo disfruten!