TIQUI TIQUI TI
¡Ayúdeme usted compadre a gritar
un Viva Chile!
Y
llegaron las fiestas. Esta semana todo será fiesta y jolgorio. Y para que se
ponga “al aguaite” y no deje las cosas para última hora, le escribimos con
anticipación.
Vamos
por partes: pareciera que en estas fechas el asado familiar es mejor que
cualquier parrilla. muchos restaurantes cierran sus puertas ya que no les conviene
abrir durante las fiestas. Es posible que los chinos sean los únicos que estoicamente
esperen clientes. Mal que mal, la comida china se está transformando poco a
poco en una especialidad que les gusta a los chilenos. pero la comida italiana,
la española y muchas otras, no tienen cabida alguna en estas celebraciones. ¿Será
el 18 un buen día para comerse una paella? definitivamente no. Y el 18 es
transversal. De capitán a paje mandan las empanadas y los asados. ¿El resto?: 360
días del año.
Tampoco
(y que me perdonen algunos restaurantes) estos días son para visitarlos. Se
salvan eso si uno que otro que hacen en sus negocios unas auténticas fondas o
ramadas. Como es imposible nombrar a todos los restaurantes de comida chilena
que abrirán en estas fiestas, preferimos darle algunos tips necesarios para
salir lo menos dañado posible de estos largos días de jarana que se avecinan. Y
si lo invitan a un asado, este decálogo le servirá:
UNO: TÓMELO CON CALMA
Son
varios días. Si esta en Chile y no en Punta Cana, Varadero, Buenos Aires o
Jamaica, tenga en cuenta que las fiestas durarán cinco días. Parta de una
premisa: la comida es rica, pero la acidez es espantosa. Ingénieselas con algún
antiácido para amortiguar el efecto de la cebolla presente en las empanadas (el
que no come empanadas para estas fiestas es un paria), en las longanizas y en
las ensaladas que acompañan la carne. Si parte mal el día 17, será difícil recomponerse
para el resto del feriado.
DOS: NO MEZCLE ALCOHOLES
Vino,
pisco sour, piscola, vodka tónica, chicha cocida y de la otra, araucano,
cerveza, whisky y terremotos no son la combinación perfecta. Esa mezcla hace
realmente mal. Concéntrese en el vino y un destilado. Nada más. No vaya a ser
cosa que el primer día de las fiestas quede tan destruido que no podrá festejar
el resto.
TRES: NO MANEJE
Y
no se haga el chorito. Muchos de ellos aparecen al día siguiente en EMOL. Si
sabe que el almuerzo o la cena serán de antología, ocupe las aplicaciones como
Uber o Cabify. Para eso están. No crea que sus amigos no han bebido. No se
arriesgue.El asado es del dueño de casa. Si él quiere echarle sal antes de cocinar la pieza de carne, déjelo. No se crea el mejor asador de Chile a no ser que le pidan ayuda. A lo más diga que la carne le gusta casi cruda o bien cocida. Nada más. Come y calla se llama la historia de este dieciocho.
Nunca diga que las longanizas que usted “se consigue” en Chillan son las mejores del mundo. Aparte de caerle pésimo a los dueños de casa, las probabilidades de ser invitado para el próximo 18 serán casi nulas. Tampoco es necesario que usted alabe la botella de vino que llevó para la ocasión. Por muy buena que sea, los dueños de casa son los que mandan y deciden qué vino beber.
Esta fiesta es chilena y no gringa. Deje ese aderezo para su próxima visita a los fast food gringos. Esta vez métale pebre cuchareado.
Si después de dos piscolas cualquier cosa que se arrastre es un incentivo a su morbo, le aconsejamos que no lo exprese con las invitadas al asado. Tampoco es bien visto que detenga su mirada en las pechugas de las visitas. Usted fue invitado a un asado, no a un café con piernas.
OCHO: NO SE PONGA
TECNOLÓGICO
Si
acaba de comprarse un celular de última generación, no lo ponga arriba de la
mesa. Tenga claro que en estas fechas nadie llama a nadie, así que guarde su
juguetito para otra ocasión.
NUEVE: NO SE APERNE
Si
ve que los dueños de casa se ponen a bostezar, hay dos probabilidades: o usted
es una lata o ya es muy tarde. Retírese lo antes posible.
DIEZ: LA RECETA
Disponga
en su velador dos paracetamoles. Cuando llegue a su casa, sea en el estado que
sea, tómese las pastillas con AGUA. Santo remedio. Dormirá como un bebé y al
día siguiente podrá recorrer este decálogo por segunda vez. (JAE)