martes, 13 de enero de 2015

GASTRONOMÍA


DIEZ RESTAURANTES QUE INNOVARON
LA GASTRONOMÍA EN LA CAPITAL

No son nuevos –tampoco viejos- pero llegaron un día a remover las estructuras de las cocinas de la capital. Hay un antes y un después luego del éxito que lograron estos restaurantes que, cada uno en su estilo, lograron cambiar las costumbres gastronómicas de la población. Desprejuiciados, sensibles, democráticos, únicos, rebeldes, finos, místicos e incluso antisistémicos son adjetivos que permiten descifrar la filosofía de estos restaurantes que lograron destacarse y revolucionar sus cocinas en beneficio de clientes y turistas, como este listado de comedores que removieron las estructuras de la gastronomía en nuestro país durante los primeros años de este XXI. (JAE)

MAJESTIC

La cocina india, esa de curries, tandoori, lentejas, verduras, aromas, colores y sabores inusuales, llenó de lujuria una esquina del centro de Santiago y se convirtió en el más efectivo estimulante para las parejas de enamorados que van tras el tantra y el buen comer. Ahí, en un comedor que huele a especias remotas, la cocina india se fue transformando en un ícono de la trilogía comer, rezar y amar, insuperable hasta hoy. (Santo Domingo 1526, Santiago Centro. Teléfono 2 2690 9400)

TIRAMISÚ

Esta pizzería es el sueño de todo empresario. Nació el 81, en plena crisis, y de ahí no ha parado de crecer y fortalecerse. Un local histriónico, rústico, de pisos imperfectos pero con color y vida. Según su dueño, Fuad Lama, las pizzas se tratan como un cisne, no como patito feo. Como botón, acá ocupan diariamente 70 kilos de prosciutto. La propuesta es mayoritariamente pizzas y dentro de su aparente sencillez, las lleva a un punto cercano a la perfección. (Isidora Goyenechea 3141-A. Teléfono 2 2519 4900) 

MIRAOLAS

Como un thriller de acción, la historia del Miraolas es casi fantástica ya que sin quererlo, Maximiliano del Real tuvo que hacerse cargo de algo que nunca estuvo en sus planes. Aun así, y con una constancia sin límites, logró reconquistar a una clientela adicta a la cocina vasca, esa que disfruta sus ya notables kokotxas de merluza austral al ajillo o sus berenjenas rellenas de congrio y ostiones, gratinadas con bechamel y salsa vizcaína. Una prueba más de que el profesionalismo y la cocina de productos nobles rentan al final más que la pirotecnia y la publicidad. (Av. Vitacura 4171. Teléfono: 2 2206 0202)

BRISTOL

Ha ganado tantos premios que el muro que exhibe los diplomas está repleto. La cocina chilena de mantel largo se convirtió en preferida de chilenos y extranjeros que conocen la calidad, el servicio y la buena mano del chef Axel Manríquez, que se ha obstinado para que su cocina sea reconocida en gran parte del mundo. Un trabajo sin descanso que lo ha llevado a la cima de la gastronomía chilena moderna que se ofrece en nuestro país. (Alameda 816. Santiago Centro. Teléfono 2 2639 3832)

RIVOLI

Una huerta propia, donde logra reunir productos básicos y elementales para su restaurante, puso al romano Massimo Funari en lo alto de la “cucina”, como bien llaman a esta increíble especialidad. Durante años mantiene un liderazgo que ha sido imposible alterar. De bajo perfil prefiere no llamar la atención, aun así, se le tiene un respeto tremendo, ya que su cocina fue fundamental para el desarrollo de esta especialidad en Chile. (Nueva de Lyon 77, Providencia. Teléfono 2 2231 7969)

LIGURIA

No es un restaurante –dicen-, es una institución. Y tienen razón quienes lo afirman ya que el Liguria se ha convertido en toda una religión para sus miles de fieles que lo siguen en su casa matriz o en las sucursales. Con nombre italiano, ha sacado un provecho enorme gracias a la cocina chilena criolla y a un ambiente fuera de serie que diseñan los hermanos Cicali. Un profesionalismo a toda prueba que muchos han intentado imitar… sin igualar. (Av. Providencia 1373, Providencia. Teléfono 2 2235 7914)

ICHIBAN

Minsu Bang –su dueño coreano- hizo el milagro de democratizar el gusto de los chilenos por la comida japonesa, más allá de los rolls y sashimis. Con una batería de conocimientos, logró con su cuchillo y una preciosa técnica, encantar y entusiasmar a toda una generación de jóvenes-adultos que se convirtieron en clientes habituales a pesar de que su restaurante está alejado de cualquier circuito gastronómico. La paciencia oriental en todo su esplendor para un comedor excelente. (Av. Padre Hurtado Norte 1521, Vitacura. Teléfono 2 2453 1793)

BACO

Frédéric Le Baux –su propietario- llegó en 1996 a Santiago y logró la concesión del terminal de carga del aeropuerto. No fue un proyecto fácil: armó una empresa y la vendió en 2005. Luego vino Baco, su restaurante franco chileno que cambió las estructuras de los locales de comida en base a tres pilares: un concepto de cocina muy claro; el acento en el servicio, basado en la máxima de que el cliente siempre tiene la razón y la idea de que los márgenes de ganancia deben ser los mismos para un foie gras o para un pollo, igual que para un vino de 100 mil pesos o para uno de 6 mil. Por todo esto ha conseguido estar entre los mejores restaurantes casuales del país. (Nueva de Lyon 113, Providencia.  Teléfono 2 2231 4444) 

BORAGÓ

No hay un restaurante en Chile que tenga la repercusión en el mundo que tiene actualmente el Boragó. Y lo mismo sucede con Rodolfo Guzmán: no hay otro chef chileno que esté dando tanto qué hablar en el extranjero (y en lugares muy importantes de la industria) como él. Una historia de dulce y agraz que sólo el convencimiento de que su cocina endémica se haría algún día famosa, lo hizo ser constante y tenaz con su propuesta, una que lo llena de orgullo ya que su comedor se repleta diariamente con los fans que tiene alrededor del mundo. (Av. Nueva Costanera 3467, Vitacura. Teléfono 22953 8893) 

HAPPENING

Los mozos y los cortes argentinos, además de su ubicación y diseño, hicieron de este restaurante la primera parrilla fina que triunfó en la capital. Mozos que con su conocimiento y técnica de tomar pedidos sin anotar, hicieron famosa esta esquina de mantel largo, convirtiéndola en el mejor restaurante para hacer negocios en toda la capital. Rodrigo Safrana, su propietario, señala que otra de las virtudes que tiene este local, por la gran cantidad de extranjeros que lo visita, es que dispone de cartas en inglés, coreano, japonés, portugués y chino, además de trabajar con carnes que son "el mejor producto disponible en el mercado" y "maestros parrilleros de primer nivel", la mayoría traídos desde Argentina. (Av. Apoquindo 3090, Las Condes. Teléfono 2 2362 1092)