ALFREDO DI ROMA
En estos últimos meses, la apertura de restaurantes
destinados al segmento más alto de la población, ha ido en aumento. Varios de
ellos ya los he comentado en estas páginas y ahora le toca el turno a Alfredo
di Roma, una franquicia adquirida en Italia y que transporta al amante de la
cocina italiana a deleitarse con la sencilla receta de los Fettuccini Alfredo,
creada a inicios del siglo pasado.
La versión santiaguina es de moderno diseño y de
primer nivel en su infraestructura. Su propietario, el empresario Andrés
Numhouser, realizó una millonaria inversión para habilitar un espacio de lujo
para 200 personas en plena Avenida Las Condes.
Discípulo de Josef Gander, el inolvidable chef del
Sheraton, Jorge Grunder, pasó de ser instructor jefe de la carrera de Gastronomía
de Inacap a comandar la cocina de este nuevo restaurante. Todos los platos de
la carta (con excepción de los Fettuccini cuya receta es exactamente igual que
en Italia), son parte de su autoría en conjunto con el chef Roberto Ilari,
quien realizó la pre apertura del lugar. La materia prima es fundamental para
lograr el equilibrio y el buen desarrollo de las recetas y platos, donde
tampoco se fijan en gastos, lo que lógicamente influye en el valor de la cuenta
ya que los precios están por sobre el mercado.
Elegante el Carroselo di Mare (24.500 para dos), una
selección de mariscos finos presentados en una bandeja de dos pisos en cama de
hielo picado. Sabrosos los Carpaccios (14.500): – de ciervo (con azafrán y
granada) o de Angus (con salsa de alcachofas a la trufa negra-; un trío de
buenas entradas que dan la partida a este “divertimento” gastronómico.
Su plato estrella “L´Originale Fettuccini Alfredo,
burro e parmeggiano reggiano” (16.900) es francamente el mejor que he degustado
en años. Elaborado con pasta de sémola, mantequilla italiana y queso parmesano
original, este sencillo plato es posiblemente todo lo que se requiere para
posicionar esta receta entre las mejores de la ciudad. Para muchos, esta
versión vale una visita aunque la billetera salga más delgada.
Pero no es todo. Este comedor que tiene un aspecto
de haber sido sacado de un trasatlántico de lujo, ofrece –aparte de las pastas
y risottos- una excelente carta de carnes y pescados. Probé un delicado Mero
(18.300) con risotto de orzo (pasta del tamaño de un grano de arroz), además de
unos sabrosos ravioles con funghi Porcini.
Elaborados postres culminan una jornada de lujo. Un
lujo que podrá gustar a algunos y que ciertamente puede provocar sentimientos
encontrados en otros, ya que el modelo es americano. Nada de barato (no podría
serlo), deberá posicionarse en un estrato social bastante alto. Por el bien del
desarrollo de buenos restaurantes en Santiago, esperamos que lo consigan.
Tienen “pasta” para ello. (Juantonio Eymin)
Alfredo di Roma: Av. Las Condes 13137 / 228 008400