martes, 31 de octubre de 2017

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES


 
Issei – un viaje al “sol naciente”

Hace poco más de tres meses abrió sus puertas el nuevo restaurant japonés Issei –cuyo nombre significa "primera generación" - en la capital.

Teniendo en cuenta lo arriesgado que puede ser probar un restaurant estando todavía en su “marcha blanca”, nos encaminamos hacia La Dehesa para almorzar.

Grata sorpresa al llegar: nos recibe un sonriente garzón, que camino a la mesa nos enseña una vitrina llena de fresquísimos productos de mar, que de inmediato nos abren el apetito. Tras recibir la carta y pedir algo de beber a la mesera encargada del área donde tomamos asiento (sí, se nota y agradece que haya sistema en el servicio), al saber que venimos a degustar, nos recomienda algunas entradas, especificando los ingredientes y modos de preparación.
El menú fue ingeniado por todos los socios del restaurant Issei, los empresarios gastronómicos chilenos Alberto Ventura (Sakura, Osaka, e.o.), Catalina de la Cerda, Ignacio Montaner y Eduardo Arriarán (Pad Thai), así como también del maestro de sushi peruano, Mario Suárez. Mario es peruano radicado en Chile desde 2000. En su país trabajó en los restaurantes Yokosuka, Juji y Sushiito, finalizando su trayectoria en la Residencia el Embajador de Japón en Perú donde siguió especializándose en la comida japonesa. A su llegada a Chile, estuvo en el restaurante japonés Sakura y Sakura Express, incorporándose este año como socio al proyecto Issei.
La cocina aquí es internacional con fuerte inspiración asiática. Todos los platos tienen un toque japonés, ya sea por alguno de los ingredientes, por la forma de preparación o por la condimentación. Ante tamaña propuesta, elegir se convierte en un agradable desafío…
Partimos con un Ceviche mikussu ($7.900) de corvina, camarones ecuatorianos, ostiones y ají amarillo, marinados a la perfección y acompañado de zapallo camote suavemente apanado. El otro plato, Tosa tarutaru ($8.400), un tártaro de atún y salmón con palta, masago (caviar del pez capelán, considerada como un producto de alto valor, sobre todo en Japón), semillas de sésamo, aceite de oliva y cebollín muy bien adobado, resaltando la leve dulzura de la espesa salsa de soya.
No podemos resistirnos y compartimos, además, una porción de Nigiri Koushinoniku ($3.900): bingo! La calidad del filete Angus y los huevos de codorniz al punto, perfectos para reventar sobre la carne y arroz, nos dejan con una sonrisa sobre los labios. 
El diligente y cordial personal nos sugiere, por lo mismo, continuar con una trilogía de sushi-rolls al estilo nikkei. Mientras esperamos con bossa nova de fondo, disfrutamos del ambiente minimalista del lugar, donde llaman la atención los cuidadosos detalles de colores en las paredes, con cajones de madera a modo de macetas, llenos de plantas naturales.  
Pasados algunos minutos llegan nuestros sushis, dispuestos sobre un barco de madera decorado con camote al hilo, y continuamos nuestra travesía culinaria. La presentación y la mezcla de sabores y texturas son absolutamente logradas. El Ebi kani roll ($8.900) es un crujiente roll apanado de camarones, carne de jaiba, cebollín y queso crema, cubierto en salmón apanado en panko y acompañado por una cremosa salsa tibia. La nota frutal la pone el Mango roll ($8.900), siendo sus componentes fresco atún, carne de jaiba, crujiente pepino, palta con láminas de mango – todo bañado en una salsa del mismo fruto. Nuestra trilogía queda completa con el Acevichado roll ($7.900), una delicada composición de crocantes camarones apanados y palta cubiertos con láminas de pescado blanco, ceviche y una suave salsa de mayonesa al limón. De cada roll llegan nueve bocados, suficiente para probar diferentes combinaciones.
Podríamos dejarlo hasta ahí, pero la carta de postres es demasiado tentadora. Compartimos un Toffee de nuez ($4.400), un tibio kuchen artesanal en combinación con helado de alfajor de vainilla y salsa de chocolate blanco - ideal para los amantes de postres cálidos – y un Cheesecake de té matcha con sorbete de frutos del bosque, que convence por su excelente consistencia y el logrado balance entre la acidez y dulzura del helado.
El espresso italiano Illy que tomamos al final tampoco se quedó atrás: granos de café arábiga extraídos al punto, algo reconocible antes de siquiera probarlo debido a la espesa y abundante crema café-rojiza en la superficie. Summa summarum: una experiencia redonda.
En las próximas semanas se inaugurará la azotea, un espacio ambientado como bar-lounge, donde se estrenará su coctelería… ¡ya programaremos una nueva visita!  (KB & LAB)
Issei
Av. José Alcalde Délano 10492, Local 1512
Mall Vivo Los Trapenses (estacionamiento gratis)
Lo Barnechea, Santiago
Reservas (con 24 hrs. anticipación): +56 2 3224 6913 / contacto@issei.cl