MEZE
Sabores turcos
Tener la suerte de haber conocido
Turquía (antes de que comenzara el boom de las teleseries) y probar parte
importante de sus platos típicos, ayuda bastante cuando abre en Santiago un
local con raíces gastronómicas turcas. Debido a que Turquía fue parte del
imperio otomano, debe quedar claro que la cocina otomana es la raíz de la
moderna cocina turca. Los ingredientes y especias más importantes de esa cocina
son los alimentos que se trajeron de Asia Central. Pero también todos aquellos
otros característicos de la cuenca mediterránea: un predominio en el uso de las
verduras y del aceite de oliva como ingrediente de la mayoría de sus platos.
Esa unión entre Europa y Asia Central ha
creado una gastronomía que, al igual que en toda Turquía, es abrumadora por su
variedad, alegre a la vista y muy sabrosa al paladar. Turquía huele a cilantro
picado, a verduras frescas, a damascos orientales, a carne a las brasas y
pescado recién salido del mar. Huele a canela y a pan crujiente recién
horneado, a dulces de miel, almendras y pistachos y a aromáticas especias. La
verdad es que Turquía huele bien y sabe mejor.
A finales del año pasado, Onur Erdemir, un
turco con estudios de gastronomía en Francia y que llegó a Chile por seguir a
una chilena, decidió instalar un restaurante con la cocina que le apasionaba.
Encontró un local en Manuel Montt y comenzó a preparar su restaurante con ayuda
de sus amigos turcos (una colonia bastante pequeña) y el beneplácito de la
embajada de ese país en Chile. A poco abrir, el boca a boca fue su campaña
publicitaria y hoy se alza como único que presenta la verdadera comida turca en
Chile, con excepción de los kebab, que son una especie de fast food
euroasiático.
Su carta, sin ser grande, es muy
representativa de la cultura gastronómica actual de los turcos. Para comenzar y
acompañados con cerveza Efes, la más vendida en ese inmenso país, una serie de
mezes –o platillos de aperitivo- donde se puede degustar desde el tradicional
Humus (pasta de garbanzos con tahine $ 2.850); Platikan salatasi (berenjenas
ahumadas, $2.250) o el tradicional Saksulka (berenjenas y zapallos italianos
fritos con yogurt y salsa de tomates.
Los mezes tibios son para relamerse:
Sigara Börek (rollitos fritos de masa filo relleno con queso de cabra y
perejil, $ 2.750), o el Yaprak Ciger (panita de vacuno salteada con cebolla,
orégano y eneldo $2.500).
De fondos, dos buenos ejemplos son el
Centik Kebap (tiras de filete de vacuno salteado, acompañado de papas fritas
hilo, y salsas de yogurt y tomates, $8.750) y el Istambul (filetes de pollo
apanado y acompañado de papas rellenas gratinadas, $7.750). Para el postre,
imperdible es su crème brûlée de café turco y los tradicionales Baklava.
No hay picores. Obvio que los sabores
varían por el uso de especias que poco utilizamos, aun así se dice que la
cocina turca es sencilla y honesta, sin falsos artificios ni promesas a medio
cumplir. La variedad de sus platos y la calidad de su materia prima la
convierten en un placer asequible y saludable. A pesar de lo que se pueda uno
imaginar en un principio, la comida turca no enmascara los sabores de sus
ingredientes principales y, por ello, aunque el país sea famoso por sus
especias, éstas sólo realzan su sabor, jamás los ocultan.
Bonito lugar con una terraza interior
muy acogedora. Limpio y ordenado y con un servicio que aún está algo débil pero
que tiende a mejorar día a día. Sin duda alguna, el Meze tendrá algo que decir
en la agenda gastronómica de este 2015. Hay buena mano y materias primas de
nivel. Definitivamente merece tenerlo en cuenta a la hora de la cena. (Juantonio
Eymin)
Meze: Av. Manuel Montt 270, Providencia / 2 2378 3646