martes, 13 de febrero de 2018

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS                                           
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(FEBRERO) COCOA (Paseo El Tamarugo, Av. Vitacura 4607 / 22952 1753): “…el Cocoa Vitacura se renovó entero, súper potente, en el strip center El Tamarugo de Vitacura con Vespucio. Gabriel Peschiera y Jessica Boggio redistribuyeron fuerzas y en vez de correr todo el día se concentran en un local único. Al almuerzo cocinan menú casero de calidad Cocoa por alrededor de $5.000. Con un emporio en el primer piso para llevar a casa platos, postres, los mazapanes de Jessica y su divino pisco sour. Su golosa gastronomía se conserva en el segundo piso. A disfrutar la carta clásica Cocoa, de comida peruana con gran estilo e identidad. El siempre insuperable pato, la corvina sudada de antología, el delicioso pulpo a la plancha.” “Y, notable, abrieron entretenido Sky Bar en la terraza, desde las 20 horas (reservas en Whatsapp). Con renovada carta, grata y finamente despeinada, pensada para jóvenes de cualquier edad.” “Si busca el fino sabor peruano y un óptimo ambiente, éste es el dato para reírse del calor santiaguino, en una sesión con lo bueno que vida ofrece.”

MUJER, LA TERCERA
PILAR HURTADO
(FEBRERO) LA TASCA DE ALTAMAR (Noruega 6347, Las Condes /22211 1041): “Ya en la terraza elegimos una botella de sauvignon blanco -los precios son bastante razonables- y al rato la garzona trajo una cubeta con hielo y el vino” “Fuimos antes de que se levantara la veda del erizo -recuerden siempre que, si queremos seguir teniendo nuestros maravillosos mariscos, es imprescindible respetar las vedas-, por lo que no pudimos disfrutarlos. Sí probamos unos camarones de río, disponibles en pocos lugares de Santiago, con sus salsas para untar, babero especial mediante para poder comer a destajo y sin mancharse este auténtico banquete (en La Tasca también se pueden encontrar langostas y centollas, según disponibilidad).” “Pedimos además unos picorocos al vapor, tibios, que no me parecieron tan grandes como los últimos que probé aquí hace un tiempo, pero cumplían como para sacarse el antojo.” “Una de las cosas que me gustan de este lugar es que propicia las conversaciones distendidas y relajadas, destacando siempre la frescura de sus productos y la grata atención; un clásico marino en Santiago.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(FEBRERO) OOTOYA (Constitución 125, Bellavista / 22944 1662): “Es confuso, pero en este caso funciona: una carta donde se ofrecen platos japoneses, tailandeses y chinos. Es como si en Asia hubiera un restaurante altiplánico peruano/boliviano/chileno. Si bien hay un algo en común, esto de disparar a la bandada suena tan riesgoso como sospechoso. En fin. En Ootoya, una apertura reciente en el barrio Bellavista, se arriesgan con lo del abanico y les resulta.” “Llenadores los aperitivos, lo que luego hizo difícil terminar una gran sopa ramen, la kanuki ramen ($8.880). Con sus fideos, cortes grasos y dulces de chancho (oh, ricos), huevo duro, choclo y cebollín, es candidata a ser una de las más buenas de la capital. Quedó para otra visita la sumo ramen. Y una vegetariana, tan de estos tiempos animalistas,” “Sumando y restando, por supuesto que Ootoya suma. Considerando una atención de lujo a la venezolana, atenta y gentil, bien dispuesta e informada, este paseo por su carta panasiática se puede hacer con menos prejuicios.

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(FEBRERO) LA MAISON DE FOUS (Blanco 151, Papudo / 95006 2874): “La carta anuncia sus platos franceses con buena ortografía. Cosa rara en este país. Partimos con un gazpacho ($5.500), "rara vez pedido", nos dijo el garzón: quizá por eso se les ha olvidado la consistencia de esta sopa fría, que no es crema ni, mucho menos, mousse, como la que nos trajeron, sino sopa-sopa.” “Algo perplejos por esta mousse, proseguimos con un tártaro de atún ($12.500), católico y en buena porción, con su ensaladita, acompañado de dos cuencos: uno con salsa teriyaki -no le viene bien, según nosotros- y uno de leche de tigre -le viene muy bien, aunque no es leche que se pueda beber sola: demasiado salada- para que el comensal aliñe a su gusto.” “…un "wok de mariscos" ($13.500) saltados con, según la carta, toques thai y haitianos, combinación harto problemática. Resolvieron el problema ahogando los mariscos en abundantísima crema con aroma a coco, que arruinó irremediablemente el conjunto. De "wok" no tenía nada. Y las verduras venían, más que cortadas, masacradas en trozos enormes, duras, crudonas (mucho ¡apio!, cebollín, etc.).