martes, 27 de febrero de 2018

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS                                           
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS
RODOLFO GAMBETTI
(FEBRERO) VARANASI (Paseo El Manio 3676,  Vitacura / 22942 7618): “Aunque comenzó con la intención de ofrecer comida tipo india, este “soul food bar” terminó por convertirse en un merendero de criterio amplio, donde se encuentra tanto comida vegetariana como vegana, pero sin excluir pescados, mariscos, carnes ni alcoholes.  Aunque parezca insólito, entre los platos favoritos están la samosas, típicas empanadas indias, pero aquí con carne mechada -de vacuno, naturalmente- o de queso mantecoso ($6.900) y hamburguesas, de similar origen ($8.200 a $8.500). ¡Y sabrosos crudos! También se ofrece arrollado de salmón en hoja de kale -col rizada de pocas calorías-, con queso crema ($7.800) y otros pescados, y una recomendable trilogía de bruschette en pan de campo ($8.200).”“La oferta de música, en la noche, y la propuesta algo bohemia del local, ampliaron su propuesta para completar la diversidad de locales que forman este activo sector que comienza con el Miraolas y Le Fournil y se proyecta por el núcleo gastronómico del paseo El Mañío.”

MUJER, LA TERCERA
PILAR HURTADO   
(FEBRERO) IN BOCCA AL LUPO (Monte Alegre 546, Valparaíso): “Elegí sentarme adentro y como esto de estar con uno mismo es en serio, me pedí un aperitivo con Luxardo maraschino, un destilado incoloro de esta fruta, tónica, limón, pepino y una ramita de romero, muy refrescante y poco dulce, como me gusta. Para picotear, pedí una caponata que es una porción pequeña, coronada con pistachos picados y huevo duro en cuadritos, que le da mucha gracia y me pareció muy rica. Por cuenta de la casa traen pan, aceite de oliva y paté. Hay variedad de antipastos, algunos marinos, como salmón ahumado o camarones, y también vegetariano, fiambres y quesos.” “Como fondo, le pregunté a la mesera y el hit de esta temporada son los tortelli de melanzane, rellenos con berenjena y servidos con salsa de tomate, tomates cherry asados, tiritas de albahaca y coronado con pistachos tostados, que por supuesto pedí porque amo las berenjenas. La pasta estaba muy buena, relleno suave y sabroso, el plato llegó caliente desde la cocina. Muy rico, pero no lo pude terminar, así que no probé los postres, entre los que hay tiramisú y panacota. Sí tomé un buen espresso para cerrar un grato almuerzo.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(FEBRERO) CALETA 94 (Cumming 94, Santiago Centro / 95363 3624): “A ver, a ver: 30 ostras, y no de las minúsculas, por casi ocho mil pesos. Para ser un restaurante-restaurante, con pinta de marisquería hipster, pero también al alero del añoso Ostras Squella, es una ganga.” “Son pocas mesas y el ambiente es relajado. La carta es breve y se complementa con las ofertas de la pizarra. De los fijos, habrá que felicitar al mar por lo rico de las ostras. Y al chef por ocho choritos al vapor con cebolla picada fina con cilantro, a $4.000. Parecidos a los peruanos a la chalaca. Ricos, pero menos cebolla habría sido mejor. Al mismo tiempo, unos camarones perfectamente apanados, 12 por $4.000, y no se pidieron almejas, que hay 30 por $6.500.” “De la pizarra, no había lo que se buscaba: jaiba "reventá". Se habían acabado, a la una y media de la tarde. Hum. Se optó por una pescada frita con ensalada chilena ($5.900), hecha a la perfección, lo que no es fácil aunque lo parezca. Bien crujiente. Y una porción de papas fritas, que en una caleta habrían sido de las NO congeladas, ojo. Y unos picorocos al ajillo (qué cosa más horrible y más rica, $6.900), nadando en un juguito picante que pedía a gritos un poco de pan esponjoso, no las tostadas rígidas que había en la mesa. Mal. Pongan ojo, que no es un detalle menor.” “…para volver y para repetirse, hartas veces”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(FEBRERO) OSAKA (Av. Nueva Costanera 3736, Vitacura / 22381 9070): “La verdad es que la abundancia y variedad de "bocaditos" japo-peruanos es estupenda. Probamos un sake foie ($6.000, dos minúsculos bocados), delicioso; un gyütan ($4.000, dos bocaditos tan chicos como los anteriores): nigiri de lengua al fuego y yema cruda en cebiche, buenísimo; un buto ($4.000 dos pequeñísimas porciones), nigiri hecho con pecho de chancho -tocino carnudo-, pisco, canela china y chalaquita: excelente; un sensacional antiku ($9.000, 6 porciones), roll de lomo, camarones, cebolla frita en tempura y salsa anticuchera, que nos recordó al inolvidable roll de lomo saltado que comimos cierta vez en el Maido de Lima, y un muy correcto nori furan ($7.000, 6 piezas), roll de salmón, queso crema y camarones. El antiku es recomendabilísimo: es todo un arte conservar la crocancia del tempura en semejante preparación.” “Probamos también, en busca del nikkei, un peruvian BBQ ($16.000), que resultó ser un plato de excelente arroz atamalado (realmente fuera de serie), con blandísimo asado de tira, camote crocante y encurtidos.” “…el placer de comer es el que, entre todos los placeres, más se arruina con el ruido excesivo. Y eso es responsabilidad del chef propietario. ¿De quién, si no?”