martes, 24 de marzo de 2015

MIS APUNTES



MEZE
Sabores turcos
Tener la suerte de haber conocido Turquía (antes de que comenzara el boom de las teleseries) y probar parte importante de sus platos típicos, ayuda bastante cuando abre en Santiago un local con raíces gastronómicas turcas. Debido a que Turquía fue parte del imperio otomano, debe quedar claro que la cocina otomana es la raíz de la moderna cocina turca. Los ingredientes y especias más importantes de esa cocina son los alimentos que se trajeron de Asia Central. Pero también todos aquellos otros característicos de la cuenca mediterránea: un predominio en el uso de las verduras y del aceite de oliva como ingrediente de la mayoría de sus platos.
Esa unión entre Europa y Asia Central ha creado una gastronomía que, al igual que en toda Turquía, es abrumadora por su variedad, alegre a la vista y muy sabrosa al paladar. Turquía huele a cilantro picado, a verduras frescas, a damascos orientales, a carne a las brasas y pescado recién salido del mar. Huele a canela y a pan crujiente recién horneado, a dulces de miel, almendras y pistachos y a aromáticas especias. La verdad es que Turquía huele bien y sabe mejor.
A finales del año pasado, Onur Erdemir, un turco con estudios de gastronomía en Francia y que llegó a Chile por seguir a una chilena, decidió instalar un restaurante con la cocina que le apasionaba. Encontró un local en Manuel Montt y comenzó a preparar su restaurante con ayuda de sus amigos turcos (una colonia bastante pequeña) y el beneplácito de la embajada de ese país en Chile. A poco abrir, el boca a boca fue su campaña publicitaria y hoy se alza como único que presenta la verdadera comida turca en Chile, con excepción de los kebab, que son una especie de fast food euroasiático.
Su carta, sin ser grande, es muy representativa de la cultura gastronómica actual de los turcos. Para comenzar y acompañados con cerveza Efes, la más vendida en ese inmenso país, una serie de mezes –o platillos de aperitivo- donde se puede degustar desde el tradicional Humus (pasta de garbanzos con tahine $ 2.850); Platikan salatasi (berenjenas ahumadas, $2.250) o el tradicional Saksulka (berenjenas y zapallos italianos fritos con yogurt y salsa de tomates.
Los mezes tibios son para relamerse: Sigara Börek (rollitos fritos de masa filo relleno con queso de cabra y perejil, $ 2.750), o el Yaprak Ciger (panita de vacuno salteada con cebolla, orégano y eneldo $2.500).
De fondos, dos buenos ejemplos son el Centik Kebap (tiras de filete de vacuno salteado, acompañado de papas fritas hilo, y salsas de yogurt y tomates, $8.750) y el Istambul (filetes de pollo apanado y acompañado de papas rellenas gratinadas, $7.750). Para el postre, imperdible es su crème brûlée de café turco y los tradicionales Baklava.
No hay picores. Obvio que los sabores varían por el uso de especias que poco utilizamos, aun así se dice que la cocina turca es sencilla y honesta, sin falsos artificios ni promesas a medio cumplir. La variedad de sus platos y la calidad de su materia prima la convierten en un placer asequible y saludable. A pesar de lo que se pueda uno imaginar en un principio, la comida turca no enmascara los sabores de sus ingredientes principales y, por ello, aunque el país sea famoso por sus especias, éstas sólo realzan su sabor, jamás los ocultan.
Bonito lugar con una terraza interior muy acogedora. Limpio y ordenado y con un servicio que aún está algo débil pero que tiende a mejorar día a día. Sin duda alguna, el Meze tendrá algo que decir en la agenda gastronómica de este 2015. Hay buena mano y materias primas de nivel. Definitivamente merece tenerlo en cuenta a la hora de la cena. (Juantonio Eymin)
Meze: Av. Manuel Montt 270, Providencia / 2 2378 3646