martes, 13 de septiembre de 2016

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(SEPTIEMBRE) PUNTO OCHO (Hotel Cumbres-Lastarria, J. V. Lastarria 299 / 22496 9000): “A nuestros rincones de culto agregamos el Bar de Tapas, a la entrada del flamante Hotel Cumbres de calle Lastarria. Tres pintxos con cerveza por $6.900 y ya estamos embarcados en el mundo del catalán Marc Mateu-Alsina, chef ejecutivo dispuesto a mostrar lo aprendido en dos décadas por el mundo. Y hará aparecer jamón crudo, chorizos, huevos a la plancha combinados con el noble sabor de las berenjenas.” “Y de ahí uno se eleva al comedor de cocina mediterránea, Punto Ocho, asomado en una terraza que sobrevuela Lastarria y se asoma a la cordillera por el oriente. Al almuerzo hay menú ejecutivo ($11.900) y de negocios ($18.900). Que se han ido equiparando en la demanda. De noche los platos son a la carta. Postres a $2.800 y un surtido por $6.000.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(SEPTIEMBRE) PLAZA GARIBALDI (Moneda 2319 / 2 2699 4278); “De fondos, tres maravillas. Primero, un clásico que se ama o se odia: una pechuga de pollo con mole ($7.200), una salsa hecha con chocolate y ajíes varios, rociada de semillas de sésamo (ajonjolí para los mexicanos), con su arroz y puré de porotos, junto a unas cuantas tortillas. Se trata de un sabor que parece y es ancestral. Nuevamente, el caldo de cultivo para una probable adicción. Al mismo tiempo, unos tacos al pastor ($5.500), en las tortillas pequeñas como son las originales, con chancho rojito por obra del achiote -un condimento-, con su cuota de piña, cebollita y cilantro. Y para completar la trinidad, una sopa que es el clásico para combatir la resaca: pozole estilo Jalisco ($4.900), una sopa roja también, ligeramente picante, con algunas trazas de chancho y harto mote de choclo, por ponerlo en chileno.” “También hay chimichanga, chile relleno, enchiladas verdes y rojas, o un aromático café de olla. Aquí se vive y se come en mexicano. También se escucha, con una banda sonora que ayuda a sentirse más, aún más, en ese alucinante país.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(SEPTIEMBRE) SAKURA (Av. Colon 4401 B, Las Condes / 2 2952 6900): “…si Usía entrevera un solo pedido de rolls con queso crema en lo demás, puede lograr un resultado equilibrado en el estómago. Que fue lo que nos ocurrió con esta cocina mestiza. Partir con sashimi Maguro (de atún, $7.500 las 9 porciones) con una gota de salsa de soya y una pizca de wasabi, seguido un par de niguiri sake (de salmón, $2.500) muy bien hechos, es una gloria de frescura y liviandad. Recordamos un verdadero banquete (y copioso) de estos platos japoneses en otro lugar, y habernos levantado de la mesa (nada de levantarnos del suelo; no apreciamos la necrosis en las corvas) satisfechos pero como si no hubiéramos comido nada (bueno: casi nada). El sashimi de salmón New Style ($7.200), que comimos a continuación, traía intercaladas rebanadas de palta y unas verduritas salteadas que fueron lo mejor, quizá, de toda la cata. Liviano, también.” “Resumen: agradable experiencia; servicio correcto. Precios convenientes. No buscar autenticidad sino una comida decente.”

MUJER
PILAR HURTADO
(SEPTIEMBRE) SALVADOR (Bombero Ossa 1059, Santiago / 22673 0619): “En nuestra mesa esa tarde hubo de todo, siempre acompañado del té frío de la casa: como entradas, los deliciosos champiñones ostra saltados en mantequilla de ajo con hojas verdes, la indescriptiblemente rica paila de charchas de vaca cocinada en vino tinto con tostada de pan de campo y crema ácida, y el paté de mollejas de vaca sobre tostada de baguette, que me pareció muy original pero un pelín seco en combinación con el pan. Como fondos desfilaron frente a mis ojos y mi cuchara una ingeniosa milanesa de guatitas con salsa de alcaparras y mantequilla sobre arroz cremoso con champiñones y verduras, en la que este interior frente al que muchos arriscan la nariz se apana y fríe con un crocante resultado y una reinvención de la manera de comerlo; el arroz también muy bueno.” “Pero más allá de pequeños detalles, rescato el espíritu de esta cocina como de casa, en la que cocinamos con lo que hay, revistiéndolo de sabor y cariño. Puro amor por el sabor.”