¡Con baranda es la cosa!
Hace un par de semanas tuve que viajar a
Rancagua, y como compensación a este periplo de 50 minutos, un familiar me
llevó a almorzar al Juan y Medio. Vagos recuerdos tenía de él ya que lo había
conocido durante mi época de adolescencia. Entremedio de estos años, me enteré
de que el negocio original se había calcinado en un incendio y que los cuatro nietos
de Juan Barrera –el propietario original- estaban a cargo de mantener como
siempre este restaurante.
Pronto supe de su apertura en Santiago.
Originales y no franquicias. Abrieron una sucursal en la Plaza Brasil y luego
otra en Vitacura, frente al Shopping. Luego, un notición de esos que remueven
el alma de los amantes de la gastronomía: habían comprado los derechos que
tenía Xabier Zabala en Infante 51 y tras adquirir la propiedad de estilo
neoclásico, echaron a andar su restaurante en pleno Providencia.
¿Un Juan y Medio donde estaba Infante
51, todo un clásico que estaba entre los mejores del país?
Allí llegue un día de la semana pasada.
La gruesa puerta de madera se abre para contemplar que el diseño –salvo algunos
cambios- sigue estando presente. Los cambios están en la carta. Si algo
mantiene Juan y Medio de su tradición es su maña de servir grandes porciones.
Acá no se van con chicas. Con una carta netamente chilena criolla, donde cada
día hay novedades, cuesta bastante escoger un plato. Y digo uno ya que dos
serian exceso.
Acá los platos vienen con baranda. Así
de sencillo. Una entrada y un fondo para dos personas sería el ideal de ingesta
calórica, sin embargo en Juan y Medio, ni la ingesta ni el precio incomoda. Un
verdadero acierto.
Buen panorama para estas fiestas
patrias. Es posible que se pueda escribir mucho más de este espacio chileno
inserto en pleno Providencia, pero no es necesario. Acá las 3 B (bueno, bonito
y barato) es marca de fábrica. Así que agéndelo para estas fechas ya que es un
imperdible. (Juantonio Eymin)
Juan y Medio. J.M. Infante 51, Providencia, fono 22378 9277