DE LA PRENSA GASTRONÓMICA
WIKÉN
RUPERTO DE NOLA(ABRIL) EL CAMINO (Av. Italia 1034, Providencia / 2 2986 0765): “El pivote de todo: el tapapecho de vaca, ahumado y cocinado largamente, hasta lograr un corte perfumado y tan blando que se parte con el tenedor. Lo demás es un conjunto de picoteos, o de acompañamientos, o de una que otra cosa que introduce un mínimo de variedad, como algunos embutidos caseros. Y he aquí el otro rasgo fundamental: tal como el ahumado de la carne es casero, son caseros también los diversos encurtidos (como el excelente de sandía), los embutidos y los "relishes" a que son tan aficionados los anglosajones (el caso es igual en Inglaterra).” “Nuestro plato de brisket ($6.500; el mentado tapapecho) lo acompañamos con porotos borrachos ($2.500), caldúos, con su toque de jalapeño fresco. Buena combinación. Para el Texas Trinity ($7.000; brisquet, chuletas de chancho parrilladas y longaniza casera) pedimos ensalada de papas gringa ($2.500), muy agradable.” “Resumen: recomendabilísimo; se nota atención del chef y cuidado; productos caseros, que uno reconoce y aprecia. Sencillo, sólido. Buen servicio. Estacionamiento fácil.”
WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS(ABRIL) MISTURA DEL PERÚ (Pedro de Valdivia 3580 /2 2225 9735): “La carta es muy clásica, pero también tiene unos platos que hacen la diferencia. Como el piqueo Mistura ($14.500), con tiradito, cebiche, chicharrón, anticucho y pulpo. O el frío ($14.500), con cocktail de camarones, cebiche mixto, pulpo al olivo, tiradito de pescado y causa criolla.” “Pero para el conocedor la opción es otro mix, propio de Mistura del Perú: una combinación de pulpo a la parrilla, otro al olivar y uno al cilantro ($9.500). O también la oferta variada del cebiche Mistura ($8.900), que es muy recomendable: uno al rocoto, otro al cilantro y el tercero al ají amarillo.” “La atención es, como en todo restaurante peruano: cero falta.”
MUJER
PILAR HURTADO(ABRIL) HAUSSMANN (Av. Presidente Kennedy 5601, piso 2, local 3, Las Condes 2 3203 3479): “Fieles a la causa, pedimos a la amable garzona medio crudo, en el que la carne más que molida, realmente viene hecha una papilla suave, rojita y sin grasa. Acompañada de pepinillo picado, cebolla blanca en cuadritos, tostadas crocantes, salsa Haussmann -una mayonesa con rico toque de acidez y hierbas picadas- y limón. Estaba muy fresco y rico, nos encantó. En las mesas hay kétchup y mostaza Heinz, si bien yo eché de menos una mostaza antigua. Probamos también el sándwich Haussmann -que puede ser de vaca, pollo o chancho-, con sabroso lomito asado. La combinación de la casa trae queso derretido -cantidad discreta, cosa muy buena-, salsa Haussmann, tomate, pepinillo y lechuga. El pan es delicioso y no tiene demasiada miga, lo justo para crujir y contener el relleno sin desarmarse. Este local no cuenta con patente de alcoholes, por lo que solo hay cerveza sin alcohol y bebestibles como café, jugos, bebidas y chocolate caliente. Afortunadamente tenían agua tónica, como dijo mi marido, ideal para suplir la falta de alcohol, aunque la cerveza le lloraba al menú”