martes, 11 de marzo de 2014

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA    

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(MARZO) PUERTO PERÚ (Avenida Condell 1298, Providencia, fono 2363 9886):Si quiere Ud. experimentar el placer de una cocina fresca, chispeante, con mínimas concesiones a la chilenidad, o sea, una cocina como la que se encuentra en Lima en cualquier parte, venga a comer aquí.”La carta ofrece una cantidad de platos de fondos que, si se tratara de otro restorán, induciría a desconfianza por su extensión: las cartas largas -ambiciosas- cosechan resultados cortos. Pero esta vez tuvimos una buena experiencia. El "lomo vetado a lo macho" ($ 7.900) llegó cocido a punto, con una salsa de abundantes mariscos, y con el grado de picor pedido (aquí está una de las concesiones a la chilenidad: gradúan lo picante según se solicite). A nosotros nos gusta que lo que ha sido concebido como picante, pique, en efecto. El "atún a la piurana" ($ 7.900) resultó ser un plato delicado, con una deliciosa y aromática salsa: luego de algunas experiencias piuranas de cocina muy picante, este atún fue una notable sorpresa. Y si Ud. no ha tenido la fortuna de recorrer la cocina limeña en su estupenda variedad, le recomendamos embarcarse con un plato que trae tres muestras: "Perú tres sabores" ($ 7.600), con una porción de ají de gallina -muy bueno-; lomo saltado -el clásico plato mestizo "a la chinesca"-, y un seco de cordero, de ésos que son un mentís al infundio con que en este Nuevo Extremo nos criaron desde chicos: "Bueno el cilantro, pero no tanto"; el seco es la glorificación de esta deliciosa hierba, y en esta ocasión, la disfrutamos ampliamente.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(MARZO) BOCANÁRIZ (José Victorino Lastarria 276. Santiago Centro, fono 2638 9893): “Nada que hacer: si alguien quiere degustar (no beber y menos tragar, porque son cantidades justas y necesarias) algún vino más caro y exclusivo, el mejor sitio es Bocanáriz, en calle Lastarria.” “Para partir, unas cucharitas de charquicán con huevo de codorniz frito ($3.900), bien caseras de sabor, aunque algo cargadas al zapallo. También unos canapés con mango atravesados por un pincho de magret de pato ahumado ($5.800), un contrapunto agridulce, con la fiereza y gratitud del pato. O sea, sin vino de comparsa, mejor que no.” “En fin. Muchos y buenos vinos, y una cocina adecuada para maridar, aunque le faltan algunos ajustes. Tema aparte: la atención y lo que saben quiénes atienden en Bocanáriz -de sus vinos y platos- es un lujo.

 
LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(MARZO) SOLAR ELQUI (Villaseca, Vicuña, La Serena, IV Región, cel 9312 1926): “Manteles rojos impecables, doce mesas en el comedor y otras seis en la terraza de la higuera, donde circula un aire como hace tiempo no respirábamos. Sencillez y limpieza absoluta en los hornos, a la vista, y en todos los detalles. El almuerzo  empieza con un shot de sangría de Elqui: frutillas naturales con pisco.  Pronto aparecen el pan amasado, de perfecta cocción, y una porción de pebre sabrosa y bien lograda. Luego una ensalada fresca de calidad orgánica, que aliñamos apenas con limón y aceite de oliva. El plato de fondo, una buena porción de cabrito, cerdo o pollo, al horno. El cabrito está perfecto, cocinado  hasta el hueso, lento, que se desmenuza en el plato y en la boca.” “El menú, que incluye una copa de vino, gaseosa o mineral, termina esta vez con sandía o sémola con salsa de papaya. Todo por sólo $ 7.000, con la escenografía imponente del valle, en el Solar Elqui de las hermanas Rojas Sasso.”

MUJER
PILAR HURTADO
(MARZO) C’EST SI BON (Módulo J del Boulevard del Parque Arauco): “Mi ensalada fue Orleans, un taboulé de quínoa con prosciutto. Venía un pequeño timbal de quínoa con tomate y palta gruesamente picada, al lado de un mix de hojas verdes (el mismo que la ensalada de salmón, ambos estaban frescos y variados). Pero el prosciutto no estaba en el plato. Lo que nos pareció más grave y nos dio mucha risa es que al preguntarle al garzón de sombrerito, nos dijo ¿”pero no está ahí?”, señalando unas lascas de queso parmesano que también traía la ensalada. Cuando le dijimos que ese era el queso y que lo otro era un tipo de jamón, me hizo escarbar la ensalada para buscarlo y, como tampoco estaba, dijo que podría estar en la quínoa. Terrible nomás.” “Ya antes hubo otro chascarro: al preguntar con qué estaba aliñada la ensalada César, la chica (nos atendieron distintos garzones) no sabía y fue a preguntar al chef, quien le dijo que tampoco sabía porque todo venía preparado. ¡Uf!, un poco de preparación para el personal de un local lo agradece el público. Al menos me descontaron la ensalada Orleans del total. Para cerrar, aparte de la demora, el café macchiato estaba muy bueno y la tarte tatin también me pareció rica. Nuevamente una muestra de cómo echarlo a perder todo con un servicio lento y mal informado.