martes, 25 de junio de 2019

MIS APUNTES


 
COMEDOR CENTRAL
Tras seis meses de operaciones, el Comedor Central, ubicado en plena Plaza de Armas capitalina, consolida su prestigio.

La apuesta era grande, Instalar en pleno centro de la capital –tierra de completos y comida rápida, un restaurante con estilo propio, oneroso para los habitúes de la zona y con una propuesta de autor, basada en la cocina chilena de mantel largo.

Pero Cristian Correa, propietario del ya famoso Mulato de la calle Lastarria, se sintió preparado para asumir el riesgo de “cambiarle el pelo” al kilómetro cero de Chile. Hace seis meses se instaló –a medias- sin tener adaptado aun el segundo piso y una terraza que sólo estaba en la imaginación de algunos. Hoy, en junio de este 2019, la tarea está completa, con un piso superior para 40 comensales, su primer piso con cocina a la vista y una terraza que sería la envidia de muchos empresarios. Allí, y en esos espacios, ofrece desayunos, almuerzos y cenas, en horario continuado y cerrando a las 10 de la noche, día a día suma adeptos – adictos, ya que su oferta es tentadora, creativa y –hasta el momento- la más sugerente de la Plaza.

Botones de muestra: Para partir, unos blandísimos Locos en salsa de cebollín con papitas brujas mayo, humus de garbanzos y habas (16.800), una preparación para contemplar y gozar infinitamente los diferentes sabores que van dejando las respectivas guarniciones. Grande y suculento, alcanza perfectamente para dos comensales.  Más tarde, y para acompañar el mal tiempo, un criaturero Mariscal caliente, con almejas, ostiones, machas, piure, ulte, cebolla y cilantro (9.600), una verdadera oda al sabor de los mariscos chilenos. Ya en los platos principales, y para los nostálgicos, encontrarse con unos Fritos de coliflor, con puré de albahaca y ensalada chilena (7.900), es un regreso al pasado, para pasar al futuro con un excelente Risotto de betarragas con queso azul, peras confitadas y hojitas verdes en aceto (8.900), es prácticamente un logro.

La cocina es manejada por Valentina Saba, quien logró captar el concepto del restaurante y de Cristian Correa, que, como propietario del lugar, debió dejar en manos expertas el siempre difícil manejo de los fogones y sus cocineros.

El dulce final tiene de todo: desde el clásico Mote con huesillos (2.200), hasta su afamada Terrina de queso de cabra y dulce de membrillo (4.800), que se ha transformado en uno de los clásicos del chef Correa.

Por todo lo escrito y mucho más, y aun a la espera que se sumen nuevas alternativas gastronómicas en este nuevo barrio, la presencia del Comedor Central es un aliciente para mejorar la calidad del lugar. La Plaza de Armas de antes era un feo lunar que nos avergonzaba. Hoy se demuestra que, con buenos proyectos y buena voluntad, se logra lo imposible, como es ver Santiago desde otra perspectiva, donde las puertas y la oferta están abiertas a todos, desde el más alto ejecutivo, a turistas, inmigrantes y toda la población flotante de una comuna que recibe diariamente a más de dos millones de personas.

Para sacarse el sombrero.

Comedor Central:  Portal Bulnes 489 / Plaza de Armas, Santiago / 23291 9417