martes, 25 de junio de 2019

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR



 

MAR DE AMORES
El esplendor de los mariscos frescos en Valparaíso
Aunque pocos lo crean, Valparaíso le da la espalda al mar y sus habitantes se inclinan por la carne, ya sea vacuno, cerdo o pollo, a la hora de comer. Muchos dicen que los mariscos y pescados se los dejan a los turistas, algo que en parte tienen razón.

Por eso, encontrar un restaurante en los cerros porteños que esté dedicado en un 100% a los productos del mar, es difícil. Más aún cuando, si de pescados se trata, no escatiman y dejan de lado algunas especies que son de consumo habitual en los hogares, como la reineta. En Mar de Amores, los pescados de roca son parte de su carta, que, junto a una serie de mariscos frescos, que se mantienen en piscinas con agua de mar en condiciones y temperatura ideal, lo ha convertido en uno de los restaurantes favoritos del cerro Alegre, siempre repleto de turistas ávidos de conocer algo más de estos lindos parajes.

Los mariscos que ofrece Mar de Amores provienen principalmente de la actividad de Acuicultura en pequeña escala. En el caso de las ostras - japonesas y chilenas - y choritos, vienen de un hermoso lugar bañado por la corriente de Humboldt, llamado Hueihue, ubicado en los mares interiores de Chiloé, al este de Ancud. El resto de los mariscos, los extraen e sus respectivas zonas económicas.

Desde el plato de ostras (12 unidades a $ 8.300); una soberbia degustación de ostras chilenas y japonesas, choritos y ostiones ($ 12.500); machas a la parmesana ($ 8.900) y otras combinaciones de mariscos, que mejor se aprecian bebiendo un frio sauvignon blanc, donde destaca Casas del Bosque (15.700) y Terrapura ($ 9.900).

De los principales, destacan unos inmensos caldillos (de mariscos o congrio) a $ 9.500 y un soberbio pastel de jaiba ($7.900), dentro de una carta de ocho fondos. Como “bonus track”, para los que no gustan de estas especialidades, ofrecen unos excelentes fetuccinnis caseros con pomodoro (6.300), que muchos agradecen. Se valora el cariño que ponen en la presentación y decoración de cada plato. Sin duda, un plus que va más allá de la calidad del producto que proponen.

A la hora del postre y a pesar que hay una gran variedad, no deje de probar unos deliciosos y delgadísimas hojarascas rellenas con manjar. Tan sublimes, que ya son uno de los caballitos de batalla de la casa.

Entretenido e interesante lugar. Con terraza a la calle –para los días soleados- y comedores interiores sin mayor intervención de diseño. Lo importante acá es la propuesta, que de todas maneras apruebo y recomiendo, ya que una vez que lo visite, saldrá tan contento como este cronista. (JAE)

Mar de Amores: Almirante Montt 336, Cerro Alegre / Valparaíso / 22324 4296 /