miércoles, 18 de noviembre de 2009

LOS CONDUMIOS DE DON EXE


LA BODEGUILLA
Planeando navidades

¿Por qué a las mujeres se les pone la idea en la cabeza de ir a vitrinear a Patronato? ¿Saben mis queridos lectores lo que es esa zona un sábado a mediodía y con un calor de los mil demonios?

- ¡Tengo un dato para comprar ropa buena, bonita y barata!
- ¿Dónde, preciosa?
- En Patronato perrito… ¿Me acompañas el sábado?

Ojalá ese sábado hubiese sido feriado. Pocas (ninguna) ganas tenía de ir a meterme a esos barrios. Antes, en mis tiempos, Patronato era una calle donde se podía vitrinear tranquilo y sin mayores problemas. Ahora, convertido en una Chinatown de poca monta, no me atrae para nada. Pero como a Mathy lo que se le pone en la cabeza lo cumple, tenía dos alternativas: A) La acompañaba y ella estaría feliz y B) No la acompañaba y ardería Troya.

Metro hasta la plaza Italia y taxi hasta el corazón de Patronato. Tiendas de todos los tamaños y vendedores ambulantes dificultaban en paso. Me di el gusto de analizar lo que venden los pocos árabes y muchos chinos que hay en el sector. 80 % de ropa para mujeres; 20% para niños y hombres; Jeans de todos los precios, modelos y calidades; blusas y ropa de temporada a precios bastante parecidos a los de los malls, esos que tienen aire acondicionado y todo. Para mi gusto, poca lola atractiva. Mucha guata al aire que necesita dieta o ejercicios. No como en al Parque Arauco. Allí dan ganas de quedarse con las barriguitas que uno ve.

Hora y media de paseo para comprar una blusa que les juro no ocupará nunca. Yo, con una sed de los mil demonios la seguía. Por fin capituló y me preguntó si por ahí había algún lugar donde beber y comer algo. No se la razón pero me acordé de La Bodeguilla, un ambigú ubicado muy cerca de ahí y que había visitado en tiempos de juerga. Además, me acordaba que tenia especialidades españolas y que era (para los tiempos actuales) relativamente cómodo y barato. Además, es como una tasca, de esas para comer o tapear, como dicen mis amigos ibéricos.

¡Una cerveza a la vena!, le grite al mozo mientras nos sentábamos en la fresca terraza del lugar. El mozo, español, comenzó a enumerarme las alternativas. ¡No amigo!, tráiganos un par de cervezas frías, y olvídese de la marca… y ahí hablamos.

Mientras aplacábamos esa sed de mediodía, me percaté que Mathy andaba rara. Bebía sorbo a sorbo su chela mientras mi vaso ya estaba vacío.

- ¿Qué te preocupa guachita?
- Nada tremendo Exe. Solo pensaba que cuando estamos más viejos los años se pasan volando. ¿Te das cuenta que no falta nada para Navidad y Año Nuevo?

Navidad y Año Nuevo. Dos temas que preferimos no hablar ya que por presiones de las familias nunca las pasamos juntos. Ella, generalmente en Iquique y yo habitualmente cenando con la prole que cada día me dan más nietos.

Cuando llegó una porción grande de calamares a la romana y alioli y una fresca sangría, ambos estábamos pensando cómo librarnos de las obligadas tradiciones y partir juntos a cualquier destino. Plata había pocaza, así que no era cosa de llegar y decir “nos marchamos”. Pero aun así, y comiendo las rabas a mano, cosa que me encanta, decidimos planear con tiempo algo atractivo y entretenido. Mal que mal, ya somos más que adultos y nos gusta estar juntos.

A pesar del calor pedimos una paella, no sin antes atacar unos pimientos del piquillo requetecontra buenos. El ambigú, ahora a cargo de Cristóbal Morales, un murciano bueno para cocinar y para los negocios, es una copia feliz de su antiguo Manolo’s, un merendero que tenía en Providencia y que vendió por unos buenos pesos, ya que el comprador necesitaba la casa para hacer un edificio. De allí aterrizó en La Bodeguilla, y ahora está captando a sus clientes de siempre.

Rica y sabrosa paella. Mejor que muchas que he probado en españolisimos lugares. Me cuentan que también son famosos el cabrito al horno y el rabo de buey.

- ¿Y si nos vamos de vacaciones esa semana? Mira Exe, yo podría dejar los regalos de mis hijas y nietos entregados antes de Navidad. Y tú, ¿te mojas el potito?
- No sólo me lo mojo, respondí. Y buscaremos con tiempo algún lugar para pasar solos estas fechas. ¿Trato?
- Trato.

Buen café y buen precio final para esta aventura en Patronato. Aunque piensen que estamos muy adelantados para las fiestas de fin de año, no es así ya que de rompe y raja llegaremos al 2010. Y de lo poco que queda, seguiremos visitando cuanto boliche vean nuestros ojos. Para que usted los anote y visite, como este local, donde sus almuerzos son para gozarlos reposadamente, sin grandes pretensiones ni modernidades, pero fieles a la tradición de una tasca y con precios absolutamente convenientes

Exequiel Quintanilla

La Bodeguilla: Dominica 5, Barrio Bellavista, fono 732 5215